jueves, 12 de julio de 2012

De "seres".

Son los pies, los lunes y los viernes; pero también es tu voz. Las marionetas, las tardes de sol, la lluvia, los flores que ya no florecen (ni por ti ni por mi), y es también los días que se arrastran de otoño a primavera.

Son las lagunas mentales y los soles con estrellas.

Son las matinés de domingo que no acostumbro, tu codo y el mio, es caminar.

Son las siluetas danzantes y la noche, esa noche que no nos pertenece.

Es también la distancia acomodada a un lado de la cama, los despojos, los desechos de ternura, tu sonrisa y tu forma de besar.

Son las largas conversaciones que nunca terminan y es también silencio y resignación.

Son muchas cosas revueltas, es el mundo girando. Es ese "todo sigue igual"; es también olvido.

lunes, 9 de julio de 2012

Dejar.

Como si fuera fácil dejar partes de ti por donde sea e ir descalzo de pies y dejar la piel de las manos por ahí. Así es cuando pierdes un amigo. No es sencillo despertar y que no estés: que falte tu voz, tu compañía y tu silencio.

Me sobran argumentos para ir a buscarte, para pedirte explicaciones. Pero no lo haré porque te quiero, porque lo respeto, porque te siento. Me despido de ti de la única manera que se hacerlo, escribiendo.

Por mi parte, hace tiempo que aprendí a dejar ir. Y tu lo sabes, recorriste pacientemente mi camino de regreso a mi, me esperaste, me limpiaste las lagrimas y escuchaste cada vez que tuve que gritar cosas.

Te llevas partes de mi con tu huida; mi gratitud, mi cariño y mis pensamientos. Yo ya no te espero, desde acá me despido de la manera más humilde y te deseo lo mejor. Camino con los brazos desechos y la cabeza aún escarchada de frases que nos hemos dicho. Faltará tiempo para olvidarte, y lo haré.

No hay adiós válido para un amigo, no hay lejanía que valga la pena. la amistad es otra cosa de la que piensas.

sábado, 7 de julio de 2012

En ti.

Y, aunque parezca que las olas me atrapan como prisionero de guerra y el sol sigue calando igual de fuerte a pesar de "esas" nubes grises que mencionan en los cuentos. A pesar de eso y a pesar de todo, mi mapa se encuentra en ti.

Aunque los caminos se me enloden y las carreteras parezcan cenizas disfrazadas de grandes senderos brillantes; aunque la sangre se empeñe en dejarme amarrada a la orilla y aguarde silenciosa el reproche, todo está dicho.

Porque no hay justificación más grande, porque todo empieza y acaba en dónde los deseos se aterrizan y las esperanzas huyen. No hay peor agonía que una espera salpicada de vidrios; de esos que cortan a su paso las alas que te vas tejiendo, que aplazan el vuelo que marchitan los aires con el olor a pasado. Ese putrefacto alarido de las almas que ya no significan nada.

Y, aunque parezca sencillo, y aunque me empeñe en dibujarme día con día e inventarme juegos para olvidar un poco a dónde pertenezco; mis pensamientos me traicionan, la naturaleza sigue su curso y los caminos llegan a ti.

jueves, 5 de julio de 2012

Crujir.

Las conexiones crujen con el tiempo; o se desgastan o se transforman. Pero lo interesante es el sonido. Jamás olvidaré aquel resonar tímpanos de esa primera mirada en un bar o el "tic" de un abrazo en el estacionamiento de la facultad. Tampoco pretendo olvidar cuando lo conocí a las puertas del cine, ni niego la cantidad de sonidos que trasmití aquella vez. Somos lo que hemos visto, tocado y disfrutado; pero sobre todo, aquello con lo que nos hemos ligado.

Mis hilos se fortalecen, si es que así se puede decir; se enganchan y se tejen por los senderos de mi vida sin mas pretensiones que las de siempre, salir ileso de las cosas y seguir respirando.

Somos tan grandes y pequeños, hacemos tanto ruido como queramos, nos ligamos tan fuerte o conectamos sin querer o queriendo con quien nos vamos topando. "Nunca estamos solos" me dijo una vez alguien a miles de pies de altura y a mitad del océano. Y yo en medio del mundo, más sola que nunca, me sentí una mujer segura sintiendo que el mundo me pertenecía (y así lo era).

Por que el mundo es un pañuelo, y si lo ves de una manera simplista, lo es. A pesar de las distancias, de las barreras económicas y sociales. Todo es posible cuando se desea algo con todas tus fuerzas y yo lo comprobé y lo sigo reafirmando día con día. Aunque el camino para lograrlo sea duro y empedrado, la gratificación de cumplir un sueño por más pequeño que sea te convierte en magnificente.

Y de eso se tratan los sonidos que vamos creando: de crujidos enganchados a imagines y sensaciones; de experiencias y voces, de re-afirmaciones. Pero sobre todo, de felicidad.