domingo, 9 de mayo de 2010

Dos horas.

Siempre me ha quedado muy claro que nada debe ser a la fuerza;  ni las letras, ni el amor, y mucho menos la compañía.

Tengo dos horas escribiendo, dos horas amando, dos horas dejándome acompañar de las letras, qué si lo que escribo es merecedor a un premio de literatura, o sí lo leerá alguien antes de dormir, en el desayuno o en el baño; no lo sé. Pero no sé sí importa realmente. Me encanta que me lean, sentir cuando alguien disfruta de lo que yo amo, es cómo presentarles a mi amante y qué digan "mira que guapo es" y sentir orgullo por lo que soy, por lo que amo. Pero qué lo digan o no, eso no hace que lo ame, lo amo porque así es.

No sé si ME seguiré escribiendo por mucho tiempo, no sé si mañana deje de hacerlo porque no tenga tiempo o simplemente me quede sin nada que escribir  o termine por simplemente escribir sólo para mi. Hoy amo, adoro y disfruto cómo nada en el mundo escribir y saber que alguien detrás de éste monitor siente a través de ésto, wow es un sentimiento indescriptible. Me hace sentir que soy libre dentro de toda esta realidad, me hace sentir que "alguien" me escucha, me hace escucharme. Y creo que por eso vale la pena.

Gracias por leer, por comentar, por seguirme. Y gracias a las musas que ponen delicados tulipanes en mi mente, o por lo menos así los veo.

Les mando mucho amor!

2 comentarios: