jueves, 19 de enero de 2012

Sin titulo.

Hay millones de cosas que no caben en una carta, una tarjeta, un regalo o cualquier tontería que se pueda enviar por paquetería. Es necesario vivir y tocar para sentir, es cierto.

Nunca lo he negado, me considero completamente amante del romanticismo y todas las coqueterías que con ello se sucintan. Pero también, el tiempo, la vida, las experiencias, y tal vez, los años que vengo arrastrando desde mi acta de nacimiento para acá me han hecho cautelosa y tal vez un poco fría. Hay situaciones que exceden los controles de lo real y lo imaginario. El amor es para mi, una situación difícil de controlar a pesar de mis múltiples cerrojos, factores, y cocodrilos hambrientos.

Dicen que no existe el amor a primera vista, bueno pues no sé qué tal les sonará el de "a primera oída" Supe que estaba perdidamente enamorada de él, la primera vez que escuché su voz, el sonido provino de un ser que, a pesar que ya había compartido ideas, se materializadaba en sonido y perpetuaba en mi organismo por primera vez en forma casi humana. El sonido de viento en el fondo de la grabación, los pocos minutos que duró, la cama en domingo mientras la escuchaba, recuerdo cada cosa, cada palabra, hasta la luz que se filtraba por mi ventana en ese momento.

Y es cierto, el amor se prepara camino, después de millones de mensajes, de tiempo, de letras, de ideas, de comas y puntos, su voz acarició mi oído y sentí como todo cobraba sentido en mi pequeño mundo. Las tonterías de la realidad, los engaños, las distancias y los estereotipos me quedaban lejos aquella mañana, dónde era sólo él, su mundo, yo y el mío.

Visto desde fuera, las historias de amor son siempre la misma cosa, con sus tintes de drama y comedia, sus finales trágicos o sus ceremonias nupciales. Pero, si miras desde cancha, desde dónde ves al toro acercarse y sientes que tus rodillas tiemblan, y las cosas se ponen así como ridículas. Es ahí cuando comprendes que el amor es un animal misterioso, ninguno igual, todos con diferentes formas, miedos, y peligrosidades. El amor, además de ser un concepto es un estilo de vida, un paradigma entre lo real y lo imaginario, entre escuchar su voz y enlatarla, hasta llegar a sus brazos y volar de vuelta a casa. Nada se escribe solo, nada es igual a otro, todo se inventa constantemente, y con eso me quedo.

viernes, 13 de enero de 2012

Sería.

Sería como volver a un lugar en el que sólo he estado en sueños, besar tus labios nuevamente, pero esta vez con tus manos rodeando mi cintura y tu respiración inundando mi piel. El nerviosismo es evidente, los días se alargan como si los ensancharan por los lados y los minutos caen peligrosamente sobre el suelo, carcomiendo el suelo que piso y orillándome a mirar de puntillas aquel lugar dónde habitas.

No es fácil entender como mi corazón corre más rápido que mis pies, ni ver cómo mis ojos miran al vacío dónde deberías estar tú. Pero te conozco y a pesar de las consecuencias, las horas, los retrasos y todas las cosas que se acumulan bajo la almohada, te tengo en nuestro lugar de encuentro.

Y así sería sí tan sólo el tiempo volara y me llevara a tu lado ahora mismo. Me conformo con la lógica que me da lo que hemos vivido, los pasos ya dados, el tiempo que hemos esperado. Ansío tenerte en mis brazos, escribir nuestra historia, repetirla tal vez, y me beses, como cada noche, antes de dormir.

jueves, 5 de enero de 2012

2012

Estrenar el año como cuando se estrenaban libretas nuevas en el colegio, o cuando tienes un amor nuevo, o cuando descubres un buen libro, un buen juego, una buena conversación. Expectativas, si, pero también actitud y buena disposición, de eso de depende de cómo quieres que sea lo nuevo, lo que se comienza, la empresa que se emprende.

Claro, te lo dije, este será nuestro año, y eso ya de por sí causa una gran ilusión, también en pensar en todas las cosas buenas que tengo por hacer éste año, y sobre todo, lo bien que van las cosas a principios de año. En fin, que pase lo que pase, con las sorpresas, con lo bueno y con lo malo que traiga 2012, ya ventaja es que ya estamos en el, amarraditos, y con el tintero lleno para escribirnos nuevamente y llenar de manchas, dibujos y esas cosas.

Nada de certezas, simplemente, tu mano, la mía, y todas esas cosas que se dicen en la cama antes de dormir. Bienvenida sea a la aventura de lo desconocido.