jueves, 26 de noviembre de 2009
Amor.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
El tiempo pasa.
martes, 24 de noviembre de 2009
No te olvidé..
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Valery no tiene quien le escriba.
El ego.
Me he dado cuenta, que los grandes problemas del hombre son causados por el ego; y es evidente que dicho ego es alimentado desde pequeños, nuestros padres nos dicen, “debes ser el número uno, tú eres el mejor no te dejes, lucha por lo que quieres sin importar nada” y así puedo dar miles de ejemplos, que muchos pueden ser disfrazados por grandes enseñanzas de autoconfianza o superación personal, no digo que estén mal del todo; solo que de niños no podemos analizarlas como deberíamos y nos vamos con una interpretación textual de lo que nos dicen.
Grandes discusiones a todos los niveles, son dominadas por el ego; donde discuten dos mandatarios de diferentes países y no logran ponerse de acuerdo, ¿adivinen de quien es la culpa?; cuando un matrimonio discute el ego es tan grande, que puede con esa gran fuerza que los unió alguna vez, el amor. Por culpa del ego existen las crisis, pero no solo económicas, si no morales y espirituales, que causan mayor problema y que además son más peligrosas que una simple crisis económica.
Cuando crecemos, estamos en posición de tomar decisiones importantes en la vida, el ego nos acompaña siempre, aunque en muchas circunstancias sabemos con claridad que podemos no tener los resultados esperados, porque otras personas con mayor experiencia nos lo dicen, aun así lo hacemos y aunque tengamos pérdidas morales, económicas, financieras etc. Nos aferramos porque el ego así no los indica, más bien nos ordena, nos domina, nos controla.
Y nos volvemos inconsistentes, porque nos aferramos tanto a “nuestro ego” que somos capaces de poner en nuestra mente barreras para no afectarlo como; “ésta bien no gane, pero gane un chorro de experiencia”, “La tercera es la vencida”, y lo arriesgamos todo por lo que queremos, por lo que nuestro ego hace que nos aferremos.
Tampoco estoy diciendo que no debamos de tener metas ni de querer triunfar en la vida, pero siempre ponderando las cosas, siempre sabiendo perder, sabiendo cuando no es nuestro momento, valorando lo que se tiene; amando y esperando. Existen personas que el ego los confunde, los maneja, y con el deseo, el impulso de ser triunfadores, en la vida, pisotean, arrasan todo lo que se les presente en el camino para lograr lo que quieren, y aquí el ego se disfraza de poder, prestigio y dinero
Cuantos hombres que se dicen ser exitosos, lo son, pero solo en lo que su ego les pedía, dejan de largo todo, se enfocan tanto en su “meta” que se vuelven vacíos vánales, ricos tal vez en dinero, pero pobres en espíritu. Decía Sócrates conócete a ti mismo. Creo que ahí está la solución, si nos conocemos honestamente y tenemos el deseo firme de dejar el ego, empezaremos a ser humildes, el primer paso es aceptar que somos ególatras. En ese momento estamos ya iniciando un verdadero cambio en nuestras vidas que nos dará equilibrio. Para todo debe haber equilibrio, hasta para las metas, para los sueños. Lo difícil es encontrar ese equilibrio y que nuestra meta sea ser y hacer feliz.
domingo, 8 de noviembre de 2009
beauty and the beast
sábado, 7 de noviembre de 2009
En tu ciudad III.
No he dormido en días, la emoción de éste viaje, siempre me hace olvidar muchas necesidades, como dormir, inclusive, no recuerdo cuándo fue la hora de mi último alimento, por eso dicen que desde que te conocí me ven más delgada, supongo. Busco por tus calles algún lugar en el que pueda descansar, no sé qué tipo de moneda utilicen, todo parece tan extraño, tan extranjero, pero tengo un par de billetes en mi bolsillo, una moneda que me dejaste en uno de nuestros últimos encuentros y una tarjeta con un número impreso.
En mi camino se me aparecen sombras, a pesar de traer puesto mis lentes no les encuentro rostro, no me dan miedo, pero tampoco me fio como para pedirles instrucciones, no soy tan aventada. De pronto un lugar parece tener aspecto acogedor, no me preguntes su nombre, ya te he dicho que no hablo más que castellano, aunque nunca te gustó mi idioma. Decidí entrar para ver si podía hacerme entender. Detrás de un mostrador, que parecía más una puerta de madera sobre un par de pedestales de piedra, se encontraba una mujer alta, su cara parecía apacible, pero dejaba entrever rasgos de nostalgia y tristeza, -debe ser aburrido, atender un hostal, como éste en una ciudad tan pequeña-, me dije, de nuevo haciendo gala de mi poca agilidad con la mímica, levanté mis manos y señalé hacia las llaves colgadas detrás de la Señora, que indicaban el número de habitación, la señora voltea a verme con una mirada piadosa y como magia la escucho decir; - quieres un cuarto jovencita?.- en ese momento la sangre empezó a correr por mi cuerpo desplazándose principalmente por mis mejillas, - de verdad me debí ver tan tonta, tratando de explicarme en señas, no sé porque no lo intenté primero con palabras-, después de un gran suspiro de alivio, volteo a verla y asiento con mi cabeza, mi miedo de abrir la boca sigue vivo, por lo que veo, ella dice – Son 5 androides-, Cinco qué???, grito en medio de ese pequeño lugar, tenía desde anoche que no escuchaba mi propia voz, que pareció venir de otro lado, - pero es que solo cargo con moneda mexicana, pesos? Entiende? le dije. – Ah bueno- dice ella, -en ese caso son 100 pesos-, uff!! Qué alivio escucharla decir pesos, ya me había imaginado durmiendo sobre una banca en medio de la plaza principal, sí es que daba con ella.
La señora me tendió las llaves, las sujete en mis manos y le correspondí con un hermoso billete de 100 pesos, no pretendía quedarme más que una noche solo para descansar mi cuerpo. De la llave colgaba un número 24, supongo debe ser la habitación, la señora me hace ver que siga por las escaleras y sin pensarlo dos veces mis cansados pies se ponen en marcha. Cada escalón que subía parecía más pesado conforme avanzaba, así pasa con los viajes, hasta las cosas más pequeñas te cuestan, todo equipaje por más sutil parece contener piedras, como el mío, solo cargaba con una pequeña mochila sobre mis hombros, pero parecía que Sísifo me había prestado su piedra.
Entré a la habitación y me dejé caer sin pena sobre la cama, ahí comienzo a sentir como mis ojos pesaban, se cerraban poco a poco, no sin antes imaginar tu rostro que me recordaba que me encontraba todavía en tu ciudad.
Continuara... supongo...
Tu ciudad II.
Me encontraba otra vez sola, recorriendo tus calles, me sigo perdiendo en ti. Quizá sería bueno que me prestaras un mapa.
Tendré que recordarlo la próxima vez que te vea, no sé cuando ocurra, habías dicho que volverías, o no?, es fecha que no he tenido noticias tuyas, pero no me desanimo, nuestra amistad trasciende más allá de la distancia y el tiempo, aunque me bastaría saber que estas bien, esos lugares en los que te gusta andar son peligrosos, llenos de animales monstruosos y personas que resultan peores, quizá sean iguales que los que mi me ha tocado conocer.
Dijimos que teníamos que tomar cada quien su rumbo, y respeto tus rutas, a mi en cambio me ha tocado visitar de nuevo tu cuidad, y esta vez no estás para acompañarme. Y sin querer mi mente me remonta al pasado Julio, qué diferente era todo en esa época, estoy sentada en la misma calle, y todo se ve diferente, tú no estás aquí, la estación del año que nos acompaño en esos días ha dormido, dejando pasar al otoño, deberías de ver lo hermoso que se ven esos dos robles en ésta época del año, parece que la muerte de sus hojas no les afectan, sigue con el mismo baile de siempre, sólo sus colores han cambiado, su hermoso color verde ha mutado a ese café característico de otoño. El clima, frio, pero lo suficiente para sentirlo cómodo, a gusto, quisiera tener tu mano para calentar mi alma por un momento, poder abrazar tu pecho, sería como un trago del chocolate más delicioso que mi paladar ha probado, pero como ya te lo dije, todo se ve diferente sin ti. Incluso ésta nuestra calle, perdón tu calle, hasta ésta tu propia ciudad.
Han pasado muchas horas, desde que te fuiste, he recorrido ya muchos kilómetros, me recomendaste que visitara ciudades nuevas. Me han invitado a hacerlo, lo he hecho, pero por una extraña razón todas las ciudades me parecen iguales, la misma estructura, en ellas no me pierdo, porque siempre me encuentro acompañada, siempre la misma rutina, visitar el ayuntamiento, la iglesia, lugares históricos y terminar con una cena o una película en el cine local.
