En dos.

Y de pronto todo se parte en dos, el tiempo, la casa, los momentos de felicidad se multiplican y tu y yo amanecemos abrazados. podrían pasar lo peor y también esperar qué sucede con la conjugación de nuestros verbos; dicen unos que el primer año es el más difícil, otros que la adaptación del primer mes. Maldita sea, quisiera quejarme de algo, pero no puedo, eres fácil y yo complicada, por eso es preferible bailar y escuchar la música que me haces cerquita al oído. Tus manos como siempre sobre el piano o la guitarra o tus cosas, siempre trabajando; mis manos inquietas y mi mente corriendo y filtrando todo lo que pasa, intentado ver algo que pudiera estar mal. Pero no todo tiene que ser dramático. También hay estos momentos, en donde la felicidad transcurre en los días, nos respira lenta y profundamente entre sueños. Nos partimos en dos, así como mi corazón que ahora no es sólo mío, es nuestro y tu.