lunes, 9 de diciembre de 2013

Desafinada.

Quisera saber dónde se esconden todas esas palabras que quiero decir, están detrás de mi garganta, o detrás de mi oído, o de mis ojos, o en mi pecho. Yo qué sé. Sólo sé que viajan de un lugar a otro destrozando todo y, yo, con las manos entumecidas por el frío intento teclear en do y no hago más que desentonar todo el tiempo. Estoy desafinada.

Entonces busco en mi gaveta los libros que antes leía e intento recuperar miradas, atardeceres, abrazos. A ti. Se me escurren los caminos y las ganas de retenerte. Es que para tener ganas de amar también hay que tener valor, disciplina y una insoportable cara de idiota -A mi solo me quedo la cara de idiota-.

Extiendo mis raíces con miedo a quedar atrapada en terrenos fangosos, entonces muevo un poco mi pie y termino corriendo del otro lado de la calle, escondida detrás de la luz -en rojo- que indica que los coches deben detenerse. Pero, ¿a qué iba? mientras deletreo sin razones en mi mente y vómito lo que no sé en no sé dónde, no me detengo, NO RESPIRO. La pasión puede costar, si, pero el frío vaso de whisky que duerme ahora en mi mesita de noche es peor consejero. Carraspeo, digo dos palabras, es cierto, estoy desafinada.

martes, 12 de noviembre de 2013

Muertos

Se limpia las manos en el pantalón y busca algo en el piso. Todas las miradas de los objetos de la casa lo voltean a ver, millones de partículas de luz chocan contra su piel y se desvanecen en los rincones. El té de menta se enfría en la taza, todas las canciones que le gustan están en LA y su color favorito es el azul eléctrico. Su juventud se fue en el periódico de ayer que está humedecido en las baldosas del baño. Claro que sueña y todas las mañanas recuerda sus deseos más íntimos, los reconstruye como esos barcos de maderera que están dentro de botellas de verdes..

-He matado a tanta gente- se dice mientras oscurece la calle, bueno, quizá no las haya matado con pistolas o cuchillos, ni sus manos se han cubierto de rojo. No de ese rojo que tiene la sangre en las películas que le gusta ver los miércoles en el canal 5. Los asesinatos son con palabras, miradas, silencios. Incluso lo han matado tantas veces, se ha suicidado en silencio y gritando. La muerte ha bailado en su mesa. Si, porque nos vamos matando poco a poco. La gente muere frente a nuestros ojos -¿cuándo fue la ultima vez que te vi-maté?- Eso le recuerda que sus manos están sucias, y vuelve al grifo, y con agua lava las culpas que se se arremolinan centelleantes.

¿Cuántos has matado hoy? La gente tiene que morir para trascender, si no se mueren, se quedarían estorbando en tu vida, como bultos sin sentido, no hay salida, ni forma de librarse de la pelea contra los pensamientos de horror de aquellos objetos. Tiene sentido, por lo menos, para mi.

domingo, 3 de noviembre de 2013

El tiempo a través del amor

El tiempo pasa y los conceptos acerca de las cosas cambian, los puntos de vista y sobre todo los ojos con los que se ven las cosas. No sé si sean las circunstancias, la suerte, la vida, o Dios. Pero sea como sea, somos consecuencia de todo eso mezclado.

El amor, de eso de lo que siempre he hablado ha cambiado desde hace tres o cuatro años que empecé el blog. Desde que lo conocí como era a como lo reconozco hoy. El amor es, sin lugar a dudas uno de los conceptos que se han materializado de manera más fehaciente en mi vida.

Hace cinco años el amor era, para mi; versos, abrazos y romanticismo. Supongo que como no tenía nada de eso, lo buscaba desesperadamente y no me conformaba con lo que "raquíticamente" tenía. Pero no era culpa mía ni de la persona que estaba conmigo, era que no éramos de ahí. Las cosas pasan por algo, y afortunadamente la vida nos alejo de manera brutal de la única manera que, quizá podía haberse dado. Ahora que volteo hacía atrás me doy cuenta de lo agradecida que estoy de que las cosas pasaran como pasaron y de lo afortunada, o afortunados que fuimos de no estar juntos. Donde quiera que esté le deseo lo mejor y le agradezco todo lo malo, porque ahora por eso he aprendido cosas.

