domingo, 30 de mayo de 2010

Siesta.

Hay momentos en que el amor se me desgarra por todas partes. Que la ausencia hace me duelan los brazos por el aire entre ellos y que no piense en otra cosa más que en esa persona.Y el amor se siente ajeno a la realidad, juega con el llanto y la imperiosa necesidad de simplemente hacer las cosas bien. Reunirte con la felicidad a pesar de los obstáculos, y burlarnos de los errores del pasado.

Todo para darme cuenta que el corazón se contiene en una gran implosión justo antes de despertar a la realidad, mientras sigue lloviendo.

sábado, 29 de mayo de 2010

Contraparte.

Cuando llega un corazón y se asoma al tuyo; toca la puerta, deja mensajes, flores, largas cartas, detalles, además de un sin fin etcétera. Y no pasa nada, silencio profundo, manos que no se mueven, ojos que no brillan. Soledades que no coinciden y que dejan una historia triste, incompleta, sin puntos suspensivos. Faltas de ortografía en un dialogo en diferentes idiomas, miradas que no encajan y que jamás llegan a juntarse.

Sueños por separado, silencios prolongados e incómodos. Amor que no surte efecto, como el que se da a otro. Y es cuando entendemos que el corazón es un bastardo, un enemigo circunstancial. Qué si se pudiera amar con voluntad, muchos corazones podrían salvarse. Pero se empeña en trabajar bajo punzadas de "no sé qué" y late algunas veces (y desgraciadamente casi siempre) hacía dónde no debe: el lugar más lejano, más turbio y cerrado. Tal como la contraparte, cuando llega con ganas de amar lo ya amado tu no puedes amarle.

viernes, 28 de mayo de 2010

*-*

Los errores, cuando se trata de sentimientos, son pequeñas espinas, unas sólo dañan superficialmente. Pero hay otras como estacas que atraviesan el corazón. Las pérdidas son, creo, aquellas heridas que parecen no sanar nunca. Uno puede perder un familiar, un amigo, un amor. Pero son cosas que no podemos controlar, que son parte del ir y venir del tiempo y de la vida. 

Son los errores, aquellos que debimos a ver visto desde lejos, los que arden desde dentro. No habernos dado cuenta que había situaciones previsibles, de las cuales debimos huir antes de que la emboscada llegase. Porque huir no es malo, sí se usa la inteligencia, es a veces, mucho mejor que caer inocentemente en alguna trampa. El amor es quizá el único juego en el cual entramos sabiendo que la pérdida será aún mayor que la ganancia. 

Mis palabras carecen de significado y orden, hoy más que nunca siento que debí haber puesto más atención en quién confiaba, hacía dónde estaba dirigiendo mis sentimientos de amistad, amor y fraternidad. Pero uno no se da cuenta de las cosas hasta que cae en ellas. Y como hoy, el sentimiento de un gran hueco que se confunde entre tristeza y el coraje invade mis sentidos, mis acciones y, claro, mi espacio. 

Tendré mucho más precaución /ahora sí/ la próxima vez. 

jueves, 27 de mayo de 2010

Saudade.

Setenta años, seis hijos, algunos nietos, y un bisnieto. Años de pesado caminar, de domingos familiares, de problemas financieros, de nacimientos inesperados, de dolor de hijo. Un marido ausente por años, una jubilación no pedida, y un hombre desconocido durmiendo a su lado. Un entierro sin lagrimas, rosas sin sentido. Un amor invisible recorriendo sus entrañas.

La mujer con  ojos negros de tonalidades azules sobre el cristal de sus pupilas, presencia sus días, aquellos que enumeraron lo que es, y que dejaron en el ataúd de su independencia los sueños de su reflejo juvenil. Largas caminatas resonaban en sus tobillos ya cansados, y las innumerables caídas todavía dolían, sobre todo en invierno.

Toda su descendencia estaba tirada por el mundo, siguieron, si no su sueños, su propia voluntad. Y la casa había quedado vacía por las tardes, fría la cocina esperaba el ajetreo de otras épocas. Mientras en la silla del comedor se veía el ventanal y la tarde iba dejando sus colores al crepúsculo de esa tarde de mayo.

En el jardín, las flores de antes iban renaciendo cada primavera, y al igual que la espera, su corazón suspiraba en que el recuerdo alcanzara la misericordia de aquellos a los que tanto amó.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Y entonces...?

Y entonces empezó a caminar por ahí, con las manos en los bolsillos y mirando hacía abajo, como ocultando algo. De vez en cuando y sólo sí era necesario, volteaba hacía enfrente para mirar el entorno; carros, cruces, gente sin rostro, lluvia, otoño, mar. Todo sin sentido, nada tenía razón alguna de moverse en su interior o en sus ojos- Sólo existía,  porque claro, no tenía tanta pasión como para dejar de hacerlo.

Comía, dormía sin soñar, tenía necesidad de respirar y lo hacía como todo lo demás, inconsciente. Hablaba cuando nadie lo escuchaba y él mismo se entendía trillado, del montón, común y aburrido. Todo era blanco, rojo, azul. Nada se matizaba ni corrugaba, liso era su mundo, su mirada, su alma.

