miércoles, 31 de marzo de 2010

Aprender.

No vale la pena enumerar cuantas veces me he caído; pero si es necesario explicar las veces que me he permitido ascender desde muy abajo.

Los golpes duelen en el momento, pero saben fabulosos en retrospectiva. Hoy me di cuenta gracias a una platica bastante placentera, que he aprendido mucho de la vida, y quizá ella ha aprendido conmigo también. No es madurez lo que desbordo si no aprendizaje. Tampoco quiero abordar el tema de la sabiduría, la cual obviamente estoy lejos de obtener. Hoy estoy caminando sobre la experiencia en muchas áreas de mi vida.

Aunque también estoy consciente que me falta mucho por aprender, me siento mucho mejor preparada que ayer para hacer frente a la vida, las circunstancias y quizá las personas. El trato con las personas es complejo pero maravilloso; una ambivalencia exquisita.

Y sí me preguntan hoy en qué área he aprendido más, sin lugar a dudas en el trato con las personas. Benditos sean los semejantes que no son más que grandes maestros de vida. Cada alma, cada suspiro, cada rostro.

Gracias a todos.

Nota, quiero abordar más a fondo el tema de las personas y el toque que cada uno da a nuestra vida, pero lo dejaré para una entrada más elaborada. Esta noche vengo desbordando alegría y paz: y sólo quería compartirla.

martes, 30 de marzo de 2010

-.-

Descaso la mente y me dispongo a cuidarme la existencia. A veces cuando los días se vuelven flojos, la rutina se duerme y quedan espacios demasiado libres entre cada hora; me pongo a pensar en nada. Estar de vacaciones me ayuda a encontrar paz en todo lo que no veo, en el espíritu, en la verdad y la inconsciencia.

Felices Pascuas a todos.


viernes, 26 de marzo de 2010

Hormonas.

Definitivamente ser mujer no es nada fácil. Las hormonas nos atacan como pequeños guerrilleros. Cuando me siento tan triste que las lagrimas brotan encontrando un pequeño charco en el piso, y aún cuándo éste no ha siquiera secado, algo dentro de nosotras nos hace gritar y nuestra piel se pone roja, y el momento azul melancólico, se revela ante nosotros en un rojo metálico dies irae. 

Y las personas en especial los hombres no logran entender lo difícil que es luchar contra tu propia naturaleza. Mientras los ríos de tu mente suenan y te hacen suspirar, otra parte de tu isla está apunto de hacer erupción. Somos victimas de nuestro cuerpo, las hormonas congelan a las neuronas y nuestros sentimientos bipolares gobiernan por días.

Y hablo de ésto porque escuché a una amiga llorar y quejarse de dicho estado, y claro me identifiqué de inmediato. Cuándo las circunstancias se mezclan con los sentimientos y rematan con una dosis desenfrenada de estrógenos: se pronostican desastres naturales evidentes. 

jueves, 25 de marzo de 2010

Café.

Ana siempre ha tenido la necesidad de la soledad, no se queja de ella como el resto de la gente que conoce, más bien la disfruta y cuando le falta, cuando se llena de mundo y la gente parece gritarle cosas que no entiende; es cuando sabe que ocupa la soledad por salud mental y busca desesperada una dosis de tan preciado estado.

Ese día lo tenía todo preparado, era sábado y la primavera asomaba sus primeras flores, afuera un montón de pajaritos alborotaban la mañana con unos cantos alebrestados. Debían estar emocionados y revoloteaban felices, el frío estaba amainando. Se levantó temprano y tomo un baño lento, dejando que el agua se introdujera en sus pensamientos y los limpiara. Se vistió cómodamente: jeans deslavados un poco rotos, su camiseta blanca que tanto quería y un jersey café por si le daba frío; en sus pies sus amados tenis jugaban a son de sus pasos. Dejo su pelo suelto renunciando a la tarea de peinarlo y sometiéndolo al viento  para que lo impregnara de olor a hierba.

Subió a su carro y sintió gran paz cuando se alejaba de esa casa. Había vivido en ese lugar por más de dos años y aún era una extraña, sus compañeras se cansaron de querer hacerla parecida a ellas y optaron por sobrellevar su forma de ser. No es que Ana sea una mujer difícil, simplemente es callada, cómo la sombra de un árbol moviéndose con el aire y no gusta mucho de salir a bares o platicas sin sentido; ella siempre prefirió un buen libro, dormir, o dibujar curiosas manchas de pintura sobre un lienzo. La mañana era perfecta, el azul del cielo casi podía olerse y la gente se veía tan feliz. A pesar de todo añoraba su momento a solas.