Y si, somos todo eso, soy todo lo que era entonces, pero mejor. Ahora he descubierto que el amor soy yo misma, lo bien que me siento conmigo misma lo enamorada que estoy de mi y de lo que hago. Luego de mi amigo, socio, pareja que está a mi lado, ese que trabaja lado a lado conmigo por una vida juntos, poco a poco, paso a paso. Sin querer correr antes de caminar, por que la vida y la historia se construye en cada minuto y no hay prisa para las cosas que, evidentemente nos pertenecen. Soy feliz de disfrutar, de cada minuto de mi vida y de nuestros proyectos. Vivo y veo un camino en común y eso, en definitiva, sin versos, sin moños, eso, es el amor.

Quizá mañana, en unos años, el amor se convierta en un otro proyecto, en un abrazo de un hijo o en lo grande que se convertirán mis proyectos nacientes. Pero por ahora, amo éste amo que nace, crece y juega en mi corazón día con día.

lunes, 28 de octubre de 2013

Maquina.

Mientras el té de limón se enfría lentamente sobre el mantel odioso de frutas, me trago algunas nueces, que, como las verdades, pican en la lengua pero tienen un rico sabor. Y disfruto de una noche de octubre tirándole a noviembre con ganas de que el año escurra sus ultimas gotas y nos deje alguna esperanza nueva. Una más. No hay manera de agradecer las cosas buenas que pasaron, ni tampoco de echar para atrás de aquellas en las cuales pareciera no haber salido como planeamos. Pero qué va, si las todas las cosas "que no deben pasar" pasan por algo, y son maravillosas. Aunque en el momento parezcan una maldita enfermedad terminal. La vida, aunque parezca que sí, no se acaba con el primer ventarrón de aire.

Y si, me siento liberada, éste año al abrir las cortinas se han vuelto tela los fantasmas que se acomodaban detrás de la puerta. Y la comezón que me daba cada vez que alguien decía su nombre. Ya no hay nada. Y eso me hace sentir que valió la pena la espera. Los muertos, los desollados, los terremotos, los suicidios y un par de malditos cuadros que jamás colgaré en la pared. Todo está, existe, porque negarte es matarme. Pero ya no hay nada hoy, tú ya no estás.

Y vuelvo a tomar de mi té y me diluyo en recuerdos. Tu mano en la mía es, como debe ser, no más no menos. Como ver el centro de una maquina, cuando los engranes van y avanzan y se mueven a su tiempo. Somos poderosos juntos, creamos y destruimos el mundo en una sola tarde. Volamos. Pensar en ti es como pensarme a mi misma desde lejos. Tengo suerte, si, pero también tenemos suerte los dos de tenernos. No funcionamos uno sin el otro. Ya no somos uno solo, eso lo sabíamos desde el principio y aún así seguimos construyendo cosas, aprendiendo uno del otro, haciendo la maquina caminar, trabajar, moverse. No sé a dónde llegaremos juntos, pero no pienso mucho en eso, mientras me hagas reír y tu conduzcas, me quedo pensando en qué música podremos crear mañana, en qué más seremos tu y yo cuando el té me lo prepares tú por la mañana.

lunes, 21 de octubre de 2013

Navegar.

No sé ni porque, pero ésta semana traigo sentimientos "enmarañados". Y es que no es que se tenga que tener claro todo, pero, pff a veces, la vida te pone una neblina en los ojos, y blank, nada. Y  es el punto exacto de escribir; para poder entender un poco, o mejor dicho, poder entenderme un poco. No tendría ni porque subirlo al blog, pero qué más da. Hace tanto tiempo que entre él y yo tenemos una relación, digamos, íntima, que dejarlo fuera de mis pensamientos en éste tipo de momentos es absurdo.

Y hablo, o bueno, escribo y escribo tratando de averiguar qué me pasa. Todo, dentro de lo que cabe en mi vida, es "normal" digamos que va muy Valery tengo el control de mis cosas, de lo que hago, cómo lo hago; me dedico por primera vez a lo que me gusta hacer, me pagan por eso, me va bien. Tengo estabilidad emocional y familiar, bla bla, digo, dentro de mis parámetros de normalidad, todo sigue su curso. Pero es cuando termino cansada de editar todo el día, cuando me siento delante de la computadora y chaz! me vienen sentimientos que no sé cómo identificar.