Y entonces, cerca de aquel gran ciprés perenne, como su vida, estaba ella. Ligera como un papel de copiado, blanca con tonalidades rosas, lisa, tersa, aterciopelada, frente al sol o el sol frente de ella, a sus pies, sirviéndola. Su figura igual que la de cualquier mujer de botticelli; hermosa, cálida, femenina, contorneada. Dentro de sus cabellos el aire organizaba una fiesta mientras una orquesta sinfónica soplaba la sinfonía más hermosa de Haydn. Su rostro, al igual que el alma de un recién nacido; pura y hermosa, sin defectos, clara como el agua de un río cristalino frente a su propia naturaleza. 

Y todo el mundo se torno mujer, todo pareció tener nombre, significado: ella. Quién fuera, simplemente ya era la razón del aire, de la boca, de los pies, del desierto de su pasado, de los cambios y los latidos. Todo movimiento de sus ojos iban dirigidos a sus pasos, en su andar se delineaba la vida.

Y entonces, justo al otro lado de la calle, ese hombre enamorado decidió voltear hacía abajo y, con las manos en los bolsillos, seguir caminando.

martes, 25 de mayo de 2010

Recordar.

El tiempo inevitablemente pasa, las memorias quedan saturadas y no tienes más que, cual desastre natural, escoger lo que más necesites y correr. Antes de que el tiempo barra con todo y lo olvides o mal recuerdes. 
Hoy enterrada entre libros y paredes conocidas, me sostengo en recuerdos. Unos hermosos, otros llenos de letras, de él, de ellos.

Duele pasar mis ojos por todo aquello que un día parecía tan "mío" y que ahora; es ajeno, libre y caudal. De eso se trata la vida. Pero los lugares suelen impregnarse de todo, monosaturarse de momentos. Y bueno mientras intento concentrarme en el silencio jurídico de mi mente, y las palabras brotan de mi tesis sin sentido alguno: pienso que debía de haber hecho las cosas diferentes. No más bien, debía de haber pensado las cosas. Pero la juventud suele llenarse de baches, que después, se convierten en experiencias, en desastres, en nuevos comienzos. Y yo, trato de volver a empezar, de alguna forma todos los días.

Y no sé, no puedo separar las cosas. Los recuerdos se escriben otra vez cuando los llamas, incluso hay sentimientos que bailan de un lado a otro de tu alma, mostrándote que no han muerto. Y la motivación de las aulas, de los libros y esas escaleras marcadas me recorren cual brisa de mar, humedeciendo mis ojos, llenándolos de ausencias. Todos vamos tomando nuestros propios caminos, y las personas que se van quedando dispersas, se echan de menos siempre que estamos en los lugares que compartimos de una manera especial. Mi facultad es eso, recuerdo de todos esos amigos que por años, nos agarramos de las manos y caminamos, dormimos, nos desvelamos, e incluso lloramos juntos. Y ahora unos en su ciudad de origen, otros simplemente lejanos en ocupaciones, ya no están más en mi vida, pero siguen aquí, entre los recuerdos. Palideciendo mis letras, pero llenándolas de amor.


viernes, 21 de mayo de 2010

Canción matutina.

Hoy por la mañana, me "desperté" y me puse a hacer hotcakes ya que mi hermano Alberto estaba en la casa. De ese desayuno tempranero salió ésta canción. Se las dejo.

Antes de que llegue el alba.

Esas madrugadas deseosas que se clavan entre ceja y ceja, recorren tus ansias y las encierran. Como un pequeño esperando algo, con impaciencia y quizá un poco de ilusión aguardo; entre la obscuridad de la noche y el filo del alba. El rocío camina hacía el altar y el gran novio, el sol, quiere sorprenderla.

Quiero imaginar que mi desesperación se debe a la temporada de insomnio, de largas noches de velar fantasmas, de sonreír y de vez en cuando; besarles la cara. Frecuentemente las palabras fluyen como gotas de agua en primavera a éstas horas de la mañana. Y mientras el mundo duerme, yo, escucho los pájaros despertar y con ellos canto, y me incorporo a mayo. Un mes que ha corrido de prisa, y no he sentido casi nada de su paso, sólo el tiempo sin orden y las pequeñas hormigas que recorren mi cuerpo.

Y mientras quemo los minutos, y Susana Tamaro /donde el corazón te lleve/ descansa en mi mesa de noche, pienso: Augusto debió haberla hecho feliz y en cambio Ernesto siempre estuvo vivo. Y recorro las relaciones de mi vida: mi madre, mi corazón y el pasado. Me gustan los libros con los que me puedo sentir identificada, y creo que por eso releo frecuentemente éste. El original me fue prestado hace tiempo, y lo guardo como un recuerdo de que todo en ésta vida es un boomerang, hasta el amor. Y es justo cuando mis ojos se ponen arenosos y prefiero dormir a seguir soñando.

