Situaciones afortunadas.

Hoy amanecí cantando a Ismael Serrano, lo hago bajito, y sólo yo sé de qué hablo, pero pienso en las cosas que se quedan a medias, en todas esas madeja de situaciones que por alguna razón jamás concluí. Y es que no puedo decir que no haya puesto todo de mi parte para que funcionaran, dos, tres oportunidades. Pero es que para que las cosas funcionen//ahora lo sé// tiene que haber una sinergía de situaciones afortunadas; voluntades, suerte, tiempo, lugar, espacio.. y que los egos se limpien de suciedad, mientras eso no ocurra, miles de cosas quedarán en el tintero de las emociones, de las oportunidades, de las catástrofes.

Cosas nuevas.

Te noto sonreír al despertar e inmediatamente me contagias de felicidad. Empiezas el día cantando, moviendo las manos y diciendo mi nombre con los ojos. Caminas por la casa, este pequeño lugar que solo es tuyo y mío y nos lo impregnamos de nosotros, pintamos nuestros sentimientos en cada pared y colgamos nuestro corazón con taladro y broca. Hay muchas cosas nuevas, otras que me he traído de vidas pasadas, pero en general todo parece resplandecer, como si por primera vez entendiera para qué funciona la vida, como si diera los primeros pasos y tus besos me mostraran otro mundo muy diferente al que antes conocí. Ahora todo es, y aunque nada sea seguro, te puedo tocar y veo tu sonrisa al despertar y un contrato en la mesa y dos tazas de té.

En dos.

Y de pronto todo se parte en dos, el tiempo, la casa, los momentos de felicidad se multiplican y tu y yo amanecemos abrazados. podrían pasar lo peor y también esperar qué sucede con la conjugación de nuestros verbos; dicen unos que el primer año es el más difícil, otros que la adaptación del primer mes. Maldita sea, quisiera quejarme de algo, pero no puedo, eres fácil y yo complicada, por eso es preferible bailar y escuchar la música que me haces cerquita al oído. Tus manos como siempre sobre el piano o la guitarra o tus cosas, siempre trabajando; mis manos inquietas y mi mente corriendo y filtrando todo lo que pasa, intentado ver algo que pudiera estar mal. Pero no todo tiene que ser dramático. También hay estos momentos, en donde la felicidad transcurre en los días, nos respira lenta y profundamente entre sueños. Nos partimos en dos, así como mi corazón que ahora no es sólo mío, es nuestro y tu.

Patadas.

La felicidad y la paz no tiene precio, ni hay que darle explicaciones a nadie más. La vida es así una serie de toma de decisiones, a veces tienes que romper cosas y seguir adelante. A veces, supongo, tienes que odiar y patalear para encontrar la paz y la serenidad, aunque esto no cambie nada en tu entorno o para con los otros. Luego hay otras ocasiones en las que tienes que pensar en los demás y dejar tu felicidad en pausa. Pero lo más importante es retomar tus decisiones, aunque sean difíciles y aunque no le gusten a todo el mundo. Estoy viviendo un periodo de dicha increíble, y aunque siempre encontremos retractores y gente que no este contenta con la misma, no queda más que desear el bien y dejar atrás. No hay piruetas y tretas, la vida es simple, solo tienes que seguir respirando.