Si bien, después de las nebulosas  aparecen enfrente caras intermitentes como intentando señalarme algún camino, no distingo el porqué. Todo tiene que seguir su curso, tomamos decisiones que  bien o mal nos llevan al camino que deseamos seguir. Estoy aquí porque lo he decidido yo, y soy feliz con ello, de hecho muy feliz. Sé que me faltan cosas pero todo se ésta construyendo (lugar común "roma no se hizo en un día) no hay porque querer correr, sí algo he aprendido en mi vida es que los pasos se dan pequeños, seguros, certeros, pausados. Algunos de rápidos si, pero pensados y disciplinados. Las cosas que son para ti, llegan, se juntan y se desbordan en el tazón del café por la mañana, en las manos de un amiga, en las rosas de la entrada, en las platicas sin fin antes de dormir, en todos los viajes que se planean y en los que ya se quedan sellados en el pasaporte. En la gente que se se ama.

Aunque, no entienda bien a qué me refiero, y quizá, o mejor dicho seguramente nadie más lo sepa, es tan reconfortante saber que estás aquí frente a mi leyendo,  o dejando que te escriba justo en tu pecho, día a día mes por mes, durante años (ahora hablo con mi blog) que jamás podré recompensar la sensación de alivio, como si después de cuatro o cinco manotazos al teclado, dejara todo fluir y todo se quedara ahí y navegara hacía no sé donde. Quizá, hacía ti.


domingo, 20 de octubre de 2013

Mordidas.

Podría estar hablando de más,  rescatar las pocas letras que me quedan en el tintero y gritar. Pero ¿qué sentido tendría?.

Amo el mes del Octubre, se han fechado eventos importantes en este mes, desde el hecho de que mi blog ha cumplido 4 años, como que, el otoño es mi estación del año preferida y que, disfruto el clima, la comida y demás cosas. Y si, también lo que estás pensando.

Y mientras los huracanes y los mares, y todo ese ruido deja de pasar. ME quedo inmóvil delante de la pantalla, esperando que pase algo. Tengo la fortuna de estar en todas partes, de pertenecer a muchas cosas. De hacer, de deshacer y de no estar atada a nada. Lo he luchado, lo he querido, lo he logrado. Y aunque aveces no sé qué hacer con tanta libertad y el vértigo se apodera de mi. Considero que si mañana decido cruzar la luz detrás de la puerta, podré regresar a donde mismo, y nada pasará. Y dentro de todo ese concepto, otros tantos se tejen y desconectan mis sentidos y  me vuelven a hablar de un té de menta y del camión de la basura que pasa lastimosamente siempre, a la misma hora.

Bueno, que la felicidad es a ratos, a pequeños mordiscos. y ñom, éste domingo, le arranco uno, aunque mañana no sé si habrá panecillos.

sábado, 19 de octubre de 2013

Pum!.

Pondremos puntos finales, sacudiremos la cabeza y saldrán disparadas un millón de partículas de "no  sabemos qué" y pum, de la nada (y del todo) acabaremos. El mundo, según el discovery channel, tendrá un final, rápido y silencioso. Aunque, luego cambiarán de opinión y vendrán a decirnos y a darnos con lo mismo del calentamiento global, y pum. Así de sencillo, quizá un octubre cualquiera como éste, justo delante de millones o unos cuantos negaremos lo que somos y nos sacudiremos de problemas para pasar a otra cosa. No lo sé, todos los días estamos creando y destruyendo mundos. Mi mundo ha cambiado tantas veces, continuamente (sin descanso) que muchas días no sé bien dónde estoy parada ni en qué lugar del mundo estoy. Pasa que me despierto sin ubicarme, pero basta, no es que quiera hablar de mi. Quería hablar de, quizá de nada, pero de todo. El todo. Lo que somos, fuimos, o seremos. 

Un montón de células comprimidas que danzan y gozan y estallan contra la carretera (algunas veces). Creo que todo esto va a que, necesito salirme de aquí por unos días. 

Buen día. 

domingo, 6 de octubre de 2013

De politicos.

Es tan fácil hablar de justicia, enjuagar con agua "limpia" el alma y darle en la cabeza a los que deben pagar por lo hecho. Es tan sencillo juzgar en nombre de la justicia y hacer de ésta tu propia arma de venganza.

Lo vi en en sus ojos aquella tarde, antes no lo entendía, ahora veo con un poco de luz, los destellos de la falacia. La venganza y el chantaje son herramientas de uso común. Tan común como los hombres que las portan, tan charlatanes, y son los que hablan en nombre de la justicia y el honor, hombres de política, hombre de  "paz".