Buenas Madrugadas.


miércoles, 19 de mayo de 2010

Lo que nunca fue.

No he tenido mucho tiempo aunque parezca. He andado vagando de aquí para allá, con la cabeza en todas partes y en ninguna. Mis días se empiezan a desordenar, mientras las horas juegan un papel efímero. No hay libretos ni guiones; solamente yo, el mundo y lo que ocurre en el. 

También he corrido con mucha suerte; me siento libre de "cosas" y mucho más resignada, ha servido mucho la ausencia. Creo que los sentimientos cuando no se usan, terminan, cómo todo, por atrofiarse y finalmente acaban siento un poco de nostalgia, aunque nada que no termine por ser pasajero. Son las noches las que se llenan de recuerdos y es dónde empiezo a cuestionarme. 

No recuerdo la ultima vez que lo vi, creo que fue un lunes o un martes, poco importa, ya era otra persona. Es bien sabido que vamos cambiando con el tiempo, y nos vamos transformando. Lo entiendo, y trato de, hasta cierto punto, ponerme en su lugar. Debió ser difícil y yo no ayudaba mucho. Aunque también tiene parte de la responsabilidad de todo eso que ocurrió, me doy cuenta que fue más mi imaginación que otra cosa. Fueron mis deseos los que terminaron ahogándome.

Me pregunto sí alguna vez fue honesto, la "verdad", cuando se trata de sentimientos no siempre es permanente, a veces recorre el corazón momentáneamente y al otro día, todo cambia y otra perspectiva aparece en el horizonte. Pero no por eso deja de ser legitima, simplemente el corazón es un pequeño deshonesto que va probando cosas nuevas, hasta que encuentra su madurez: en unos ojos, en un pensamiento. Y eso quizá también sea algo volátil, tal vez un poco más perdurable. Pero nada ancla al corazón, cuándo éste recorre los mares del sentimiento todo es posible.

Y sigo  hurgando en las posibilidades, sacando de las noches la paz que trae consigo el silencio, la dura razón de saber que nada nos pertenece. Pero jamás olvidaré tu abrazo a media noche, los cuentos, las risas y los parques. Y suspiro pensando en lo que nunca fue. Y volteo hacía una luna menguante y sonrío, me alegro de que nunca haya sido/no tendría de qué escribir/.

lunes, 17 de mayo de 2010

Dormido.

Te veo dormir cansado. Llegaste a casa con una cara embarrada de mundo, distraído. Te ofrecí, como todos los días la cena, te negaste. Fuiste directo al cuarto, te quitaste el disfraz y quedaste inmóvil sobre la cama inmediatamente. 

Yo cómo espía, en secreto veo tu cuerpo, tu espalda dibujando perfección, tus pies agotados y blancos; son dos pequeños querubines que cuidan tu figura, celosos y abiertos. Escucho reservados sonidos de aire que salen de tu boca, y suspiro. Pareces tan niño, tan pequeño, han pasado muchos años desde que nos conocemos, y te sigo viendo igual, inocente.

Qué estarás soñando?, quizá el cansancio de tu día te impide atravesar la puerta de los sueños, e intento dibujarlos sobre tu cuello, dentro de tus cabellos y mis manos resbalan en tu nuca descendiendo por tu espalda; pero todo de lejos. Temo tocarte porque no quiero molestar tu descanso aunque mis ojos se divierten con tu figura petrificada en el espacio- Entre sábanas y el ruido del ventilador; te protejo de tu día.

Tendré la fortuna de verte así toda nuestra vida, serás mi compañero de sueño, seré tu novia enamorada eternamente. Llegaremos a esa edad adulta y con el paso lento y la respiración atropellada, te diré -te quiero- mientras reposas, justo cómo en este momento. Y cuando lleguen los niños, callaré sus gritos implorando respeto mientras duermes, seré fiel veladora de tus rincones, fiadora de la tranquilidad de tu agobio, reposaré el ruido en nuestro mundo, y besaré tu frente con mis ojos, para no turbar tu paz, y yo feliz ocultaré mis ganas de abrazarte, para así cuando despiertes, volver a besar tus labios cariñosamente.

sábado, 15 de mayo de 2010

Anormal.

No había querido hablar del tema, pero no me puedo quedar callada. No puedo incluso por éste medio no hablar de lo que está ocurriendo en mi país. Hace doscientos años nos liberamos de la colonia española, hace cien años nos liberamos de "nosotros mismos"?.. con una revolución. bla bla. Y hoy a centenario y bicentenario de dichos acontecimientos, de qué necesitamos liberarnos?, del terror, de la mafia, de la impunidad, de la masacre, de la esclavitud moral?.