Esa mañana estaba muriendo, faltaban pocos minutos para el medio día. Pero los sábados el tiempo se cuenta diferente. Llegó a esa cafetería cuando el sol estaba en lo más alto, en su espalda el calor abochornaba su cuerpo. Empujo la puerta de vidrio que daba la bienvenida al lugar y sintió el aire frío emanar de adentro. De pronto un curioso sujeto con un delantal verde le dio la bienvenida, su nombre, Sergio,  colgaba de su camiseta en una pequeña plaquita dorada. Le pidió lo de siempre, Caramel Macciato Alto, leche entera y con caramelo en el vaso. Sergio preguntó su nombre y respondió –Ana-, eso creía ya que después de todo había gente que la llamaba de otra manera;  Sergio lo escribió en esos vasos típicos para café.

Buscó una mesa desierta, apartada del ruido y las voces de discusiones políticas mañaneras. El lugar era pequeño pero confortable, encontró una mesa en una esquina. Se sentó y dio un pequeño sorbo al café dejando que el azúcar paseara por su paladar hasta llegar a la garganta. Abrió su libro y sacó un pequeño lápiz de la bolsa. Ana tiene la curiosa manía de poner ideas en los marcos de las paginas y subrayar cada libro que lee; mucha gente lo ve como una mala afición, para Ana es una necesidad; es como la interacción entre el libro y ella: una plática interna, intima con el autor.

Una luz llamó su atención, el destello proveniente del reflejo del sol en la puerta de vidrio de la cafetería cegaba su vista y hacía que le doliera la cabeza; volteo para otro lado, de pronto un sujeto apareció entre chispazos amarillos que todavía veía del resplandor que la había asaltado. Decidió dejar su vista en ese lugar y descansarla, de pronto un hombre apareció entre las manchas. Estaba sólo como ella, hojeaba un libro y frente a él descansaba un café frío a medio tomar. Su cabello café chocolate con leche, su piel blanca, casi como harina de trigo sobre la piel y una barba cerrada exquisita, casi podía imaginar la textura sobre sus mejillas. Justo arriba de sus ojos unas hermosas cejas enmarcaban unas grandes pestañas que daban vida a unos ojos que no alcanzaba a ver, su nariz casi perfecta, delicada pero a la vez masculina. Ana empezó a imaginar qué nombre tendría; tenía cara de Jorge o Carlos, le gustaba imaginarse los nombres de la gente que le parecía interesante, inventarle alguna vida, trabajo, circunstancias. El debía tener entre 25 y 27 años, no creía que fuera mayor, sí bien se notaba muy maduro, todavía su rostro era muy jovial y tierno.

Decidió dejar de verlo, si la pillaba se vería como una gran tonta, o una loca. Nadie ve “normal” que te les quedes viendo.  Así que volvió a su libro y a la locura casi inventada de Ferdinand Bardamu, en Viaje al fin de la noche. Mientras la primera guerra Mundial y la actitud antipatriótica del personaje, así como su lenguaje extraño  un poco grosero la tenían un poco distraída. Ella de vez en cuando volteaba para ver si seguía ahí, como quien voltea a ver una escultura preciosa en medio de un museo. Sólo para observarlo y dejarse llevar por su belleza.

Era un hombre atractivo, quizá el más atractivo que Ana pudiera recordar. Llevaba menos de una hora en el café y ya se sentía muy despistada para seguir leyendo, por lo que pensó que sería mejor idea cambiar de lugar y buscar otro quizá un poco menos congestionado de gente, pero sobre todo alejarse de ese sujeto; no la dejaba concentrarse en su novela ni en Ferdinand ni en Lola. Tomo su café que todavía quedaba un poco menos de la mitad y lo terminó de un solo sorbo. Se paró del pequeño sillón de tela rugosa y tomó sus cosas. Justo cuando estaba decidida a tomar el primer paso y salir sin miramientos del lugar. Una sombra opaco su vista, el olor era delicioso un poco de madera de encino y limón emanaba de esa figura frente a ella. Ana cerró los ojos y por un segundo quiso imaginar al dueño de tan hermoso sabor.

La saludó, su voz provenía de otro mundo: era fina, delicada; llegaba a su oído como una caricia y saltaba sobre su tímpano para después mecerse sobre todo su sentido auditivo. Ana se puso muy nerviosa, como una pequeña adolecente en su primer baile, le sudaban las manos y sentía que sus rodillas se hacían gelatina frente al sujeto. No supo si contesto al saludo, simplemente se desplomo sobre el sillón que antes la había sujetado, y se derritió frente a él. El sujeto hizo lo mismo, tomo asiento en una silla de madera que Ana no recordaba que estuviera ahí, y empezó a cantar; bueno más bien a hablar, pero es que para ella, el hombre debía ser un ruiseñor o un gran soprano.

