viernes, 7 de mayo de 2010

3:45 a.m.


He vuelto a tener esos sueños vívidos, dónde mis pantalones se agarraban entre espinas, y éstas se enterraban más y más con mis movimientos desesperados y absurdos de sacármelas. No puedo apuntar qué estos estén plagados de silencio, ni de mucho menos alivio. Lo único evidente es la noche, las estrellas, la soledad, y tristemente yo.
Tengo periodos así, de insomnio iracundo. De no dejar que mi mente repose: de pensar y pensar, de recordar y seguir pensando. Dónde los recuerdos son mis peores enemigos y yo les doy la libertad de pasearse por mis prados y derriban lo ya formado, lo qué pensaba sólido, lo qué había reconstruido y los dejo descuartizarlo.
Así es la nostalgia entre madrugadas y sombras. Así son los sonidos del corazón lastimado. Son silencios incómodos, miedos desorbitantes, extremidades con aire, con vergüenza, con frustración y sin ti. No me digan los demás, los de afuera, qué no entienden, qué lo que digo es de otro mundo, de dramas de mujer, de corazón frustrado. Éste dolor nos aqueja a todos, es una epidemia mundial. El dolor, cuándo es por amor, es una serpiente que recorre tu piel, la muerde poco apoco, sin dejar un solo pedazo de ti sin ser lastimado, envenenado. Tampoco exagero cuando digo qué te extraño tanto que llego a odiarte, que me odio por odiarte, porque odio sentir lo qué sea por ti. Incluso odio.  
Yo no puedo seguir luchando por no sentir, simplemente me dejo, soy una presa fácil al depredador de mi insomnio. Por eso lo escribo, para que camine rápido, para que salga tal cual entra, tal cual se impregna. Lo dejo respirar a través de mis letras, y lo contabilizo, y me doy cuenta que no tiene final, que el sentimiento sigue, transmutándose, exhibiéndose en diferentes formas; sin pena, desnudo de pudor.
Un árbol, un hombre en la calle, dos coches grises, tres semáforos en rojo, la mirada del vecino, la sonrisa del amigo, mi rostro en el espejo, el silencio de mi oído, mi corazón vacío, un vaso con agua, dos aspirinas, un sombrero. Todo eres tú, y nada, nada de verdad. Sólo fantasía, ilusión, oasis en Alaska.
Desgraciado recuerdo, infernal sensibilidad que me ata a la ternura poco apoco. Asfixiando mis ansias, mutilando cada rastro de compasión por ti, por mí, por la historia. Todo ha acabado, o tal vez simplemente dejo de ser.

11 comentarios:

  1. mmmmmmm...Sin palabras lindo
    un beso cosmico

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  2. No se que decir. Llevo un rato con el rectángulo de los comentarios mirándome inquisitivamente. Pero es que al igual que cuando vine por primera vez, me dejas sin palabras. Podría usar las tuyas tantas veces y tan frecuentemente que muchas veces me quedo pegado a la silla, con tus palabras rellenando mis huecos, metiendose por mis recovecos, por mis dobleces, iluminando mis sentidos y poniendo nombre a muchos fantasmas que por cercanos, se esconden bien insolentes enfrente mio.

    Como siempre, gracias por escribir y por iluminar las sombras.

    Un beso enorme.

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  3. Hola, gracias por comentar y leer.

    Unai, vale la pena escribir, sentir cada letra, sí a tí te sirven, sí tú las sientes o calquier otro las llega a sentir. Me encanta que pueda llenar parte de tu espacios en blanco con mis letras. Sentir que en otro mundo, alguien se siente indentificado con ellas, me reconforta.

    Gracias de verdad por tus palabras.

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  4. Yo lo certifico: esa serpiente de nostalgia nos muerde a todos...

    Besos insomnes (un poquito envenenados).

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  5. Hay mamol, nos pasa lo mismo,me encanta leerte, un beso querida amiga.

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  6. hasy cosas que se acaban... y son como son... se acaban...

    Saludos y un abrazo enorme.

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  7. Un sueño simplemente?
    Me ha encantado. Te sigo.

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  8. Las nostalgia es unas tijeras clavadas en la espada...

    Saludos y un abrazo enorme.

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  9. Y tú que andabas como tan enamorada en los posts anteriores! :S qué triste, yo por ahora y espero seguir así, me encuentro feliz y estable, pero cuando todo termine, empiezo a pensar que me podré identificar mucho contigo Val.
    Besos :)
    Y tranquila que es sólo uno en el billón.

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  10. me has sorprendido, encantado, te felicito...

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  11. Hola a todos!!! muchas gracias por sus comentarios.

    Siempre la nostalgia de madrugada es cómo ponerla a la luz de un microscopio, maximizamos sentimientos. Pero no por eso dejan de ser reales.

    Gracias a todos por leer y pasar por aquí, un abrazo grande.

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