Y todos dicen, el gobierno no hace, el gobierno está confabulado, el gobierno no dicta leyes, necesitamos, necesitamos, necesitamos. Cual pequeños niños pidiendo justicia. No, ésto ya no está en manos del Gobierno, está en manos de todo el Estado, de sus ciudadanos. Diría una canción de Fobia, lo que hace falta es una revolución sin manos. Que el pueblo deje de dormir entre sus laureles y asumamos la responsabilidad. Hace tiempo platicando con un amigo, me dijo que yo no debería meterme en ese tipo de discusiones, porque sí me meto, podría resultar afectada, buscándome quizá algún tipo de represalia. A lo que yo contesté, es precisamente lo que quieren someternos al miedo, darnos un gran chupete de vinagre y pretender que es dulce miel.

Otros dicen que la unión es imposible porque el pueblo está dividido, cada quien jala para su lado. Sí, pero el terror y la inseguridad nos afectan a todos. Cómo no levantar la voz, hablar, decir, señalar. Me gusta mucho lo que dice la biblia eso de ser Profeta, Rey y Sacerdote. Todo cristiano (hablando de mi religión que es la que conozco) debemos de tener cierto tipo de cualidades. Ser Rey significa precisamente eso, señalar lo que está mal en el reino de Dios, no quedarnos callados. Ir en contra de eso, es no querer el bien común y en términos menos religiosos, el amor hacía nosotros mismos; como entidad, comunidad, un sólo ser por vinculo de afectación sí así lo quieres ver.

El problema es el ser humano y su egoísmo más el terror y todo lo demás que ya señalé hacen que ésto se vuelva incontrolable. Hasta cuándo?, hasta que nosotros queramos.

Amor incondicional.

Ellos se amaron tanto que decidieron nunca casarse. Ellos se querían tanto que prefirieron volar por caminos distintos. Ellos huyeron hacía el sentimiento de la resignación antes de sentir culpa. Y claro, era porque se amaban muchísimo, a sí mismos.

viernes, 14 de mayo de 2010

Campo.

Escasos son los vestigios de tierra fértil, dentro de los campos se observan girasoles sin hojas, polvo quebradizo, casas desiertas. Paseo mi vista por aquellos lugares, entre mi México, sus pueblos, los grandes feudales del ayer y sus haciendas huérfanas de padre.

Visito los lugares de antes, esos que llegaron a ser reliquia de los inquisidores, de la iglesia de hombres de otros mundos y llegaron aquí; a la  tierra de todos y de nadie, de aquellos que llegaron a ganarla. Estaban y se fueron. Al final tanta guerra para qué, nadie  ha venido a reclamar lo suyo, para dejar sin dueño a los muertos, al oro sin dientes, a las tierras despojadas de manos. Desierto trabajo en el campo de indígenas, de criollos y de europeos.

Y vienen otros, los de arriba, los qué ahora se creen capaces de vetar razas, de escupir a los transeúntes quemados de diplomacia, piel café que sabe a chocolate de antaño. Y sobrepasan los ríos embravecidos, y nos dicen qué hacer, y nosotros cómo hace años, dejamos que entren y nos ganen o ganamos todos, cómo dicen otros.

Para qué tanto poder, para qué tanta riqueza. Qué quieren de sus tierras o de las nuestras, de qué las protegen, sí de la muerte nadie se pela. Compartir o engolonizar egos; siempre la misma historia y el pueblo dormido y callado. Muerto en vida, el mundo, no solamente el mio; agacha la cabeza ante la colonia mundial de los capitalistas, o consumistas o zapatistas, o quizá sólo calumniosas bocas. Porqué no viven y dejan vivir. Y cantan y se ríen y aman en vez de joder con su mismo cantar de siempre, ganar y aplastar. Déjate de juegos hombre!.. qué mañana estarás tapizado de gusanos que saldrán de tus adentros y él más débil de tus adversarios, vivirá y aplastará el jardín que estas fertilizando.

jueves, 13 de mayo de 2010

Monterrey.

Las nubes tienen días sin haber llorando y sobre mi cabeza el demonio sopla, son días de sol y cadencia de sudor resbalando por el cuerpo.

Mayo al fin dicen muchos, y yo sólo con un gesto afirmo, y sigo adelante. Fin de ciclos, ciudad qué se va o más bien yo la dejo. Por fin rompo con toda relación y la abandono. Seis años desde qué llegue a sus puertas y como pequeña con pesadillas, nocturnaba y pensaba en lo gigante de sus paredes de piedra.

Será difícil dejar las montañas, el verde de sus piedras, sus condimentos. Pero lo he decidio y deslindo todo vinculo y me largo. Qué importa que cosas todavía me aten a éste suelo sí cansada estoy de arder mi frente en su sol. Desnuda de recentimientos les digo, no hay lugar cómo monterrey, pero tampoco hay lugar para mi en su suelo obscuro.

Te dejo mi querido reino prestado, con tus grandes castillos, con tus cerros felices con formas majestuosas y tus caballeros con armaduras rotas, esos qué creía conscientes y resultaron despreocupados. Pero he de reconocer qué no hay mejor gente qué los regios; amables, serviciales y recios. 

