jueves, 25 de noviembre de 2021

Hambre.

Las cosas estan en constante movimiento, el cambio es inevitable, necesario. No puedo negar que hace años hubiera hecho un drama por cualquier cosa que se moviera en mi vida, pero ahora me muevo al son del caos y de la incetidumbre. Estoy más consiente que, aunque quiera tener todas las piesas en su lugar, es imposible que se queden así. Creo que ser madre me ha dado las herramientas para tolerar lo que, pensaba imposible. Moverme entre terremotos, sacudir mis pies y continuar por nuevos senderos. No voy a negar que hay veces que mis demonios saltan sobre mi y atacan mi cabeza, la martillean y paso alguna que otra noche entre pensamientos catastroficos y escenarios improblables. Pero conozco el sentmiento, domino mi ansiedad, la traquilizo y si no me hace caso, la ignoro, cual chiquillo con brerriches, es la unica manera de hacerla callar un poco. Mi historia es compleja, nadie entendería porque vuelvo a recorrer senderos y porque como si fueras mi reflejo vuelvo a ti, en pensamiento, en mi alma, en mi esencia. No tiene lógica posible, no tiene respuesta inmediata. Si alguien más viniera a contarme mi historia, no entedería las razones. Pero no estoy aquí para juzgar lo evidente. No es normal que me sigas todavía aturdiendo, no es posible que solo un llamado haga que todo desaparezca y que solo quedemos tu y yo en la escena. Pero así es, como si lo años no pasaran y las ausencias no pesaran. No sé, no me importa, y tampoco me apetece ahora mismo cuestionarme qué pasará mañana que despierte. Hoy tu voz mueve mi mundo y sacude mi espíritu. Conozco tu alma como sé que tu conoces la mia, ahora no falta nada mas que eso. Solo falta que corramos por el monte cogidos de la mano hacía el atardecer, pero bueno eso es tener mucha ambición y yo lo que tengo es, hambre.

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