Tengo tanta suerte, las circunstancias me ayudaron. Y ahora lo veo tan claro, es tan fácil hablar de justicia con la boca sucia, es tan sencillo y descarado despojarte de tu frustración sobre la cabeza de quien estás juzgando.

martes, 1 de octubre de 2013

Print.

Y mientras unas cosas sólo cambian de "accesorios" y se van mutando constantemente y mientras la vida sigue. Puede decirse que lo más interesante es ir añadiendo cosas que puedo hacer a mi curriculum. No cabe duda que quedan muchísimas asignaturas que todavía me falta por explorar. Pero mientras, juego, divago y me divierto con la los limones que me ofrece la vida.

La felicidad se da también, en el trabajo duro, en una mañana de octubre o de agosto. La felicidad son los retazos de pequeños momentos, de llamadas y besos. Mi memoria desfila y se adentra entre sueños por todos los rincones de mi sensibilidad y sonrío. Cuánto he reído, cuánto he amado, y cuánto me han amado.

Las cosas malas, si existieron, si existen, están ahí latentes, fulminantes, pero son meras circunstancias. Diminutas partículas en la linea de tiempo que es la vida. Viéndolo todo a "full" la vida, mi vida, es maravillosa, sencilla y podría decirse que placentera. Estoy feliz con lo que tengo y con lo que no. Lucho cada día para alcanzar mis metas y mis esperanzas. Y si, me escribo todo esto porque es necesario recapitular, porque es necesario sentarse y dar un respiro para voltear y contemplar la creación, la obra de arte que se pinta día a día en mi.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Paces. peces. pises, poses, puces.

Mientras Nacho Vegas resuena como un descarado por todo mi insomne departamento, mientras reviso las revistas que no me dicen nada, mientras leo de diferente manera los libros que antes ojeaba, y capturo las ultimas lineas del trabajo que tengo que mandar antes de las seis de la tarde; vienes a mi mente, corres por los parques y carreteras de mi pasado, todo eso que fui y se desvaneció sobre la lluvia, entre los huracanes, con un solo suspiro.

Es tan fácil desaparecerte de mis pensamientos, sin embargo, te capturo con los ojos abiertos y te sostengo en mi mano, justo delante de mi casa, en aquella banqueta fría esperando toda la noche a que saliera a verte. Y pienso en lo poco que nos amamos, y en lo mucho que nos quisimos. Y la melancolía de la pasión se enreda entre mi cabello y hace llegar a mi cuello el recuerdo de tu olor. Te paseo por todos mis sentidos y olvido todo eso que odiaba de ti, porque con el paso del tiempo ya no importa, sólo me quedan tus manías y la manera en que deslizaban mis manos por tu rostro.

El sol se hace millones de partículas (de esas que me hacen estornudar) y la brisa de cualquier mes alejado de nosotros mismos, y en otro lugar que no huele a ti, y con otros ojos (incluso) hago las paces contigo y no me pareces tan injusto. Y aquel adiós parece necesario después de todo. Entrelazo mis dedos entre la imagen que representas en mi mente, y me haces sonreír. Y te dejo ir, lenta y parsimoniosamente. Aunque antes de que des vuelta, antes de que te alejes, juego por ultima vez contigo (paces, peces, pises...)

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Y.

Y si, amo el té con miel y contigo. Amo las mañanas que despiertas diciendo mi nombre y cuando me aprietas contra tu pecho y bostezas o quizá dices otra cosa y no logro entenderlo. Si, amo cada rincón de nuestros caminos; tu mano y la mía, lo bien que se siente cuando me besas en cada esquina.

Y si, si me preguntas una y otra vez, diría que amo tus ojos, la manera en que hablas o como mueves las manos. Me gusta que te preocupes por dónde piso. Amo nuestras tardes, nuestros domingos, las noches tirados en la cama sin hacer nada; viendo la tele o simplemente al vacío.

Si, amo quedarme dormida por las tardes, sin problema, porque estás ahí, cuidando de mi, de cada respiro. Si, es cierto, te amo aunque no esté contigo.

martes, 27 de agosto de 2013

Verano.

Y aunque muchos pensaban que el viaje terminaba ya, la vida tenía otro plan, como siempre.

        Intente hacer nido pegadita en la orilla del río que da a tu ventana, luego moví mis velas y corrí/dormí en estaciones que la lluvia mueve, y atravesé montañas que no conocía.