Mi historia yace entre tus calles y va marchitandose en tus parques. No voltearé a verte, me limitaré cuando me aleje a observarte muy decente, mientras relámpagos de acero fulminan a tu gente y a la mía. Nostalgia de todo lo que dejo, del qué dejó de sonreír en mis pupilas, de aquella hermosa compañía, de mis amigos de facultad, de mi propia juventud enriquecida. 

A dónde vuelvo?, no más bien hacía donde me dirijo es muy lejos. Creería que a 60 kilómetros, pero he de confesar qué me voy más lejos de lo que pensé y no hay regreso; no por ahora. Me alejo, escapando cual houdini de la verdad de tus calles, de tus rincones secretos, incluso de tus puentes y tu río seco.

Y me voy cerrando nuestro amor con tu beso justo en medio de la silla.


miércoles, 12 de mayo de 2010

Mirada.

Vi el dolor en tus ojos, ese dolor de hambre. El que los hombres sin techo, sin tiempo y sin esperanza tienen, ese dolor que desgarra, que se suelta como epidemia, que se siente incluso con la panza llena. Al observar tus pequeños ojos, esos cómo los de cualquier otro niño; ojos negros y abiertos; pude ver tristeza pero a la vez me sonreíste, como ignorando tu situación, cómo gritándome que lo que se ve, no lo es todo. 

Después, te vi caminar, descalzo de fantasías, desnudo de futuro, sediento de oportunidades. Y observé a la familia con hambre del mundo. Esos con la boca seca, con pedazos de piel calcinando sus entrañas. Es de falta de alimento de lo que nos quejamos, queremos comer; fruta de pasión hacía la vida, de imaginación con un toque de aceite de amor. 

De hambruna morimos, sedientos de pensamientos dignos de humanidad. Mal diría que todo es miel, cuando el vinagre recorre como luz de medio día cada calle, cada centímetro de nuestras casas. Y un ignorante lamento se escucha, y la tierra tiembla, y el petroleo contamina.

Vaya, y aquel niño somos todos, y seguimos caminando cómo tratando de incendiar los pies que llevamos puestos.






lunes, 10 de mayo de 2010

Enfermedad.

Ésto es cómo una enfermedad,una pequeña adicción. Hay días qué me siento muy bien, camino, incluso me río de mi misma. Pero hay momentos, cuándo está soleado y sopla el viento. O en el crepusculo de tu recuerdo, qué me muerdo los labios pensando en tus besos.

No puedo entender todavía qué hago, hacía dónde debo dirigirme. Todos dicen que mejor olvide, que me quiera a mi misma, qué me deje de patrañas y siga. Es fácil expresar, juzgar y dar ánimos al corazón desvalido, es sencillo afirmar  que de mi corazón no eres digno. Y quizá así lo sea, seguramente así es. Pero qué hago sí constantemente apareces en medio de todo el mundo y te sientas en mi mesa, bebes de mi café, soplas en mi frente, acaricias mis manos, y diriges tu mirada hacía el pasado. Tu recuerdo me tiene acorralada entre lo efimero de la vida y el tiempo (cualquier tiempo; el pasado, el futuro y la lluvia).

Qué es mi problema, qué son mis decisiones, qué sí haz hecho ya tu vida; lo sé y me río, porque no me importa, pero es qué a mi amor la realidad le tiene sin cuidado, es algo más qué simplemente pasa, y deja su rastro. Éste corazón está latiendo, y lo hace por tí, por lo que nunca fue, constante, febril, increíble; todo el tiempo. Qué pena dirían unos, qué pereza gritarán otros. Yo, en cambio, te padezco, tu enfermedad se me clava cómo mi propia sangre al cuerpo.

No es tu culpa, tu no hiciste nada. Incluso mi voluntad está librada de cualquier cargo en su contra. Fué ésta extraña sensación que me aniquila el cuerpo, esa felicidad de saberte cerca, la grandiosa sonrisa al escuchar tu voz, mis manos qué ríen a carcajadas con tu piel, y mis labios qué hablan sin voz.

Y la cura, no es el tiempo, ni la distancia, ni el miedo. Incluso creo que ni siquiera tu presencia. La cura es quizá, quitarme el corazón y comerlo. Extraño parecería para tí, pero no es tan descabellado. O digan algo qué cure la enfermedad del amor. Sí no es dejar qué el corazón se deje de latidas inutiles, y empiece por acostumbrarse a la sin razón.

domingo, 9 de mayo de 2010

Clima.

El calor enchina la piel al igual que el frío, incomodan  todo el tiempo, no entiendo porqué no nos hicieron adaptables inmediatamente al clima. Porque sudar, y temblar, porque querer refrescar lo que por sí mismo se humedece. Uff!! Sí Dios me permite una sugerencia, yo hubiera pedido un termostato en el ombligo. 

Dos horas.

Siempre me ha quedado muy claro que nada debe ser a la fuerza;  ni las letras, ni el amor, y mucho menos la compañía.

