jueves, 24 de febrero de 2011

Ir.

Me preparo para el viaje. La distancia la determinará, como siempre, el aprendizaje, y las acciones. La ausencia del mundo me viene bien, aunque siga aquí.

En la vida hay que tomar decisiones, y claro está, no se puede tener todo. Entonces; mientras decido, mientras dejo descansar las ideas y mientras se enfría o se calienta la mente. Me voy.

martes, 22 de febrero de 2011

Empiezo a pensar en los momentos suspendidos. Los abrazos no dados, las palabras jamas dichas. Pienso en tu espalda cuando bajaste del coche, en las ideas que se quedaron en mi, lo que no supiste. Me quede con ganas de algo, quisiera poder decirte tan frenéticamente como antes. Volcarlo todo y no retroceder. Pero me descubro escasa de valor y me contengo en el silencio. En la comodidad del anonimato.

jueves, 17 de febrero de 2011

Consuelo.

Su cara estaba manchada, los colores se confundían con sus lagrimas negras y profundas. Los recuerdos eran como manchones de lápiz sobre un papel húmedo. Quería recordar más por morbosidad que por deseos. Pero todo le parecía lejano, habían pasado años en esas tres semanas. El tiempo carece de significado general cuando la apreciación de éste se confunde.

La mente le pone nombre a las cosas, es una mala costumbre que tenemos los humanos, pensaba mientras acariciaba sus dedos para así poco a poco hundir sus uñas en las muñecas, intentando, sin éxito, desgarrar aquellos dibujos azules y morados que se aparecían en su blanca piel. Debe haber sangre bajo todo éste problema, e intentó imaginar como se vaciaba de ella, como pretendiendo que con ella se fuera la realidad que la atrapaba, como las venas a la sangre, como su cuerpo al alma.

Callada, sentada aparentemente en un sillón continuamente se repetía, como tratando de convencer a su propia dignidad. Quería ser una de esas personas que daban testimonio de sus vidas. Todas las cosas malas pasan por algo, y tienen su función de aprendizaje profundo. Quería creer que todo "eso" que estaba padeciendo tenía un propósito constructivo en su vida. Prenderse de las faldas de la fe y dejarse llevar por lo que dicen los que creen. Pero dentro de ella sabía el origen de la injusticia y el temor que todavía sentía.

Por más que tapizara sus pensamientos con amarillas razones de luz, todo volvía a teñirse de escalofríos y de pellizcos que se hundían en sus costillas. Seguía manchada de su propia amargura, desconsolada.

lunes, 14 de febrero de 2011

Jah, amor!

El amor, categóricamente hablando, sin todos esos cuentos chinos, sin los adornos, sin las desgracias, sin las cosas que separan o unen, sin ti, sin mi, sin todos los problemas. El amor es simplemente cosa de coincidir.

A veces uno va forjando un amor solo, el otro recibe el amor y no da nada, creyendo que no se espera nada a cambio, pero si. El amor es un animal hambriento, que si no se le da lo necesario, se vuelve horrible, seco y distante. Lo he aprendido; el tiempo convierte al amor en conformismo, al conformismo en obstinación y al paso que vamos, sobajamos tanto la palabra que termina por no significar nada. El problema con el amor son las ataduras, los malditos dolores de cabeza de las visualizaciones. El amor no tiene tiempo, dura, mientras se termina o empieza.

Por eso damos gracias por los momentos, los años, los meses y los días. Mientras no quede nada.

Observar.

La veía inmóvil, como pocas cosas en el mundo, firme. Esperando algo, aunque estaba segura no sabía qué. El sol le acariciaba las los poros, todos abiertos y secos por la temporada, saludando al viento. La piedra, observaba mi quietud.

De la amistad.

En todo momento son necesarios los amigos, para confiar, para reír, llorar e inclusive para gritar. Pero hay circunstancias en las que son imprescindibles. El amor filial es eso, amar a tu hermano, a cualquiera que llegue o se vaya. Hoy es un día donde se festeja mayormente el amor de pareja. Aunque hoy volteo y me doy cuenta de quienes van quedando, de los que son realmente mis amigos y los que no, los que llegan, los que se van, los buenos y los no tan buenos. Todos dejan huella en mi mente y en mi corazón y es día para agradecer su aparición.

Necesito un amigo, es cierto, tengo varios, no muchos porque creo que tampoco es cosa de coleccionarlos. No me arrepiento del tiempo invertido en el amor, eso ha quedado en las arcas de la vida, me arrepiento tal vez de los errores, pero los que realmente me quieren, sabrán que soy humana y me equivoco, los demás, son igual de bendecidos.

Hoy alzo mis ojos, veo quienes me extienden la mano, veo al amigo.

jueves, 10 de febrero de 2011

De la falsa sensación.

Corremos tras las ganas de tener más, nos arrastramos por proporcionarnos "comodidad" tener coches, casa, telefonos, vias de comunicaciones nuevas. Ventas, basura, calles, contaminación, idealismo, contradicción, miopia mental, rescisión.. Todo en una gran licuadora de necesidades, deseos irresistibles, cuerpos con la pasión en los dientes.

Y siempre buscando sentir satisfacción, verse sanado de la mente, del cuerpo o del espíritu. En busca de una paz exterior mientras el mundo interior ruge en revolución. Grandes o pequeñas ciudades, hambre de poder, calmantes de azúcar.

El placebo de los pueblos es el deseo de la "obtención", de la falsa sensación de paz.-

martes, 8 de febrero de 2011

Gigante.