No me resultan familiares las otras ciudades, a pesar que pretenden hablar mi mismo idioma, me resultan incomodas, demasiado cálidas, demasiado joviales, demasiado ordinarias. En cambio hoy que me encuentro una vez más sentada en ésta calle angosta de tu hermosa ciudad, un suspiro me hace entender porque mi cuerpo siempre quiere regresar y pasa por alto lo complicado de sus calles empinadas, el idioma de sus habitantes (sí es que alguien puede llamarlo idioma) y lo hostil de su clima. Vale la pena.
Pero es tiempo de partir, tengo que seguir conociendo, me lo pediste la ultima vez, tu lo haces, a tu manera claro. Pero no recuerdo la salida, quisiera encontrar el valor de volver a preguntarle a alguien, pero me he quedado sin aliento con el ultimo sujeto, todavía no recuerdo como es que llegue de nuevo aquí, siempre me parece olvidar tu ruta, pero mi cuerpo llega sin abrir los ojos, parece conocer muy bien el camino para llegar a ésta tu ciudad.
Tengo que pararme y seguir caminando, a pesar mio tengo que seguir recorriendo tus calles, no hay otra manera de salir. Pero como ha pasado el tiempo!!, el cielo comienza a aclararse, no puede ser casi amanece de nuevo! y yo sigo aqui!!.
Seguiré caminando, no pasa de que me pierda de nuevo, ya encontraré un ciudadano más sensato, al que le pueda preguntar en ésta tu ciudad.
Continuara... creo....
viernes, 6 de noviembre de 2009
Tu ciudad.
Me encuentro una vez más caminando por tus calles, siempre me pasa lo mismo, por más que te recorra, cuando menos lo espero, me encuentro perdida, nada de lo que veo me parece conocido, se está haciendo tarde, escucho a lo lejos unas campanas que resuenan, -debe ser misa de 7-, pero no logro identificar el origen, si tan solo pudiera saber donde se encuentra la iglesia, podría volver a un punto conocido y así encontrarme de nuevo, pero no puedo, me encuentro completamente indefensa, empieza a hacer frio, me gusta, pero me incomoda el viento es muy fuerte para ésta época del año, parece viento de abril en pleno noviembre.
Y sigo donde mismo paso por el mismo punto, un café llamado “Recuerdo”, vaya nombrecito! Pareciera que se burla de mi, el tiempo pasa es evidente ya no queda en el cielo un solo rayo de sol, pero mi mente no lo percibe, el tiempo en tus calles parece sostenerse como una pluma en el aire, cuando crees que va a descender que ha acabado su ruta, el viento la levanta y comienza de nuevo. No logro ver bien y pienso que sería un buen momento para pedir indicaciones, tomando respiro muy hondo me armo de valor y me digo, -No importa, la primer persona que vea-, mis ojos recorren esa angosta calle y nada, solo sombras, parecen fantasmas, nada que pueda asociar con una persona. Me embarga un sentimiento frio, asociado al miedo, supongo, el clima no me deja identificarlo como debería.
De pronto como milagro parece que mi mirada logra identificar un cuerpo, es un hombre creo, me lleno de valor nuevamente y me decido a hablarle. -Hola, disculpe-,La persona me voltea a ver, como quién ve a un pordiosero. Era un hombre joven quizá unos 25 o 30 años, no más, me resulto conocido pero pase de largo la duda, llevaba un pantalón negro o gris, era de noche y la obscuridad solo estaba aclarada por una sutil luz, una camisa de color blanca y una corbata obscura con unos dibujos bastante extraños. De su boca escuche un sonido que no logro identificar como lenguaje, yo desesperada hice señas, con mis manos hacia donde creí que provenía el sonido de la iglesia, el solo me ignoró. Y se fue.
Me encontraba otra vez sola, recorriendo tus calles, me sigo perdiendo en ti. Quizá sería bueno que me prestaras un mapa.
Frase de hoy.
Si tengo fe.
jueves, 5 de noviembre de 2009
Como Martha.
Física & Química
Insomnio
miércoles, 4 de noviembre de 2009
Paz
Entre ligas y llaves perdidas
- Cuando se estira una liga, casi siempre vuelve a la normalidad, tiene esa facultad de estirarse y regresar a como estaba, en cambio a veces, se estira tanto que jamás queda igual o llega a romperse, bueno así creo que me pasa a mi h, he estirado tanto, me he forzado tanto en muchas cosas, que mi "liga", está a punto de romperse, de entrada ya no es la misma, y difícilmente volverá a su estado normal. Tengo que evitar que se rompa, es difícil conseguirme una liga personal de nuevo.
