martes, 25 de agosto de 2015

Insignificante.

Me quedo con las malditas pesadillas y un síndrome (que debe tener nombre) que me hace aferrarme a ellas y retomarlas cuando no he quedado satisfecha. Juego con los monstruos y acaricio la sangre que cuelga de la pared de lo que no es real. Hice tregua con mi subconsciente y lo perdoné. Él no sabe que es real y yo pretendo entenderlo, así que tampoco puedo pedirle tanto. Soy lo que sueño, parte de mis demonios y también el odio que me tienen. Hago un ruido con las uñas y grito fuerte, corro hacia el lado más oscuro de mi mente.. Aprovecho para ver su rostro.. Quiero vestirme de pesadilla algún día, ser el demonio que cualquier noche acaricie tus heridas... Pero no podemos ser fantasmas mientras soñamos que tememos al más insignificante los pensamientos....

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