Le hizo un par de preguntas, a qué te dedicas, eres de aquí, cómo te llamas. Ana debió contestar, soy estudiante y trabajo en un despacho, no soy de aquí y me llamo Ana. Él le contó que era músico y trabajaba en la banda de un artista conocido. Ana se imagino por un momento como un instrumento musical, debía ser hermoso que esas manos tocaran su cuerpo y la hicieran emitir música. Piano dijo, y ella se sorprendió, precisamente es mi instrumento favorito afirmó. -Tu nombre?, no recuerdo cuál era-le dijo Ana al sujeto. – No te lo he dicho aún, mi nombre es Néstor.

Un hermoso nombre, cómo el padre de Perseo, pensó. Hacía tiempo que no decía lo que pensaba, generalmente las personas no entienden de qué habla. Ana era una pequeña estrella agonizante en un universo paralelo, casi una autómata distraída de todo. Él se veía de mundo, lleno de fiestas, reuniones, vida. Se dedicaba a lo que quería, hacía con su tiempo libre todo lo que su mente podría imaginar y viajaba por todo el mundo. Ana era una esclava de sus propias decisiones, odiaba su trabajo y su vocación no era totalmente clara. Néstor dijo que debía estar en Madrid para el lunes, pero que no quería irse sin saber más de ella. Ana pensaba en qué podría ella decirle, su vida era hueca, plana y de color gris ocre, ad vitam aeternam.

De pronto Ana sintió algo caliente en el regazo, era su café. Se había quedado dormida y el sujeto frente a ella se había marchado. Tomó sus cosas y se fue de ese lugar. Siempre le pasaba lo mismo, siempre tratando de imaginar vidas, y dibujando puentes inexistentes. Debía sacar provecho de aquella imaginación, si no, qué caso tendría. Y siguió manejando.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Medio día.

El medio día me parece tan obscuro a veces, tan falto de luz. Casi una escena de una ultima cena solitaria. Me hundo en mi cama tratando de atrapar al cansancio pero no se deja. Quiero cantar una canción sin letra a dos voces que entone una gran orquesta de cuerdas desafinadas.

Me detengo en la esfera blanca que cuelga del techo, la observo y analizo sus pliegues;en otro cuarto seres con miedo al silencio gritan cosas, hacen observaciones, viven. Yo por dentro quiero ir tras la vida, pero mi silencio me detiene, siempre lo he amado, el silencio me hace lo que soy, o yo lo hago ser. Nos pertenecemos y no logro afrontar al ruido, no me asusta, simplemente no es mi gusto hacerlo. El sonido se escucha cerca pero a la vez tan lejano, quiero ir tras la vulgaridad de la risa que emite, pero no podría entonar esa expresión sin sentir la razón de mi pensar observándome.

No es posible que me vea tan lejana a todo, tan cercana a la muerte del silencio y aun así vivirlo. No quiero agonizar mis razones no quiero martirizar mi medio día. Prefiero enterrarme en mi cuarto y seguir observando el techo, hablarle y que me conteste, cómo le hará para seguir arriba sin tocar nunca el piso, porque no me sigue y trata de colgarse de mis tobillos y nos vamos para otro lado. A seguir soñando sin dormir en la penumbra de un medio día cualquiera.

Esponsales.

Vinculo legal pasional estatal; institución conyugal, capacidad legal de amar?, o Dios dando fe del bautizo de un solo ser con dos corazones. Dónde se pierden dos y aparece uno en el ultimo renglón y con letras chicas al final del acta. Qué tomar en cuenta a la hora de decidir unir tu sueño al de otro, o tu apellido a otro?, pues no tengo una idea muy clara. 

Hoy estoy considerando seriamente hacer una lista, pero creo que no sería muy viable, porque me pierdo cuando dicen, "debes estar muy enamorada". El amor debe ser suficiente?, no lo sé, el amor acaba con el matrimonio dicen muchos, el paso del tiempo, la convivencia, los problemas, el tedio; desgastan el amor o más bien lo van moldeando para que llegue a ser un instrumento más de la casa, como una silla o un tenedor.

Vivir con alguien, saber de qué lado duerme, cómo se lava los dientes, qué hace antes de dormir, y durante el sueño. Despertar y ver su rostro, las platicas matutinas o el silencio de un bostezo; los besos o la ausencia de ellos. Desayuno preparado de dos para dos o tres o seis. Son un proyecto familiar, la esperanza de creación del núcleo de sociedad, alma y corazón de la humanidad. Difícil tomar una decisión así, no sólo tu vida queda en juego si no tus frutos; hoy no sabría decirles cuál es la fórmula secreta.

Porque si es un contrato, tendría que ver cuales serían mis beneficios; es un hombre trabajador, honesto y no tiene vicios. Aunque sea serio y un poco frío. Aburrimiento quizá, pero estabilidad. El amor cabe en tanta delicada sensación de pensamiento equilibrado. Qué el amor no es locura, desenfreno, idilio..?. Pero si el amor acaba, quedaría pues, la paz que te de el sujeto. Y volvemos a empezar, qué es mejor?.

Vaya qué difícil, éste año amenaza con vestidos blancos y orquídeas con olor a incienso; o quizá huidas y lugares nuevos.

martes, 23 de marzo de 2010

Miedo.

El miedo al mundo, la inseguridad del resto. Me quedo sin palabras con todas las noticias que leo, creo sentir que provienen de países lejanos, o de películas de Bruce Willis . Pero no, en mi cuidad han muerto dos jóvenes en una universidad, siguen en guerra unos semihumanos, y otros creen defendernos a balazos.

Paseo por las calles pretendiendo no ver lo evidente, haciendo mi vida normal. Pero no dejo de pensar que tal vez, en el Monterrey paralelo, el de "ellos", estén bombardeando nuestra propia libertad, ametrallando nuestra conciencia y matando nuestra capacidad de asombro. El miedo nos abraza por las noches, nuestros hermanos son victimas de las circunstancias. Y los arriba siguen pensando que tal vez, no pase nada. Mientras los de abajo como un dibujo de Mariano Azuela, rezamos por nuestros hermanos y vecinos. Y pretendemos seguir con nuestra vida, aunque nos aplaste el miedo.

lunes, 22 de marzo de 2010

Palabras.

A veces las palabras sobran, es cierto. Pero a quién se le reclama cuando uno se seca de ellas... no pido que se me tapice de ellas, que se desborden, o que ni siquiera pueda reunirlas en un verso. Hoy sólo me quedé hambrienta de ellas, de las tuyas o las de ellos.

viernes, 19 de marzo de 2010

Lluvia.

Escucho relámpagos dentro de mi cama, hay amenaza de tormenta ésta noche. En mi cadera se empiezan a colocar algunas nubes, y dentro de mis sábanas el viento vuela firme. Las gotas empiezan a caer justo dentro de mi ombligo, no es preciso entender que es mi llanto lo que describo.

jueves, 18 de marzo de 2010

.....

Hay seres compatibles, simultáneos; más allá del sexo, el color y la forma. Existencias únicas; con los que no hace falta levantar la vista y decir palabras, ellos entienden tu lenguaje, sus vidas están ligadas. Son en teoría uno mismo, pueden imaginar su futuro, pronosticar el próximo movimiento y seguir a la espera de sorprenderse por ese maravilloso humano. Son relaciones extraordinarias. Cómo esporas receptoras son sus brazos, ideas comunes, corazones gemelos. Una utopía real, la magnificación de un lazo.

Pero no podemos decir que sean sucesos que pasen todo el tiempo, quizá más de uno no hemos podido conocer a dicho sujeto; o quizá sí, pero la vista humana es tan ciega, tan superficial, tan vanidosa. El egoísmo es lodo dentro de las pupilas del hombre. Por eso se debe estar muy atento a las personas, poner atención, fijarte, reaccionar, sentir, investigar.

Yo no sé sí lo que hablo sea la verdad absoluta, ni sí me ha pasado; pero siento, que dentro de todos esos hombres y mujeres caminando sobre el polvo del universo, está alguien pensando en lo mismo que yo, imaginándome, diciendo mi nombre, nuestro nombre. Es algo más allá del amor, es ser un mismo, ser capaces de adivinar qué pasa con su vida sin siquiera conocerlo, pensar en sus dimensiones, sus manos, sus ojos, pronosticar todo de él y ver la verdad en su piel.  Sentir su respiración y sus latidos, son dos vidas jugando un sólo juego. Son dos seres idénticos, su lengua una sola; una flor que dentro de sus hojas guarda su vida, se marchitaran juntos, serán muerte pronosticada, relojes sin pulso.

Y la tierra los juntará algún día, dónde sea, el magnetismo entre ambos será visible desde cualquier punto del universo, un choque de titanes hermanos. Pero el albedrío es humano, la toma de decisiones es crucial, sí deciden no hacer caso al suceso una estrella se apagará en algún punto del universo, y la noche  contemplara al manto estelar más rápido.

Es un fenómeno naturalmente magnifico, una quimera, un sueño encarnado. Depende de ti hacerlo tuyo, o dejarlo pasar. No te darás cuenta quizá, pero cuando veas cerca la hora del final, dentro de ti hallaras los pétalos de su flor marchitar.

Quizá ya esté bastante dicho, pero yo no hablo de dientes para afuera cuándo afirmo, qué puedo llegar a imaginar el sujeto del quién hablo.