Tengo dos horas escribiendo, dos horas amando, dos horas dejándome acompañar de las letras, qué si lo que escribo es merecedor a un premio de literatura, o sí lo leerá alguien antes de dormir, en el desayuno o en el baño; no lo sé. Pero no sé sí importa realmente. Me encanta que me lean, sentir cuando alguien disfruta de lo que yo amo, es cómo presentarles a mi amante y qué digan "mira que guapo es" y sentir orgullo por lo que soy, por lo que amo. Pero qué lo digan o no, eso no hace que lo ame, lo amo porque así es.

No sé si ME seguiré escribiendo por mucho tiempo, no sé si mañana deje de hacerlo porque no tenga tiempo o simplemente me quede sin nada que escribir  o termine por simplemente escribir sólo para mi. Hoy amo, adoro y disfruto cómo nada en el mundo escribir y saber que alguien detrás de éste monitor siente a través de ésto, wow es un sentimiento indescriptible. Me hace sentir que soy libre dentro de toda esta realidad, me hace sentir que "alguien" me escucha, me hace escucharme. Y creo que por eso vale la pena.

Gracias por leer, por comentar, por seguirme. Y gracias a las musas que ponen delicados tulipanes en mi mente, o por lo menos así los veo.

Les mando mucho amor!

viernes, 7 de mayo de 2010

3:45 a.m.


He vuelto a tener esos sueños vívidos, dónde mis pantalones se agarraban entre espinas, y éstas se enterraban más y más con mis movimientos desesperados y absurdos de sacármelas. No puedo apuntar qué estos estén plagados de silencio, ni de mucho menos alivio. Lo único evidente es la noche, las estrellas, la soledad, y tristemente yo.
Tengo periodos así, de insomnio iracundo. De no dejar que mi mente repose: de pensar y pensar, de recordar y seguir pensando. Dónde los recuerdos son mis peores enemigos y yo les doy la libertad de pasearse por mis prados y derriban lo ya formado, lo qué pensaba sólido, lo qué había reconstruido y los dejo descuartizarlo.
Así es la nostalgia entre madrugadas y sombras. Así son los sonidos del corazón lastimado. Son silencios incómodos, miedos desorbitantes, extremidades con aire, con vergüenza, con frustración y sin ti. No me digan los demás, los de afuera, qué no entienden, qué lo que digo es de otro mundo, de dramas de mujer, de corazón frustrado. Éste dolor nos aqueja a todos, es una epidemia mundial. El dolor, cuándo es por amor, es una serpiente que recorre tu piel, la muerde poco apoco, sin dejar un solo pedazo de ti sin ser lastimado, envenenado. Tampoco exagero cuando digo qué te extraño tanto que llego a odiarte, que me odio por odiarte, porque odio sentir lo qué sea por ti. Incluso odio.  
Yo no puedo seguir luchando por no sentir, simplemente me dejo, soy una presa fácil al depredador de mi insomnio. Por eso lo escribo, para que camine rápido, para que salga tal cual entra, tal cual se impregna. Lo dejo respirar a través de mis letras, y lo contabilizo, y me doy cuenta que no tiene final, que el sentimiento sigue, transmutándose, exhibiéndose en diferentes formas; sin pena, desnudo de pudor.
Un árbol, un hombre en la calle, dos coches grises, tres semáforos en rojo, la mirada del vecino, la sonrisa del amigo, mi rostro en el espejo, el silencio de mi oído, mi corazón vacío, un vaso con agua, dos aspirinas, un sombrero. Todo eres tú, y nada, nada de verdad. Sólo fantasía, ilusión, oasis en Alaska.
Desgraciado recuerdo, infernal sensibilidad que me ata a la ternura poco apoco. Asfixiando mis ansias, mutilando cada rastro de compasión por ti, por mí, por la historia. Todo ha acabado, o tal vez simplemente dejo de ser.

jueves, 6 de mayo de 2010

Niña


Era otoño de algún año en el siglo pasado; cuando una niña con pelo largo de escasos tres años jugaba a algo. Todavía no podía pretender ser bailarina o jugar a las muñecas, porque no tenía conciencia de qué era. Era pequeña para darse cuenta de los cambios que a su alrededor ocurrían. Y a pesar de su inocencia e incompetencia de ver la realidad, aquella tarde sus ojos no ignoraron los de su madre. Qué llorando, escurría penas que en su corazón estaban sangrando. La pequeña niña fue con su madre, y con sus pequeños dedos, limpio cada trazo de lagrimas que escurrían por sus mejillas, y decía; porque lloras?, - Porque tu padre ya no está- decía. -Pero ha dónde ha ido?- preguntaba la niña. Muy lejos de aquí, allá arriba. Y pronto la niña miro hacia las nubes, y no comprendía. Mientras su madre rogaba por que aquellos recuerdos se fueran junto a sus lágrimas, al cielo.

Loco.


Tenemos tanto en común, y no te conozco. Sé que éstas ahí, descociendo tu mundo, siendo el más perfecto solitario, pretendiendo esconder LA VERDAD y mudando de planeta de vez en cuando.

Otros no te entenderán cómo yo lo hago; tú el de blanco, el solitario morboso de tu vida encerrado. Te vi aquella noche traspasando paredes, recogiendo cabellos de muñecas felices. Todo en tu mente, todo en ésta nuestra realidad, y tu consciente.