Volteo hacía la puerta, las cadenas estaban puestas, y sólo brillaba un poco el metal de la hendidura. Pasé mis manos por mi cabello, y todavía podía escuchar el trajinar de mi corazón después de soñarte. Grandes pasos tras de mi, tu gigante, yo como una hormiga en la inmensidad de tu calzado.

Mi niñez contigo fue difícil, me convertí en un hombre a los siete años cuando mi madre desapareció, y tu, te convertiste en un monstruo. Hubiera querido domarte, encadenarte cómo ahora lo hago con la puerta de mi apartamento. Pero sigues dentro de mi, recordando a cada instante la inmensidad de tus palabras. El miedo de un niño deja ciego al adulto. Yo te tenia miedo, más bien, todavía te lo tengo.

Veinte años desde la ultima vez que te vi con vida. Tres años desde que convertí tu horrible cuerpo en cenizas y lo dejé en aquella parada de autobús "olvidado". Tu eres, para mi, más que tierra. Eres pesadillas, marcas en mis brazos, mi sangre; la del piso, la de mis brazos.

La noche seguía su curso, debía de volver a dormir, pero como siempre, tu recuerdo, el único recuerdo de ti, seguía relampagueando.

viernes, 4 de febrero de 2011

Momento.

Día tras día igual, como si le sacaras copia al tiempo. Viernes, lunes, sábado; lo mismo. Rutina de dolor incompatible con el viento fresco y la falta de sol. Volteo hacía el reloj, las tres de la tarde, bien podrían ser las diez de la noche, no habría diferencia. El silencio causaba eco en mis oídos y los abrazaba. Tener una inspiración por éstos días es difícil, intentas concentrarte , caminas por la imaginación y de pronto te encuentras cayendo al vacío.

Luces, colores, mapas mentales de la incontinencia lagrimosa. Quisiera tener un regimiento de soldados que me defendieran de las malas intenciones y de las pésimas decisiones. Pero no lo tengo, entonces, tengo que agarrar mis armas; mi escudo, una flecha, un par de dardos envenenados (que claro está no se usar). Yo contra mis propios molinos de viento del lugar de la mancha que tampoco quiero acordarme.

Regreso al cuarto blanco, estoy contemplando las enfermedades que me hicieron estar en éste sitio. Pero no vale la pena, el interior es aquella dimensión a los que pocos se atreven a entrar, y otros más no les interesa. Recurro al espejo como recordatorio de lo que soy, después de tantos años y lo único que me queda ésta justamente aquí mismo.

Te haz preguntado qué sigue después de las dudas. Yo si, pero temo que no siga nada, si no más dudas. Al final somos un montón de suposiciones, de hechos, de resignaciones, un par de logros, varios rechazos, y una sola realidad, sólo quedará una cosa al final; el reflejo del espejo.

La indiferencia es como el viento, está por todas partes, entonces, sacamos la realidad por la ventana, desaparecemos a la compañía, es momento de amarme.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Lección.

No pretendas jalarle los pelos a un gato, no desgastes tu voz con los ciegos de corazón mutilado. Sécate las lagrimas si ya se ha ido, no recuerdes lo que fue como lo que hubiera sido, y sobre todo deja ir a los muertos, aunque caminen extraños por algún lado, son humo y no dejan ver el camino que tienes enfrente tuyo.

Si han decidido dejarte, y no estas conforme y repelas, deja ir al extraño, que el que te amo ya se ha marchado. Recuerda usar cubiertos, pero usa las manos para probar nuevas cosas, y verás que hay nuevos sabores en rosas plateadas y besos robados. Que te interese la cultura y las artes, pero también tu vecino de alado. No cultives sobre lienzos mojados, mejor refleja tus ojos cerrados bajo una noche clara de invierno e imagina tu mejor escenario.

Lamenta los errores un día, aprende de ellos, pero no los reiteres soñando. Lo que comienza, termina, lo que termina se queda en el bao. Navega si hace falta, si no camina, corre o simplemente lee un libro. No aprendas del que no se equivoca, que de perfección estamos cansados. Voltea a ver al de abajo, apriétale la mano y deja que él te ayude a apreciarlo. Cuando hables, recuerda que más es menos. Pero discute, que el que no pelea, pierde en silencio y termina casi siempre aceptando.

Te lo digo, porque hace poco lo aprendí suplicando, nada es grato cuando estas abajo, pero ha cómo se ve poco a poco, que de pronto, las mareas suben de a poco.

Gian Marco - En Venta



Hoy canto, porque a veces, la música tambien abre las puertas a lo que pasa.

martes, 1 de febrero de 2011

Mañana.

No es suficiente con patear la puerta, enterrar las uñas en los brazos, brincar para ver que se observa. El futuro es la enigmatica evidencia de que no podemos controlar nada. Entonces, de qué se trata la patetica mania del ser humano (por lo menos mi ser humano) de querer controlar todo a mi alrededor, de tener seguridad(fortuita o ganada). Qué ganamos en sustentar nuestras bases en estables años de resignación y lucha, si todo se puede venir abajo con un sólo soplo amargado del viento.

El futuro es un bastardo que se sabe indispensable. Entonces volteo hacia arriba, lo observo como queriendo adivinarme. No lo puedo hacer, son tan volatiles, fragiles, estériles nuestras vidas, que pueden cambiar con un pestañeo o acabarse, secarse, aplastarse. Nos podemos hacer mucho daño entre nosotros, mientras el maldito futuro se burla de nuestras decisiones. Entonces, de qué me preocupo? Me pregunto reiteradamente ante el espejo. El futuro es la promesa de "sea lo que sea" que no llega a concretarse jamás en ese tiempo. Todo lo que se tiene se llama "ahora", en éste segundo. Basta con sacarle la lengua al tiempo, y acomodar mi pies sobre la arena.