Pero quien sabe, quizá lo que digo no sea más que un tal vez.

martes, 16 de marzo de 2010

Idea.

Punto de ebullición de las ideas se ven revolverse entre el agua y ascienden hacía el cielo. Encuentran paz en unos labios, en una carta, en algún sueño. 

Me gusta ver pensar a la gente, las muecas, los gestos, las expresiones danzantes de un ser que piensa, que vibra a la espera de un verso. Por eso me gusta ir a las bibliotecas y los parques, para admirar la inteligencia humana, perpetrar en los sonidos del pensamiento, el silencio prolongado que dice más que cualquier declamación histórica, veredicto inaudible del ser. 

Todos somos capaces de pensar, pero mucho más capaces de sentir pensando. Ver a una pareja hablarse con la mirada; pensamientos entrelazados, chispazos de amor ciego, inédito, fugaz: como todo en la vida.

Razón obscura y celestial de pensar sintiendo, cuánto extraño la sensación del amor musitando en mi cabeza y besando mi frente. Me recuerdo en latidos, en sensaciones, pero es que no se puede fingir lo inexistente. Cuando el cuerpo habla, es para decir superficialidades; tengo hambre, calor, sed, beso. Pero el alma habla por medio del pensamiento y la verdad surge como martillando al frío agonizante del invierno. 

Sí mi pensamiento se pone aprueba, mi corazón lo defiende y mi alma surte en veredicto del silencio. Yo no sé mucho de sentimientos. Supe por historias que alguna vez conté, que me encontraba perforando escombros de amor, pero nada tangible me dio luz. Sólo bocanadas de tierra, lapsos de epifanías escritas en nombre de lo inerte, del cautivo sufrimiento de saberte perdiendo una batalla.

Nimiedades del presente, que resurgen en pensamiento, que solapan mi conciencia. Pero no por eso dejo de preguntarme, qué pasará cuándo despierte, y sí mi corazón resurge de entre "eso" que llamamos sueño, y vuelve; y sí me siento de nuevo en una  tarde, viendo el horizonte con mi cabeza acomodada en un cuello palpitante de fantasías y duendes?.. seré más que pensamiento, seré yo completamente.

Por lo pronto aquí esta mi idea.

lunes, 15 de marzo de 2010

Veinticinco.

Fue un viernes o sábado, pero la fecha poco importa. Todo se me presentó tan rápido, podría decir que no me pude defender, pero no tiene caso que me excuse en simulaciones de victima, de drama conocido de mujer seducida por la vida. Nadie sabía mejor lo que hacia que yo, o esa mujer que pretendía ser. Vivir como otra, o quizá vivir otra vida en la misma. 

Es válido tener sueños reales en el tiempo que compartimos con el mundo. Nunca lo había experimentado, el trueno llegó de madrugada, escondida en una luminosidad ligera junto con mi cuerpo, la experiencia me marcaba, me hacía transpirar vida y electricidad. Y dentro de mi corazón, algo resurgía emocionado por saberse irresistiblemente dulce.

Poco a poco abandonando lo que era, para pretenderme, para resurgir entre los escombros de la mujer desnuda que aparecía en un espejo lleno de vapor, simbolizando la espera del agua, su entrega al calor, su cambio. Y la edad llega así de pronto. No esperas que la novedad te pare y te sorprenda con el cambio de cifra, pero yo me sentí embelesada por mi propia historia. Me había convertido en una novela, en un párrafo de alguna escritora irreal y desconocida. Los papeles se cambiaban yo me escribía ésta vez, soy lo que quiero ser, o dejo de ser lo que ya no me gusta.

Tener más edad no es cuestión de tiempo, si no de ideas. Yo soy 25 veces más fuerte, más consciente, más amada. Soy mi amante más amoroso, me beso con sonrisas de aceptación y recurro a darme abrazos de viento por medio de una ventana de un coche a toda velocidad. Soy la libertad y la estela de una estrella perdida.

Y soy la mujer que me escribo, me borro cuando quiero, y sin pensarlo, otra completamente diferente me saluda en la sombra más cercana en el momento exacto en que intentaba acostumbrarme. Estoy decidida a no saber a donde voy, porque la incertidumbre no me da miedo. Pero si me preocupo por llenarme de todo, por saberme, por ignorar lo que debe ser olvidado; y aprender.

Me pasa por la cabeza una idea abandonada. A dónde irán las otras que fui?...



viernes, 12 de marzo de 2010

Y así lo entendí.

Ver estelas humeantes de seres inexistentes, de cadáveres danzantes al son de sangre gelatinosa, de corazones podridos, de selección de poesía enmarcada  en el hielo. Se me desprenden pedazos de alma con cada encuentro que recuerde el pasado ya muerto.

