miércoles, 25 de noviembre de 2015

Hay algo....

Hay algo mejor qué hacer, lo sé, pero me pongo en búsqueda, me concentro y escucho las voces que se grababan en silencio y bajo las sábanas, todos los días. No sé a qué se deba, no quiero decir que los sentimientos se mutilen y se dejen caer una y otra vez hasta destrozarse en mil pedazos, creo que más bien se cambien de nombre y se visten con otra ropa, puede que el odio sea el camino más fácil, luego viene la nostalgia y la melancolía... no sé... después mucho después puede venir la ternura. Hoy los sentimientos se revuelven en una taza de café con leche, no tengo a ciencia exacta bien definidas algunas situaciones. Pero sé que hay algo más qué hacer, me levanto de la silla y me concentro en lo que sigue. Las aves vuelan al sur, las escucho pasar por la ventana, van tarde, hay algo que se esconde tras un vuelo, un recuerdo.

martes, 24 de noviembre de 2015

Nuevo lugar.

Acomodándome a un nuevo lugar, los olores me acompañan y otros se suman a la historia, las tardes silencian mi mente y me consumo por las noches cansada. Ser "adulto"es doloroso, satisfactorio y emocionante. Las responsabilidades no esperan a que salte de la cama, me acompañan desde las sábanas y el día se abochorna de cosas por hacer. Debemos arreglar el patio y sacudir las cortinas, seguir con un guión y el cortometraje que sigue... el trabajo no me deja cabeza para pensar y eso es bueno. Hay pensamientos que es preferible dejar pasar, el tren hace ruido, pero no alcanzo a ver su luz. Es cómodo y por las noches apacible.

sábado, 14 de noviembre de 2015

Creo

Creo, y no me dejarán mentir, que el amor, cómo quiera que quieran y en las modalidades que sea, es Dios, madre naturaleza, esperanza, metafísica... a mi no me importa que método utilizan, eso es tolerancia, pero entre actos de NO tolerancia en todo el mundo, lo único que se puede sentir es odio, sí es lo contrario al amor, yo he sentido amor, a veces sin frutos o como lo siento hoy con frutos, pero el amor, trasciende más allá de toda ideología, no muere. Yo no puedo dejar de amar tan fácilmente. El amor te a aguarda atrás de la cortina. Y aunque mis deseos son de amor y comprensión. No puedo negar el odio que se esconde detrás de las bambalinas y lo siento, quisiera poder explicar que fue mejor, no se puede. Creo que amo, y no importa para dónde vaya dirigido, amo, y eso el importante. El odio siempre hiere, siempre encarcela, jamás podré odiar a quién pudiera odiarme, por que lo amo, las cosas así, no importa que no esté presente. El amor sigue intacto y prefiero amor al odio y siempre mi fe luchará por eso.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Lucidez.

Podría escribir de todo lo que han pasado este año, lo malo y hasta lo que ha quedado atrás. Aunque sé que todavía falta como mes y medio para el 2016, me siento afortunada en decir que ha sido de los mejores años de mi vida. Aprendizaje, emancipación, desprendimiento, formar una familia, hacernos de una casa propia, mucho trabajo y demás. Pero lo mejor, sé está por venir. No siempre hay momentos tan lúcidos como los que tengo ahora mismo, darme cuenta de lo afortunada que soy. Creo que la vida tenía mejores planes para mi de los que yo pensaba, tengo paz y eso, ya es todo un regalo.

Entre tanta claridad, entre los escombros, y los nuevos cimientos, mudanzas y maravillas me encuentro, flotando y cantando las canciones más dulces que me sé. Es un deleite despertar sabiendo que amo lo que hago, que me acompaña el amor, la familia y los buenos sentimientos, lo más profundo del alma no tiene palabras.

martes, 10 de noviembre de 2015

Fatalidades.

