Repaso.

Lo que pasa, creo, con los sentimientos y con el amor es que siempre queremos que sea único y especial. Sin contar con que todos jugamos el mismo juego y que seguramente uno de los jugadores o ambos ya habían vivido ese tipo de sensaciones antes, y que nada nuevo puede producirse, salvo lo obvio, que sea una nueva persona la que despierte dichos espasmos musculares, fríos, calores y demás sensaciones pertinentes al enamoramiento.

Y por más que quiera ser la "lizye" de algún Mr Darcy o la Ilsa de Rick, o cómo sea, somos solamente un par de mortales inventándose una historia diariamente, o tal vez simplemente escribiendo un final inesperado. No lo sé.

Pero suenan bonitas las historias de amor contadas por otros, las canciones, los sones, incluso los suspiros inspirados en sentimientos tan ajenos como propios. Que no me canso de leer y leer, de escribir y escribir, tratando tal vez de remarcar lo ya descubierto por otros, porque estoy segura que nada nuevo podré inventarme, ni seré la victima de una espada de amor mortal que acabará por llevarme a tierras lejanas con la sola intención de probar unos besos que ni mi imaginación puede definir. Tal vez, sólo sea turista del destino, y me compre un par de camisetas y un llavero. Pero todo valdrá la pena, porque llegaré hasta el final de mi sueño, y cumpliré mis deseos y tal vez, sea sólo el camino a Ítaca lo que me lleve en mi barco y de botín mi regreso.

Pero mientras sueño despierta, mientras leo, mientras suspiro, seguiré escribiendo :D

A ti.

Quiero que sepas que no pienso en nadie más que en ti cuando me despierto. Que no hay persona en el mundo que me guste más que tu. Que me haces reír, me haces feliz, y haces que todo tenga sentido.

Cuando se conoce lo que yo siento contigo, no hace falta escribir de nada ni de nadie, nada hace más falta que tu voz, tu amanecer y la hora en que te vas a la cama.

Te amo.

Tres pasos.

Nunca entenderé la logística que tiene el destino, ni el porqué parece que me faltara siempre tres interminables pasos para tocarte.. Tampoco me sorprendo, mi corazón está habitado por una gran estrella blanca que lo abarca todo, que lo llena todo. No es sencillo, pero sin tocarme un solo cabello se adueña de cualquier rincón a lo que le da luz y le pone nombre a mis labios y sentido a mis sueños.

Y mi vida se acomoda, el pasado y el futuro danzan frente a mis ojos y no me atemorizan. Pierde significado la palabra incertidumbre y llega con la primavera la rosa de los vientos y la afrodisíaca fruta de sus manos.

Confirmo la idea de que todo se resuelve con el tiempo. Me alegra de que la armonía del mundo no se haya olvidado de mi; respiro profundo, y sonrío.

El amor que vale la pena es aquel que el cuerpo parece incapaz de atrapar, y da la impresión de que se desbordara por todas partes. Y presiento que si soy capaz de sentirlo, no hace falta seguir amarrandolo en mis brazos.

Breviario de felicidad.

A veces creo que la felicidad es una fiesta de esas que no se preparan con mucho tiempo pero que llegan a ser fantásticas. Es recibir flores y ver en la tarjeta el nombre del hombre que amas. Es escuchar su voz y dónde quiera que estés emocionarte o ponerse nerviosa, es ser sorprendida por la vida y por las circunstancias.

La felicidad son pequeños momentos, historias y pasajes que tal vez se parecen mucho a lo que todo el mundo describe, pero que se convierte en especial y único por ese breve momento de emoción, esa exaltación de los sentidos. La alegría depende de muchas cosas, la felicidad depende de la actitud con que tomes las cosas que pasan.

Y tal vez antes jamás pensé en el amor como sinónimo de felicidad, pero ahora me parecen casi iguales. Feliz día de San Valentín.