Ayer me encontré flotando en una nube de viento, disfrazada de nada, domesticada de tanto resurgir cada día, de mis contantes reparaciones, de tejerme; entre la paz de un suspiro de películas ajenas, de historias irreconocibles. Te encontré, registrando tu pedazo de existencia en el espacio de tiempo, ese que se despliega en un hilo tatuado de recuerdos; en un lugar que se encontraba dormido, dónde mi reflejo tropezaba con maniquís tan difuntos como mi propio sonido, momias de humanos perfectos y tardíos que jamás llegarán a ser de hueso, tan mediocres, tan semidioses perdidos en una obscuridad creada por otros.

Lo sabes, no quiero ocultártelo, te vi. Pero mi voz no se puso de acuerdo con mi alma, mis ojos se eclipsaron en deseos tibios, al final; qué iba yo a decirte, qué no supieras.  Esos minutos eternos, me hicieron desconocer tu figura, no eras tú él que estaba sembrado en ese mármol blanco, articulando alguna palabra, destrozando el aire con tus manos, mortificando al silencio. Enfoqué mi vista de miope, sintonicé mi frecuencia para encontrar en tus ondas algo reconocible y audible, pero nada, sólo ruidos de asiduidades extrañas, cacofonías extraviadas, versículos de palabras efímeras.

Por eso pasé volando sobre tu dibujo, eras un espejismo de piel, un sepulcro caminando y recordando tu muerte. Traspasé tu reflejo; cómo cortando el aire, fuimos uno mismo en el microsegundo que decidí fragmentar el umbral de tu presencia, y no te sentí. Es que hemos muerto, yo soy tu fantasma ligero, transparente, casi invisible. Tú todo eso y nada. No nos existimos, somos dos hoyos negros que bailan en galaxias lejanas, tratando de devorar mundos, vidas y algunas veces similitudes.

Y así lo entendí, nos hemos muerto.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Imaginativa..


Hoy desperté con la cabeza abstracta, dibujativa... con esta imagen.. obvio me falta precisión...



Las opciones amanecen, se ramifican, y pueden llegar a echar raíces.

martes, 9 de marzo de 2010

Vísperas.

Supongo tu mirada, cómo la tarde de la fría primavera, acecho tu presencia, y reconozco; no queda más que mi sombra reflejada en algún árbol, aquella noche de montaña ha quedado atrás. ya no puedo oler el fuego que emitían los hermosos leños verdes. Esa noche se respiraba el frío y en mi boca bombones eclipsaban ausencias y dolores. Me quedé dibujando serpientes con el dedo, y revisando mi bolso dónde todavía quedaban espacios sepultados.

Pude ver  mi reflejo en un árbol,cómo siempre vibrando en el aire que dejaron sus cosas.Pero ya lo estaba aguardando, como quién observa a su presa. Me encuentro desnuda de recuerdos, los fantasmas son leyendas borradas de libros aburridos.

Hoy el sol parece enfermo, sus rayos cubren la ciudad cómo estornudandola. Emergen de las piedras nuevas aventuras, y yo, me quedo observándolas. Huele a yerbabuena y recorre congelante mi lengua, ardiendo en mi pecho. Cristales emergen de éste cuerpo, se clavan en el aire, lo traspasan. Y recuerdo tus palabras; las evoco, fue ayer cuando la caosalidad despertó mi sonrisa.

Te advertí de la soledad de mi reflejo, de los placeres de mi boca y aquellos animales salvajes por debajo de mi piel. No he descubierto vísperas mejores que las que pronostican desorden.  

lunes, 8 de marzo de 2010

Abrazo.

Marcos la abrazó, tenía veinte años sujetando con sus brazos a la misma mujer; aquella de la que se había enamorado en una noche fría de agosto; su mirada seguía siendo la misma, una chispa empapada de nostalgia invadía parte de su percepción, más no le hacía caso.

Martha no lo miraba, se recostó sobre su hombro y lloró, intentando pedir perdón entre sollozos. La honestidad había abandonado su corazón meses antes, quería olvidar aquel mes de marzo tan sombrío; pero ya estaba hecho. Ni las flores, ni el verde de los prados que perseguían su camino a casa cada día, la hacían sentir mejor. Hubiera dado todo (y al decir todo, hablo incluso de ese momento) por olvidar lo que su alma atrapaba con tantas fuerzas; cómo mirarlo sin sentir culpa?, si sus ojos la juzgaban sin saberlo siquiera.