Trabajo, trabajo, trabajo, noches sin dormir, millones de pensamientos, la gente sigue la vida allá afuera, los perros ladran, comienza a oler a sopa recién hecha y cuando menos lo esperamos, son las seis de la tarde. No hay horarios que nos esperen a la salida, solo seguir con la incertidumbre de otro día y el contar de las horas. Estoy cansada y cuando eso pasa mis sentidos se lanzan a la fatalidad y me quiero tirar del acantilado cada vez que salgo a tomar aire. Lo cierto es que el trabajo reivindica, y entre eso y lanzarme al ocio, creo que prefiero dejar las suelas de los zapatos en la cancha. Seguiremos trabajando.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Pinturas.

He vuelto a pintar y aparece la belleza, los colores se desbordan y las imágenes caminan solas por el papel. Las ideas crean forma y se revuelven con agua, se crean manchas, sombras, el pincel acaricia mis pensamientos y de pronto ante mi habla. La vida resplandece en formas multicolores la luz se filtra por la ventana, las partículas atienden a lo que estoy haciendo. El tiempo vuela, he vuelto a pintar y mis manos se visten de acuarela...

Cerrado.

Cerrar los ojos, la miradas se encuentran en el cosmos de lo infinito, las palabras sobran (como siempre) El tiempo se estira, te sientes atrapado entre piedras colosales que levitan a nuestro al rededor. Hay placeres que persisten en atacarte como tortugas mordelonas, y lo hacen. Abres los ojos y sientes como el frío entra por la ventana, la vecina comienza su ajetreo matutino, despiertan los niños y las aves. Cierro los ojos, no quiero interrupciones.

martes, 3 de noviembre de 2015

Perdemos.

Dónde está, me escape de aquel suspiro que no tenía sentido, y la puerta abierta para ver si el aire trae consigo alguna esperanza. Decidí saborear pausadamente el desayuno sin preocuparme de dónde estaré sirviendo la mesa el día de mañana. Me instalé en una casa, guardé mis cosas y se integraron otras. La felicidad siempre deja estragos, hay más de un naufrago que perdió la guía cuando el ciclón de mis emociones encontró puerto. La perdición hace que busquemos sonidos familiares en las olas del mar, y que por la noches quiera vaciar mis bolsillos y correr a otro pueblo. Es necesario que rescate a los damnificados, colocar cada cosa en su lugar y tener mejores caminos. Pero, dónde está el suspiro y el tono en que se decían las cosas. Me oculto y recojo las sensaciones que amanecen cuando el suelo cae bajo mis pies antes de quedarme dormida. No lo encuentro.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Saltemos.

Saltamos de un mundo a otro sin darnos casi cuenta, el piano sigue tocando y las garras de antiguos conocidos desaparecen para dar paso a bruma, a una estela de viejos pensamientos que derriten por completo la cápsula del tiempo que pretendes enterrar en el jardín de ser sinverguenza, a mi eso de ponerle nombre a las cosas ya no se me da, para especificar están los veintes, llegamos a una edad donde soltamos las riendas a los estereotipos y brindamos en un sótano con amigos que no conocemos.

Entendemos que correr riesgos es tomar agua diariamente, ocho vasos dicen por ahí, y aunque a veces nos encontremos con terrosos y desanimados bocanadas de "algo" que se enfrenta a nuestro paladar y sentidos en contra de lo que deseamos, pues el panorama no podría ser mejor. No podría entender la vida de otra manera(ahora) y entre tanto paralelismo y siluetas que desaparecen al entrar en una nueva tarea, pues, hay paz momentanea.

Por eso, las gargantas de todos deberían estar afónicas, porque las intenciones y los sentimientos no siempre concuerdan con las actitudes, no somos la congruencia que el mundo busca, no parecemos modelo a seguir, pero continuamente las contradicciones traen lo real, ese pequeño instante, como cuando por la tarde se ilumina en un naranja mágico y parece que es sacado de un sueño hermoso, es decir, perseguimos ese mismo espejismo, a veces en comunidad, la mayoría en la soledad de la imaginación. Salta, viene otro..

domingo, 1 de noviembre de 2015

Soundtrack

Tracemos fronteras y millaje, la cuidad duerme con tu nombre bajo la almohada (o era el mío) los lugares comunes se tomarán un vaso de ruso blanco, las luces reflejan noches no consumadas, veo el reflejo del cigarrillo prendido en la penumbra. las carreteras son rectas de pensamiento inútil, pensemos en un mejor soundtrack / the flaming lips "...and these cars are crashin' and everybody's happy..."/ muevo los pies y luego lamento la idea de controlar todo. Forzamos las salidas de emergencia, las llamas saltan hacía nosotros, se cuelgan de las mangas de los abrigos, el otoño hace un incendio en el patio de atrás y los vecinos piden dulces.

Todo lo que está bien descansa en la mesa de noche, y apago la luz para despertar mañana, lo que tenemos que recorrer tu y yo, se acelera cuando no tenemos un medio de transporte adecuado. Saltemos de la ventana, toma la iniciativa hacía a donde quieras ir y prende otro cigarrillo. Seguiré observando.

Típico.

Despertó aquel día haciendo lo típico, la vida rugía por la ventana, el baño se empañaba todito cuando terminaba de ducharse, la ropa se acomodaba a su cuerpo, lo abrazaba, salió de la casa, empujó su cuerpo a la rutina y el día lo atropelló, cansado de regreso a casa, escuchó los niños llorando, las mujeres pidiendo precios en el mercado, los coches y sus interminables zumbidos. Sus pasos se agolpaban en sus oídos, sintió envidia de la rutina y la cotidianidad. Quería no darse cuenta, quería seguir, torcer en la esquina, prender la tele, cenar algo dormir; era demasiado tarde, la sin razón de la vida había estropeado la tarde, las cadenas de la "normalidad" lo ataban fuerte al suelo, el aire de pronto asfixiante entraba a golpes por su cuerpo, la belleza se distorsionaba en la mesa de los sobre sin pagar. despertó haciendo cuenta que la vida existía de paso, por consuelo a la muerte. abrió los ojos a la ingrata vida desechable y las largas filas para alcanzar un pedazo de felicidad momentánea.. Abria los brazos, cerraba la alacena, seguía caminando..

Mareas.

Regreso porque no es fácil hacerlo, me escribo de pronto y nada está al rededor mío o eso creo cuando me coloco los audífonos y pretendo trabajar. las redes sociales se divierten y los niños juegan en la calle. La música que he puesto /no importa cual/ me envuelve en una manta de invisibilidad y puedo sentir que dejo de existir en alguna realidad. hago una llamada debajo del agua, calculo el tiempo en que tendría que volar, hago planes para retirarme de esto. Me digo que no debería seguir escribiendo, dejo de escribir y me culpo.

No soy solo una cosa, quizá no soy un entero de mi, pero todos esos pedacitos de diferencias me colocan frente al espejo y me reconozco /algunas veces/ y sigo mi día. Hubiera querido recorrer las calles y explicar de mejor manera mis intenciones, mis errores tiñen de carmesí los labios y son el reloj que marcan la hora en la que debo dejar de hablar.

Los silencios son la ventana hacía las especulaciones, no importa si el coraje nos hace imaginar teatros derrumbados y paginas completas de sangre y moho. Del otro lado de la puerta hay sol, llueve y las mariposas recorren la ciudad. No puedo ni imaginar qué cosas estén escritas en el libro de las desesperanzas escrito por bucaneros traviesos que cumplen sentencias simples y demoledoras, se enfrascan en viajes de cansancio y recorren la casa esperando que sirenas sirvan un plato caliente de arroz y merluza.

Los mares se revuelven; la arena y los cadáveres danzan, muy debajo de los desiertos de agua destilada, la mirada de las estúpidas mareas nos recuerdan que seguimos existiendo, respirando cordilleras, inviernos. Pesados zapatos descansan debajo de la cama, el buzón ya no tiene mi nombre y las letras las como ahora con café y bagel.

Regreso porque es más fácil irme.