        Fue en el mes de julio y también fue en agosto. Recordé como otros años a mitad de febrero, cuando reconocí la voz, esa que lleva tus labios a un costado de la palabra.

Nos alcanza la fortuna y el destino asecha detrás del balcón y del tabaco húmedo de olvido.

      Volteo a ver mis manos diferentes, me veo en el espejo y estoy bañada de cambios, impregnada de una nueva mirada. Entonces hago planes y veo el itinerario. Mi vuelo sale a las seis, el tuyo, apenas llega.

Ojalá te hubiera contado otras historias; te canté al oído y dormiste escuchando la arena pasear por las sandalias de los viajeros continuos. relajé mi quijada, entoné los versos que escribí y no te los dije, me quedé callada.

     El silencio es mordaz cuando la belleza descansa en el susurro de un verano plagado de adrenalina. Y tus ojos, y tu manera de mirarme, y mi manera de sentirme dichosa, y nuestra risa.

martes, 9 de julio de 2013

Satisfacción-.

Pase lo que pase y a donde vayan todas mis esperanzas, aunque estas cambien, griten, se estremezcan o se vayan a ver el mar. No importa lo que pase, el primer escalón  para lograr lo que "uno" se propone es sentirse satisfecho. Los errores, aunque algunos lo juzguen toda la vida, no son para siempre. El que no se ha equivocado por favor que venga aquí mismo y me diga cómo le ha hecho.

Hoy, me quedo con la palabra satisfacción.

sábado, 6 de julio de 2013

Eso quieres.

Tantas cosas que se dejan, que se tuercen como árboles secos esperando ser, quizá, en algún momento; materia de hoguera o solamente se humedecen con el agua de las lluvias de verano. Las cosas, suceden, vuelan, cambian de estación y chocan contra un poste de electricidad y perecen como aves sin rumbo. Pasa, que no encuentras el pasado ya ni en los libros, se te presenta más bien como pequeños fragmentos de videos caseros mal hechos de vacaciones y no entiendes nada ¿fueron buenos tiempos? Las nubes vuelven a formarse y la lluvia, como siempre, no cae, simplemente ves como quizá en algún lugar del horizonte se mojan tranquilas las copas de los árboles.

Las botas llenas de polvo acumulado descansan a un lado de la cama, podría esperar a que se sea mañana y hacerle una llamada, escuchar su voz, colgarle, no tener el valor de enfrentar lo que no puedes explicar con palabras. Vuelves a mirar tu reloj, nada ha cambiado, son más de las doce, como ayer. Intentas dormir, el sueño es aquella mágica aventura que de niño te acompañaba como caminar, con el tiempo se vuelve una carga. Dormir es, para ti, la manera en que tu CUERPO te reclama tus necesidades. Porque el cuerpo eres tú, tu y todo lo que representas, lo que evitas decir, lo que todo el mundo sabe, lo que escondes, lo que ignoras. El cuerpo es aquel músculo que está pegado a tu columna vertebral que jamás tocaran tus labios y te pertenece y es tan tuyo y tan besable como tus propias entrañas. Mueves los pies desesperado,  no podrás correr de la cama aunque quisieras, es tu cama, esa que no has elegido pero que tampoco has querido dejar. Te es imposible escoger una nueva cama, pero tampoco eres capaz de escoger tus pantalones ni tus camisas. Prefieres seguir siendo el mismo. No te gustan los cambios, pero vas tomando decisiones que te mandan a un lugar diferente de tu vida cada día. No decides y no concretas, prefieres volar. Pero temes a las alturas, ¿olvidas esa vez que subiste al ultimo piso de tu edificio a ver qué iba mal con la antena de la compañía de cable? Tuviste que esperar tres horas para decidir bajar de nuevo. Cierras los ojos, intentas silenciar mi voz con música, ¿quieres que me ria?. Esta noche andamos cómicos los dos, podríamos, si quieres, recordar las burlas que te hacían los niños en la escuela, o todas esas veces que orinaste los pantalones y yo me reí y me burlé de tí mientras llorabas y te pegabas contra la pared. Vuelves a ver el reloj. Y tomas tres pastillas para dormir, ésta noche quieres fiesta, quieres que todos tus fantasmas vengan y se posen a los pies de tu cama y te sacudan la almohada y te echen a patadas de tu inconsciencia a las seis de la mañana....... Si, eso quieres.

domingo, 23 de junio de 2013

Saltos.