Marcos jugaba con el pelo de su amada, olía a lo mismo, jazmín y un tipo de fruto, que resultaba afrodisíaco para sus instintos; no sabía porque lloraba, pero se culpaba por ser tan hermético, tan frío. La ausencia había sido el motivo sin motivo, la ausencia de motivo también tiene consecuencias. Ella seguía siendo su mujer, enredada en lazos y arras.

Martha pensaba en el amor, en lo sutil y fuerte del amor, ambigüedades de perspectiva. Quiénes eran después de tantos años?, no podría juzgar que los mismos, todos vamos evolucionando, sufrieron la disparidad de eventos, no se acompañaron en las buenas. Y ella se había enamorado.

Ambos se abrazaban fuerte, y justo en medio; la culpa los acompañaba.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Recuerdo cansado.

Siguen haciendo eco los silencios de una memoria gastada, sí se pudiera hablar callando al pensamiento, tendría hoy tanto qué decir.

Las historias se me trasmutan en finas epopeyas gloriosas, de amores ensalzados en lagrimas secas; y me siento consciente qué al voltear hacía fuera encontraré la frustrada realidad de un pueblo sacudido desde sus entrañas, desgastado y tendido, sobre la larga capa del veneno de tus labios. Pero mi imaginación vuela y de mi mente fluyen cataratas de ilusión permanente.

A quién le hago daño pensando qué a lo lejos, está tu alma enredada en la mía entre esos lazos teñidos de caricias, espinas de estrellas bajado por tu sonrisa, o las gratas sensaciones de plenitud corriendo por nuestras heridas. Sí tu recuerdo no es más qué eso, vacío de tu mano sobre la mía. Mi mente se adueña de él cómo sí de eso dependiera su vida.

No me culpes sí te sigo invocando en mis letras, o amanezco en alguna madrugada mordiendo tu nombre, es qué trato de gastarlo, para qué un día  ya no signifique tu presencia si no tu ausencia en mi vida.No me juzgues sí trastoco los remansos de un pasado ya muerto. Es sólo mi afán de seguir asomando mi cara en tus claras aguas, en esas blancas hoyas de néctar fresco, en las qué tantas veces intenté encontrar mi sosiego.

Pero me quedo con la ficción, con el chantaje que mi imaginación le hace a la realidad cautiva. Lo que diga hoy la noche fría, llévatelo tú, a ti te encanta el uso de la razón, haz tuyo lo qué de ella queda, qué para mi sólo basta ésta cansada memoria de alguna noche contemplando tu sonrisa.

martes, 2 de marzo de 2010

Te perdí.

Recuerdo que te vi por ultima vez sobre mi cama, te había usado minutos antes de irme a la oficina. Regresé y no estabas, pero dije estúpidamente -Mañana lo veo, y todo volverá a ser normal, volveremos a escuchar esa música qué tanto nos gusta, me dirá cosas al oído y le compartiré mi mundo, y él, me dejará ver el suyo-.

Lo he perdido, y no me duele tanto la pérdida, si no más bien qué no recuerdo dónde, ni cómo; Yo lo vi por ultima vez en mi recamara, sobre mi cama. Tengo esa sensación de desesperación y me siento muy mal. No podría tener otro igual, aunque todos parezcan lo mismo. Además de esa sensación de saber que haz perdido algo importante y no sabes cómo, ni dónde.

He perdido mi ipod, espero encontrarlo pronto.

Frases.val.mx

Me colgó  el teléfono después de una discusión, escuché el sonido continuado en el auricular, Miré el teléfono,  lo acaricié y le dije - Ahora resulta que tu también estas de su parte-

Te vi.

Te vi por primera vez aquel domingo, pero ya te había visto antes, no sé si en un sueño o en otra vida.

Sé que a veces al ver un jardín hermoso todos los días frente a tu casa; no se valora lo hermoso de sus flores, ni lo frondoso de sus robles. Podemos pasar de largo el verde de su césped ese delicioso olor a libertad y tierra mojada. Y salir a buscar otros campos que nos resulten más hermosos o diferentes.

Pero hoy me senté a observarte detenidamente y pude ver tu hermosura, tu alma transparente, y en tus ojos un brillo que me hace reconocer el amor natural, ese que he andado buscando por todas partes.

Yo también en alguna historia me encontré sembrando flores y mi jardín se encontró olvidado, desolado. Ahora entiendo que mi prado sería mucho más verde a tu lado.

No pido perdón, ni me disculpó; no por falta de culpa, ni exceso de ego, sólo te digo que hoy entiendo que el amor siempre me estuvo aguadardando en un rincón de tu prado. He estado ciega por mucho tiempo; mareándome en palabras y revolcando mi corazón en espejismos e ilusión, no vi que en tú silencio había alguien que me estaba amando

He vuelto de mi viaje, no me preguntes por mis golpes, la suela de mis zapatos está gastada, y mi nariz sigue sangrando, mi huerto se ha secado. Pero he vuelto desarmada y te he visto de nuevo cómo siempre tu jardín frente a mi casa, las flores parecen abrirme los brazos, y me dices sin decirlo qué el amor todo lo espera, me abrazas y me besas las manos, y me dejas refugiar mis sollozos en tu hombro; y lloro.

