martes, 4 de mayo de 2010

Para Arthur S.

He tenido tiempo queriendo escribirte una carta, pero no sabía a ciencia a cierta cómo empezar. He comenzado mil veces, he tratado de parecer una extraña. Y quizá, hacer cómo sí nada, ó mostrarme casual y rara. También trate de reprocharte tu ausencia y condenarte a la hoguera. Pero, cómo sabrás, nada ha salido de bueno. Y siempre termino, por cerrar mi cuaderno y mirando hacía la ventana pienso que sería  muy bueno que no regresaras nunca, pero, sería mejor que ya regresaras; mientras tu recuerdo sigue vivo o antes que emprenda mi camino.

Te quisiera hablar de mi, pero no sé por dónde empezar; he terminado por recurrir a la reseña típica y veras: he dejado de diferenciar el lunes de los domingos, y comienzo por resignar los sollozos por los recintos. No, pero no te preocupes, estoy mejor qué bien, he acudido a muchas fiestas, he conocido a mucha gente. Aunque de vez en cuando mi cama se llena de sueños contigo, o tal vez de alabanzas, hacia ese pedazo de alivio.

Me gustaría que vieras ahora mismo cómo juega las olas con el aire, como se va desgastando el suelo mostrándose iluminado y sereno, y duermo entre las ganas urgentes de ver tu cara.

No sé, quisiera preguntarte tantas cosas, cómo por ejemplo: me haz extrañado?, cómo le haz hecho para no pensar en mí mientras el suelo se va platinando?. Pero sobre todo: ya me haz olvidado?, no es por vanidad que pregunto ésto, es más bien por curiosidad, es qué quisiera olvidarte; y tal vez tú podrías ayudarme.

Pero no, definitivamente, eso de escribirte no es nada fácil o por lo menos como yo quisiera, es qué ahora mismo no entiendo muy bien qué haces. Quisiera vomitar finas letras que a tu interés sean gratas, pero eres tan extraño, qué podría entender que ahora mismo hayas pasado de hoja, o alzando la ceja haz borrado mi mensaje.

Basta ya de compasiones, hoy tengo que decir qué amo el recuerdo que haz dejado en mi corazón bien clavado. Pero es qué no es masoquismo, es amor al romance. Es querer escalar por las tardes,el orgullo de contenerlo en mi razón, y de madrugada, decir tu nombre o tal vez el de otro. Pero siempre enamorada, siempre encontrado mi alma, mi pedazo de esperanza. Mi corazón roto.

Quisiera haber sido en ti, lo que ahora vive en mi de ti. Estar escarchados de recuerdos, salpicados de cariño. Quise arrancar de tu pecho, y robar tu compañía, pero bueno, no toda empresa prospera, debemos esperar que la crisis deje de resignar mi corazón a la espera. 

Pero sí es que llegas a leer ésto último. Quiero que olvides todo, y hasta que dejes que mi nombre, cambie por ese más corto. Te doy el gusto de ocultarme cómo ya tantas veces lo haz hecho, de tu vida y de tu gente. Total, espero que olvides y sigas así, viviendo.

Atte: 
Ana.




10 comentarios:

  1. A veces queremos olvidar... Pero recordar es lo que nos hace ser como somos y actuar como lo acabamos haciendo...

    En ocasiones es mejor tener dudas, pensar en ello y las posibles respuestas. Dejar en el fondo las dudas sin aclarar. Porque si fuesen aclaradas, quizás el recuerdo se vería alterado y nada agradable ni merecido de ser recordado.

    Besinos.

    ResponderEliminar
  2. Una carta que no sé si es real o imaginaria querida Valery, pero en cualquiera de los casos es preciosa. Y más si es real porque hay mucho sentimiento y más fuerza e incluso desgarro en cada una de sus palabras. Expresas ganas de olvidar pero sin quererlo, desde luego quieres olvidar porque el recuerdo a veces duele y atraviesa como un punzón penetrante las arterias y el mismo corazón.
    En realidad es una carta que envidio, porque yo ahora mismo hace tiempo que perdí o dejé atrás todo vestigio de amor, Y a mí me gusta estar enamorado de cualquier cosa; de la vida, de una flor, del mejor de los libros... Pero de una mujer lo mismo que de un hombre en tu caso es algo supremo, es el acontecimiento supremo y más elevado en nuestras vidas (a un lado y por debajo quedan prestigio social, economico etc...).
    Sólo puedo ya decirte una cosa, he sentido tu carta, me ha llegado; y esa es la función principal que el lector debe de sentir cuando lee el relato o escrito de un escritor...
    Gracias Valery.
    UN beso.

    ResponderEliminar
  3. Linda expresión de amor,por locura

    ResponderEliminar
  4. Vive tú también, ¿De acuerdo?

    Un beso.

    ResponderEliminar
  5. Leer esto es como colarse como una intrusa en el corazón ajeno.No sé si es ficción, pero parece que tiene destinatario real.
    Saludos

    ResponderEliminar
  6. "Quise arrancar de tu pecho, y robar tu compañía, pero bueno, no toda empresa prospera, debemos esperar que la crisis deje de resignar mi corazón a la espera"

    Se que me repito, pero estas resultando ser mejor que mi voz para expresar mucho de lo que siento. Resulta extraño venir a visitarte a diario y encontrarme un poco mas a mi mismo.

    Un beso, Valery.

    ResponderEliminar
  7. La carta es hermosa, expresa todo lo que has querido y con mucho sentimiento, te imagino escribiendo cada letra con la mirada perdida en el pensamiento pero sabiendo que palabra sigue una de otra.

    Real o mentira, quizá eso sólo tú lo sabrás.

    Abrazos!

    ResponderEliminar
  8. Hola Valery,

    cuando acabé de leer la carta, estaba un poco más triste que cuando empecé a leerla. Ver que llegas a creer que tu lector podría "dar vuelta a la página", y ver tu resignación/aceptación (¿superación?) al final, fueron las cosas que me hicieron "decir" un "Nooooo" largo y desganado en mi mente.

    Como han dicho otros antes, la carta es bonita, y seguramente estuviste pensando en alguien/algunos al redactarla. Eso está súper.

    Que estés bien Valery, éxito.

    ResponderEliminar
  9. Hola, wow, gracias a todos por sus comentarios tan hermosos.

    Qué sí la carta es real, pues es tan real cómo se siente, sin un destinatario tal vez, pero puede ser para cualquiera; creo que el sentimiento es lo importante.

    Un gran abrazo a todos. Y gracias por leer!!!

    ResponderEliminar