Después de todo, no tengo que estar preparada para las cosas importantes. Un día cualquiera puedo agarrar mis maletas y recorrer la playa, ir a la montaña, a la ciudad, a nuestros rincones secretos; ir directo hasta tus besos.

Puedo tomar decisiones y después cambiar la estrategia, jugar o solamente ser observador. Puedo eliminar de mi mente los pensamientos más negros o traerlos a charlar conmigo y que me cuenten de mis miedos y de las cosas que no podré hacer, para después llorar, gritar, reírme, o simplemente darles la espalda. Tengo la libertad absoluta que mi ser me concede, tengo la premisa perfecta que me da mi propio paso.

Me visto de todo lo que yo misma puedo darme, tengo mi infinito amor por la vida, mis ganas de correr y de saltar por el mundo. Mi pasión por las cosas que no conozco y mis ganas de explorar.

Después de todo sé que las cosas importantes se preparan en el camino a hacerlas, que nada está escrito y que siempre después del suelo existe un salto.

lunes, 27 de mayo de 2013

Colores-

El azul de mis mañanas, la lluvia que cae, el espejo me espera impaciente -hoy me veo mejor que ayer- me digo, sigo y el verde me saluda, un montón de tonalidades, sabes que faltan unas, descubres unas nuevas, echas de menos las que se han ido. 

Desayunas y los amarillos y rojos encienden los motores del coche hacía lugares diferentes, tu lugar o el mío, da igual, el día sigue. Blanco, negro, gris, metálicos hermosos te esperan relucientes de labores, al igual que el descanso y tus tardes en tonos rosas y el morado de las noches que caen sin darnos cuenta. 

Todo el día se siente el color fluir entre el ambiente, se duerme, se come, se ama con él ¿por qué no cambiar también de color las cosas, las situaciones a mi antojo? Yo creo mi mundo, yo percibo y veo lo que decido, amo lo que quiero amar, disfruto, tomo y bebo lo que se me antoja. También puedo cambiar de color si así lo necesito. 

viernes, 24 de mayo de 2013

Cinco minutos.

No me permito condenarme una y mil veces por los errores, ni por los errores de otros. Y aunque parezca que doy pasos sin rumbo fijo, mis pasos son cadenciosos, pausados, musicales. No tengo necesidad de tener todo programado, tengo necesidad de sentir aire fresco, regresar a casa y sentirme tranquila, amada. 

Me lo repito, porque la vida parece que quisiera programarme una mordaza, pero no, la libertad es mía, soy más feliz de lo que fui en muchos años y más libre cada día, aunque esa libertad me cueste dar todo lo que soy día con día. 

Y, aunque no diga nada, y aunque muchos me digan que debo abrir un blog serio en el cual cuente esas otras cosas que también soy, no dejo mi rincón porque es parte de mi vida, porque él me ha hecho suya y yo me lo he ganado. Aveces, para ser libre, hay que abstenernos de cosas, hay que prohibirnos otras. Todo tiene su costo, incluso, escribir de vez en cuando por aquí, aunque sea solo por cinco minutos. 

viernes, 17 de mayo de 2013

Ni ahora.

Nunca lo entendiste, porqué lo ibas a entender ahora que tus naves parten justo hacía no sé dónde. Cuando no veo barcas, no veo mar, no veo nada, ni mi misma. Recuero que alguna vez despreciaste mi sonrisa, recuerdo que también la querias.  Pero lástima, todo termina.

Hoy recuperé el aliento, me senté, disparé, maté a cientos de ti, a miles de ti, una y otra vez hasta cansarme, luego, miré la tele, tomé creo un poco de té, y despegue los ojos al sueño, ese que no logro alcanzar hasta pasadas las cuatro cinco, cuando todo se despierta otra vez, y yo parece que prefiero callarme mientras otros hablan, y me duermo. 

Y quizá pueden ser esos días en que uno se puede poner a escribir un sin fin de cosas y esperar que salga algo que no hable de lo mucho que molestan las cosas que se han hecho y las que no. Pero da igual, ni lo entendías entonces ni lo entenderás ahora. 

Puedo.


Puedo no dormir nada uno noche más y desplomarme en las oscuras páginas de lo indevido. De todas aquellas escenas que tardan tanto tiempo en ser borradas y que más bien por morbosidad se encienden como farolas escarchándolo todo. Dejando todo cubierto de cenizas. No recuerdo la ultima vez que me pinté de esas luces de viento ahumado, sudoroso y tedioso, fue creo aquella tarde tuya, verde, toda tuya. 