En el patio de juegos, pretendes no ver a nadie. Te sientas y observas. Mientras los seres te juzgan. Lo sé, tú ríes por dentro. De todos el más alineado, el completo extraño, el más coherente.

Me encantó reconocerte, y verme en tus ojos perdidos. Sé que tú lo notaste, por un momento te vi feliz y aludido.

miércoles, 5 de mayo de 2010

The Lagartija.

(El titulo es para evitar el LALA!)

Esperaba inmóvil, cómo toda lagartija; frente al sol y con los ojos bien abiertos. - Qué difícil ser lagartija- se decía y paseaba su cola, como tratando de espantarse el calor. El día termino, y decidió quedarse justo ahí, así no tendría que hacer la misma rutina de siempre al otro día.

Estaba cansada de comer como lagartija, de soñar como lagartija y de huir como lagartija. Quería quedarse ahí y ver qué pasaba. Total, sí era comida por un depredador, no pasaba nada, sólo adelantaba lo inevitable, la muerte. Y quedó sin moverse, bajo la luna, y en medio del desierto. Noto que el aire acariciaba su piel, y por primera vez dejo que su fría piel contemplara las estrellas. Su piedra le había cansado, por lo que optó por recorrer un poco el lugar, sin miedo, y con los ojos bien abiertos.

Todo parecía silencioso por la noche, sólo se escuchaban algunos coyotes a lo lejos, el viento y ese ruido que hace cuando agita las escasas hierbas-.-  /silbido mudo/. Y sintió la libertad de dejar de ser lagartija, y movió su cola e imagino ser un escorpión, pero pensó en lo feo qué son y mejor movió sus patas y se dijo, -soy un ratón-. No tenía orejas que mover, pero se las imagino. Empezó a roer un pedazo de madera, justo cuando una pequeña hormiga  perdida la observó y le dijo:

-Pero qué eres tú?, le preguntó.
-Soy un ratón- contestó la lagartija.
-Pero qué los ratones no son más grandes y peludos y orejudos y no cómo tú-.
-No te dejes llevar por las apariencias, tu eres un camello que camina en las noches por el desierto, no?-
-No!- dice la hormiga.
-Ah!!! entonces porqué estás sola, no deberías estar siguiendo a millones cómo tú.
-Pero es que me he perdido, no ves?-.
-Bueno pues lo mismo me ha pasado a mi. Yo me he perdido entre la rutina de mi naturaleza, y hoy mismo experimento con mi vida, otro tipo de vidas. No intentes entenderme y vuelve a tu casa-.
-Yo no puedo volver con las demás, no me aceptarían y me matarían, pero no puedo seguir  sola, porque también moriría-.
-Entonces, encuentra tu propia vida, y sigue, cómo yo. La muerte es algo de lo que no podrás escapar, entonces, prueba algo nuevo, y sigue moviendo tu cola, aunque no tengas.

Nota: Ésta historia se la conté a mis sobrinos hace poco. Y me pareció bueno subirla. No he sabido sí les gustó o no, porque se quedarón dormidos. Un gran abrazo.

martes, 4 de mayo de 2010

Para Arthur S.

He tenido tiempo queriendo escribirte una carta, pero no sabía a ciencia a cierta cómo empezar. He comenzado mil veces, he tratado de parecer una extraña. Y quizá, hacer cómo sí nada, ó mostrarme casual y rara. También trate de reprocharte tu ausencia y condenarte a la hoguera. Pero, cómo sabrás, nada ha salido de bueno. Y siempre termino, por cerrar mi cuaderno y mirando hacía la ventana pienso que sería  muy bueno que no regresaras nunca, pero, sería mejor que ya regresaras; mientras tu recuerdo sigue vivo o antes que emprenda mi camino.

Te quisiera hablar de mi, pero no sé por dónde empezar; he terminado por recurrir a la reseña típica y veras: he dejado de diferenciar el lunes de los domingos, y comienzo por resignar los sollozos por los recintos. No, pero no te preocupes, estoy mejor qué bien, he acudido a muchas fiestas, he conocido a mucha gente. Aunque de vez en cuando mi cama se llena de sueños contigo, o tal vez de alabanzas, hacia ese pedazo de alivio.

Me gustaría que vieras ahora mismo cómo juega las olas con el aire, como se va desgastando el suelo mostrándose iluminado y sereno, y duermo entre las ganas urgentes de ver tu cara.

No sé, quisiera preguntarte tantas cosas, cómo por ejemplo: me haz extrañado?, cómo le haz hecho para no pensar en mí mientras el suelo se va platinando?. Pero sobre todo: ya me haz olvidado?, no es por vanidad que pregunto ésto, es más bien por curiosidad, es qué quisiera olvidarte; y tal vez tú podrías ayudarme.