- Por otro lado, todos los días me pasa lo mismo, siempre que quiero salir de casa, me pregunto, y mis llaves? lo que siempre acarrea "la gran búsqueda" , lo peor, casi siempre están donde mismo, sobre el escritorio frente a mi cama o en la mesa de la cocina, pero mi cabeza no lo entiende y busca en todos lados, sobre la cama, en mi bolsa, en mi closet, vuelvo a buscar en mi bolsa, hasta que después de varios minutos, me digo; -hay claro están sobre el escritorio, como siempre!-.
martes, 3 de noviembre de 2009
Is this our last embrace?
Desamor for Dummies
lunes, 2 de noviembre de 2009
Es mejor no saber.
releer.
Estoy haciendo mal las cosas.
Estoy haciendo las cosas mal, creo, no puedo tener poses, no puedo tener estrategias, ni tácticas. Solo me nace “ser” como yo(contigo). Cosas como “hacerme la interesante”, no se me dan, no tengo la paciencia ni el interés, dicen que el amor al final de cuentas no es más que un juego, sí, estoy de acuerdo, para los que tienen tiempo de jugarlo, para envolverte en ese estire y afloje, en ese esconderte y dejarte ver, se necesita tiempo. En cambio a mí, solo me queda una clase de tiempo, “tiempo de espera” a que mi corazón deje de latirte, contigo sólo me queda el ahora, todo aquello que caiga de tu mesa, todo me sirve. Te amo en idea y en realidad, pero me quedo sentada, me quedo dándote vueltas en mi mente, te me escapas y a veces, de repente, como un milagro, me vuelves, recuerdas mi existencia; me mandas letras, números, puntos, te me haces fugaz. Y todos mis YOS te reaccionan y te agradecen.
Mi gente, se desespera, me dicen continuamente que estoy haciendo las cosas mal, que no vale la pena tirarte tanto amor, que es infértil lo que te-me doy, que eres un espejismo. Los entiendo, ellos no te ven, ellos no te saben, sí pudieran ver lo que yo veo, lo que me haces sentirte, incluso puedo jurar que tu no lo entiendes, me gustaría que pudieras entrar a mi corazón y sentirme, que me entiendas, que te veas como yo te veo. Sólo así lo entenderías.
Porque, a pesar de tu ausencia, mi mundo parece estar más hermoso, iluminado, más claro, me haces inventarte en palabras, me haces descubrirte en inspiración, te busco en todas partes, en niños, en carros, en lugares, te me apareces en todo, incluso en mis dibujos, pongo de pretexto lo que sea, lo que el mundo me dé, solo para verte.
Me escucho absurda, cursi, boba, lo sé, pero es mi forma de amarte, no te puedo explicar él porque te amo, no te elegí, no entiendo que fuerza extraña me hizo “caerme en ti”, no tengo ni justificación, ni explicación lógica, pero te puedo asegurar, que hay algo más fuerte que yo moviéndome.
No te pido; ni tiempo, ni vida, ni amor, ni pensamiento, no quiero pedirte nada, quizá perdón, porque sabiendo mi realidad, sigo mostrándome, sigo insistiéndote, sigo viviéndote, sé que llegará el día del final, nada es eterno, no sé cuando llegue, quizás seas tú el que se vaya primero, muy seguramente.
Sé que en mi futuro, hay algo más que tú, más que tu y yo, quizá en un año, mi vida esté volteando para otra parte, quizá en otro Julio ya no recuerdes ni mi nombre, puede ser, las cosas, el tiempo se nos ocurren, nos atropellan.
Mí noviembre empieza, no sé que traiga consigo, lo camino, me ilusiono de él, no me ha quedado otra cosa, a pesar de saber y estar consciente, que estoy haciendo las cosas mal contigo.
El aroma del sentir.
Tantos sentimientos, tantas clasificaciones, sin ser psicólogo o psiquiatra, podría hacer una tabla y llenarla con todos esos sentimientos y las combinaciones que puede haber entre ellos, hasta podría ponderarlas.
Me sigue sorprendiendo observar la manifestación de esos sentimientos, lo diferente que al parecer somos y la similitud del sentir humano, de nuevo –hablando de mi- cuando yo amo lo entrego todo, me salen frases, ideas, me quedo instalada en un estado de “interdicción”, me acomodo en mi silla cursi y lo disfruto, me adormezco con el suave aroma del amor sin pensar en las consecuencias. Curiosamente mi estado de “enamoramiento”, me llena de luz, de inmensa –electricidad y sensibilidad, apreciación-, ayer de la nada, observando, me di cuenta -que rico huele el sabor de la mirada de un corazón enamorado- y de eso se tratar de sentir. Seguir sintiéndote.
Buen inicio de semana.