Pero esta noche es tormentosa, como cada noche, que se aparece para ensanchar el mundo para cubrir la oscuridad y mirarme de frente para persuadir mi miedo y enfrentarme. Para seducir mis faltas, para darme tres o cuatro estocadas en la espalda. No hay lucha, hay solo un mensaje. 

No tengo ya nada que perder, cuanto creí tener algo descubrí que no tenía nada que perder después de todo. Esta vez, como aquella no es más fácil, solo es un paso más, una mirada al precipicio de la noche morada. Descubrir que los ojos azules se abren justo de madrugada, que yo puedo esperar a verte despertar para dormirme, que puedo desvelarme mientras callas. 

jueves, 16 de mayo de 2013


Quizá no quieren que escriba, tal vez quieran que me guarde todas las cosas para mi y termine explotando como todas esas cosas que terminan por colapsar cuando se saturan. Como el cuento del vaso hasta el tope y la larga pila de tablas de madera que se caen cuando pones una sobre otra.. La gravedad o lo que se que ocurra termina por ceder, y todo se viene abajo. 

Por eso prefiero escupir, quizá de manera poca profesional, tal vez utilizando todas esas palabras que no debo de usar, lo lugares comunes, las imagenes ya dichas, las palabras que resuenan entre la caverna montañosa y desdeñosa de mi cerebro. Pero prefiero hacerlo a la mala, a la antigua, así como  estoy acostumbrada, aunque alguno mire y vea y descubra (si puede) de que hablo. Que hablo de ti, de tus cosas, de lo que ya no sé de ti, de lo que no sé de mi, de lo que ya nos ignoramos mutuamente desde hace tanto tiempo. 

Supongamos, y sólo como un pequeño cuento que no digo ni pio, que guardo dos años más de silencio. Qué más puede pasar-me creo que las cosas que se han dicho y que se han dañado pues han quedado ya en el basurero  y como todo, se ha pudrido dentro y ha dejado de existir hace tanto tiempo. Solo quedo yo, eso que quedó después de que todos juzgaron pertinente dejar de juzgar. Entonces quedo yo en silencio en ese pequeño espacio de piedra que me tocó vivir viendo pasar como se aglomeran los platos sucios, y como se manchan los pisos y corren los pájaros a sus nidos y caen las crías y mueren, y nace el sol, y todo el mundo sigue en sus cosas y yo en en el mismo lugar, con mis tenis sucios una cámara en mis manos dónde visualizo lo que les cuento ahora y nada. Si me quedo callada no pasará nada que puedan entender los otros. Solo quedaré yo, diciendo nada. quizá, si eso hiciera, pero jamás he hecho lo que quieren que haga.

martes, 14 de mayo de 2013

La verdad.

La verdad se oculta entre los racimos de flores de la entrada; cada taza, los cubiertos, la mesita de noche. No es trabajo de nadie, por lo menos de alguien que yo conozca, poner en tela de juicio tus dichos y lo que ocultas tras el mantel del café de esta tarde.

Hay verdades que se asientan junto a mi boca como pergaminos dorados. Intenté (muchas veces) correr a buscar las palabras exactas entre la niebla, los días soleados y las cámaras de belleza perfecta, no las encontré. Entonces, busqué tu reflejo y ya no estaba, me di cuenta que las palabras no existían y desaparecí esa tarde.

Todas las verdades llegan juntas como los papeles en el escritorio un viernes por la tarde, como las escaleras de tu edificio cuando traes las compras. Largas e interminables, sufribles y necesarias. Caminé por todas ellas, encontré Burdeos y fotos de la plaza con niños con pies húmedos aquella tarde.

Conocí la verdad, y también guarde mi verdad bajo un personal y hermoso retablo. Entable conversaciones secretas conmigo misma entre las calles más inspiradoras de Polanco, entre poetas y escritores, entre heroes de guerra, entre corsarios. Ni ellos se enteraron, lo dije bajito, bajito, lo canté, lo pronuncié en letras, en versos que ya no recuerdo bien, pero lo dije, todas esas tardes.