Pero no, definitivamente, eso de escribirte no es nada fácil o por lo menos como yo quisiera, es qué ahora mismo no entiendo muy bien qué haces. Quisiera vomitar finas letras que a tu interés sean gratas, pero eres tan extraño, qué podría entender que ahora mismo hayas pasado de hoja, o alzando la ceja haz borrado mi mensaje.

Basta ya de compasiones, hoy tengo que decir qué amo el recuerdo que haz dejado en mi corazón bien clavado. Pero es qué no es masoquismo, es amor al romance. Es querer escalar por las tardes,el orgullo de contenerlo en mi razón, y de madrugada, decir tu nombre o tal vez el de otro. Pero siempre enamorada, siempre encontrado mi alma, mi pedazo de esperanza. Mi corazón roto.

Quisiera haber sido en ti, lo que ahora vive en mi de ti. Estar escarchados de recuerdos, salpicados de cariño. Quise arrancar de tu pecho, y robar tu compañía, pero bueno, no toda empresa prospera, debemos esperar que la crisis deje de resignar mi corazón a la espera. 

Pero sí es que llegas a leer ésto último. Quiero que olvides todo, y hasta que dejes que mi nombre, cambie por ese más corto. Te doy el gusto de ocultarme cómo ya tantas veces lo haz hecho, de tu vida y de tu gente. Total, espero que olvides y sigas así, viviendo.

Atte: 
Ana.




lunes, 3 de mayo de 2010

Ya vuelves.

Vendrás pronto a éste México, lo encontrarás diferente, lo sé. Cuántas historias saldrán a tu vuelta. Quiero imaginar tu rostro, tan familiar, tan mío, tan nuestro. Sé que nos encontrarás distintos; los sobrinos han crecido y la verdad yo también. La ciudad ahora es más grande, aunque sé que dirás como siempre, que te falta espacio. Mientras recorres tu vista sin realmente ver, te sentirás pequeña y cerrarás tus ojos.

Todos aquí están nerviosos, yo, en cambio, estoy esperanzada. Quiero saber cómo hablas, cómo mueves tu cabello cuando estas aburrida. Y ver mover tus labios aunque no digas nada. Han pasado tantos años desde que te conozco,y siempre me pareciste tan igual a mi, tan diferente y claro, despistada.

Todo cuánto somos nos hace divergentes. Pero es dentro dónde te reconozco sincera, desnuda, iguales. Amiga mía, hermana mía. Los años se nos han pasado volando, tan lejanas y cercanas, tan locas e imaginadas.

Pero no todo es tan rosa, tu  presencia me irrita (y lo sabes), cuándo con tus ideas pretendes jugar con las mías, y después reímos calladas y nos miramos cómo ocultando algo. Nada hace qué palabras de enfado salgan de nuestra boca, nos sabemos tan semejantes, tan unidas y hermanas; qué no tendría caso tratar de separar nuestras mentes, sí siempre volveremos a abrazarnos.

Quiero imaginar qué haremos, de qué hablaremos primero. Pero no he podido, sólo vislumbro tu presencia recorriendo la sala, corriendo hacía tu cuarto y de regreso. Tan ocupada y llena de gente, diversificada. Pero sé que en la noche, cuando el mundo haya dormido; tu y yo encontraremos entre las estrellas múltiples razones para seguir riendo. Mi querida hermana, qué felicidad saber qué ya vuelves.

sábado, 1 de mayo de 2010

La hazaña.

Doy un paso, después, otro; despacio. El viento mueve mi cuerpo, mi corazón se acelera. En el horizonte se vislumbra luz, tierra verde y mundo. Debajo de mis pies, supongo, vacío.

Mi mente y mi cuerpo tratan de orientarse hacía el final. Cuánto faltará?, posiblemente, lo suficiente cómo para caerme y festejar el comienzo de la muerte.

Me balanceo, controlo mis manos lo más que puedo, sin olvidar qué todo está en el pensamiento. -es cómo caminar sobre la acera- me repito y parte de mi lo cree, mientras la otra tiembla.

Y yo, a mil metros de altura, sola, caminando sobre el hilo de la vida. Pateando al destino, burlándome de él. Pero estoy consciente, el destino no olvida, no se le engaña sin tener consecuencias. Vendrá por mí vengativo y yo, no opondré resistencia.

Sólo éste último truco (grito constante), sólo condenando a mis ansias, arriesgando todo. Sí pierdo, quedará allá abajo firmado con sangre mi última ilusión/capricho/amor.

Porque cuando se ama así, uno va caminando por la vida sobre un gran cable metálico. Malabarismo mortal que juega a ser destino, a crear tu propia historia.

Amando, incluso, cuando nadie te espera al final del camino.

Sun!

Estoy siendo bañada por unos cálidos brazos, encantada, enamorada y deslumbrada. Es la vacuna del ser, la potencia de los héroes, aquella gran musculatura danzante eternamente.


El gran, me ha tocado, me ha desvanecido e iluminado. Yo me dejo, como fiel enamorada y resulta qué me  abraza, y yo, asustada. Contemplo lo más que puedo, pero pierdo la visión, no soy tan poderosa enfrente del gran sol.