jueves, 13 de febrero de 2014

Pié de página.

Si hubiera sabido lo que sé ahora, si tan solo mi capacidad de analizar instintivamente hubiera estado más alerta. Pero me muerdo los labios, regreso la mirada y comprendo que el sabor del café que está en la mesa sería distinto también. Hoy he querido salir a correr, pero el trabajo me ha hecho desvelarme las ultimas dos semanas, cuando no estoy de viaje estoy editando, o haciendo algo que me mantiene ocupada. Mis pies se miran entre ellos, mis manos tropiezan entre letras que ya no comprenden. Ayer quise terminar de leer un libro, me quedé dormida en la segunda página. El tiempo cambia a las personas, el cuerpo se agota, la mente evoluciona. Hoy tomo café sin leche ni azúcar, ya no soporto la sal y las comedias me aburren.

Si hubiera tenido en mi cabeza los datos con los que ahora cuento, o la madurez para interpretarlos. Lo único que se puede perder en la vida es tiempo, lo demás, es reemplazable.