Todavía me duele, pero hoy he visto; y me tocas las heridas, las empiezas a lavar con tu saliva. Sabes que me duele, que aún quedan rastros de tierra ajena; y parece no importarte, te ves feliz y el sol aparece detrás de tus oídos.

Ya te había visto, pero ahora te observo, y me quedo callada, contemplando. Sé que me entiendes, aunque aún no sé porqué; sólo dices bienvenida y reconozco tu mirada y hoy qué me veo  en tus ojos puedo notar que el futuro está observando ahí, detrás de tu espalda.

lunes, 1 de marzo de 2010

Invisible.


Estoy muy triste no sé que me pasa, hacía tiempo que no me sentía tan sentimentalmente triste; empece a leer un libro bastante bobo que compre que se llama ghostgirl (sí exactamente se trata de lo que dice su nombre), por una extraña razón me sentí verdaderamente triste, completamente vacía. No tengo idea de qué sea; no tengo razones personales para estar triste y trato de decírmelo repetidas veces, a ver si así me lo creo. Pero el sentimiento me persigue y se adueña de mi; y trato de justificar mi sentir con las hormonas femeninas, pero no debería ser así. No hay razones físicas, metafísicas, ni reales para sentir esta tristeza. o sí??

Realmente se puede uno sentir tan invisiblemente triste. A quién le importa qué alguien que no conoces esté triste; tu te preocuparías por alguien que está llorando en una banca de un parque?. Por tu vecino que se encuentra encerrado en el carro, pensativo; Te preocuparías cuando pasas en tu coche por un hospital, o te detienes a pensar en toda esa gente sufriendo?-...- A alguien le importa, algo más que su misma persona; puede ser posible que me crean que estoy triste por la inseguridad, por las personas muertas, por los familiares de éstas, que me siento completamente angustiada por los soldados que están ahora mismo parados en alguna carretera, en el frío, esperando el peligro?-.. Podría ser posible o lógico que me sienta triste por eso?, no es completamente estúpido?.. a quién le debe de importar, y me lo pregunto a mi misma: porqué me debe de importar a mi?.. 

Pero me importa muchísimo al grado que mi corazón se contrae y rezo; es todo lo que puedo hacer, mi tristeza no se ve mejorada; Cómo le hace toda esa gente que vive quitandole la paz a otros, que roba, mata; no pensaran en la tristeza del otro, en la vida del otro?

Qué acaso la compasión es invisible, Es posible que el dolor del otro sea tan intangible? No les dan ganas de gritar, o hacer algo, no se desesperan por tanta invisibilidad!!!!???


Y sigo triste. Espero estar de mejor "sentir" mañana...

Gone with the Wind..

Hay días melancólicos, hoy estoy viviendo un día de esos. El viento esta corriendo rápidamente y parece llevarse mucha basura a su paso, recuerdos, ideas y nombres revolotean felices con el aire. El clima está seco y eso ayuda a que las lagrimas casi ni se noten.

Y muchos recuerdos se me siguen clavando por algunos huecos de mi alma, pero me doy cuenta que todo lo que no es cuidado termina por volar hacía la nada, todo mal es efímero. Por ejemplo mi gripe de la semana pasada se fue, no hay más dolor en mi  cuerpo y mis pulmones están limpios.

El viento se lleva cosas a su paso, el tiempo, la distancia, la indiferencia; se llevan también el amor. Claro que se debe querer sin esperar nada a cambio, pero el corazón se llega a secar con éste clima tan áspero. El liquido que parecía fluir con cada recuerdo o palabra, ya no corre igual, se queda detenida y estancada, se han secado aquellos ríos que parecían desembocar en un su nombre.

Y suspiro; veo volar hacía -no sé dónde- todo lo que pensé eterno. Marzo es el mes dónde la tierra se renueva, la naturaleza renace a la vida, y además es mi cumpleaños. Es un mes realmente hermoso y aunque el viento corra como un típico sábado de gloria, me sigo preparando en mi cuaresma, es bueno entregar parte de ti al amor máximo, un pequeño sacrificio por aquel que se dio a si mismo por amor; y en eso estoy, me está costando trabajo, pero espero poder terminar la cuaresma en blanco.

Mientras tanto, es bueno voltear hacía afuera, ver el viento correr y consigo unos cuantos recuerdos parecen volar, y desprenderse de mi alma.