Quizá, me ha faltado decir, quizá me ha faltado pedir perdón muchas veces en mi vida. La verdad, es que no lo sé. Hoy, me conmuevo inmovilizada por el viento, veo que emprendo casi cada día un nuevo plan diferente, una nueva fórmula distinta. No me enfado contigo, ni conmigo, ni con ellos. Y no queda mucho que desear de aquellos tiempos. Pero, recuerda, prudente, recuerda, que cantaré en silencio esa verdad que oculto entre sonetos.



miércoles, 1 de mayo de 2013

Fluyen las señales como golpes duros, como enredaderas, como si cada uno de ellos quisiera dejar un moretón grande y verde. Me hundo en mis zapatos de correr, me los abrocho y me preparo.

De mi mano caen flores, despedidas, mayos de diferentes colores, siempre estigmatizados. Las letras como arena se clavan en mi garganta y se quedan ahí; estornudo y compro boletos de avión para dejar la ciudad libre.

Me pregunto tantas cosas y hago honor a mi cuerpo tatuado. Cuando las señales convergen, los propósitos se disponen.


martes, 19 de febrero de 2013

Amor.

Nunca más su risa ronca, nunca más la mañas de mover las manos y de acariciar mi cabello con sus dedos húmedos. Nunca más su mirada marrón y sus pasos lentos y pesados. Ni el destello de sus dientes, ni su pecho, ni sus zapatos junto a los míos.

Se me atropellan las palabras, mis pies aderidos al piso sin poder dar un paso esperan impacientes, ladran los perros como cada noche, o quizá esta noche lo hagan más fuerte, nos han oído. La noche amenazante  lanza sus miradas sobre la casa apenas iluminada. La luna entra con el sabor de indeseada por la ventana de la cocina, ilumina mi mano, me señala.

El viento hace hablar a los árboles, ellos gritan como únicos testigos. Volteo y te veo, no sé si dedicarte unas palabras, quizá lo tomarías a mal, el aire vuelve a a hacer gritar a los árboles, y yo desisto, dejo que ellos te hablen, ellos lo han visto todo. Ni tu verdad ni la mia, solo la verdad.

Mi cuerpo palpitante me hace recortar que corre sangre por mis venas, que sigo viva. Aunque me sienta congelada, algo dentro de mi me produce el calor necesario para seguir respirando, para dar unos pasos.

-Qué importa el tiempo- te digo, y no me contestas nada. Así no pareces tan despreciable, casi como si volviera a amarte, casi como aquella ves que te vi por primera vez, cuando prometiste mucho, cuando te creí todo. -Nos amamos- es cierto. O bueno ¿qué es amor al final de cuentas? Amor es lo que he hecho, lo que hemos hecho todos estos años, tu en tu trinchera, yo en la mía. Siempre a la par, siempre como pareja. O por lo menos eso parecíamos.

Amor, sí es que te quieres poner sentimental, es dar hasta la vida por quien amas. -Yo te la di, yo te la di!- ok, prometí no gritarte. Pero estamos a mano.

Solté el cuchillo lleno de sangre, lo lavé,  me senté en la mesa, y te seguí hablando, toda la noche, como antes.


martes, 12 de febrero de 2013

El primer pensamiento.

El polvo se levanta. Las agujas siguen en el suelo, ya se han cansado de pinchar el inerte sentimiento. Si los recuerdos no me engañan, ha pasado ya mucho tiempo desde la ultima vez que te llamé por tu nombre. Aquello que resultaba tan familiar hoy no me dice nada.

Me siento a intentar escribir las cosas que, por más absurdas, parecen ser la única alternativa. No es fácil vivir todo el tiempo recorriendo sistemas y galaxias, yendo de una estrella a otra, viviendo de luz.

Cuadros sin color, líneas de ensamblaje, economía barata; sentimiento absurdo de vacío. Quién puede vivir recorriendo día tras día el mismo camino. Ni Sísifo ha sido capaz de leer dos veces su historia.

Y no espero que no me juzguen, para eso está el mundo, para asechar con sus ojos enfermos y miopes. Me preocupo más por mi propia perspectiva, por ese momento antes de dormir, por el primer pensamiento en la mañana, por qué canción que tarareo al ducharme; eso dice más de mi que las palabras.

viernes, 8 de febrero de 2013

Dos mundos.

Vivir entre dos mundos, tener los pies en dos lados, lo bueno y lo malo, lo correcto y el error. ¿Se puede estar siempre en las condiciones para discernir?. Hay tanta arena en el desierto que nadie ha logrado contarla.

Quisiera poder tener la certeza en la mano para alardear con ella, pero no la tengo. Tengo vida, por lo menos ahora. Y, aunque todo parezca oscuro y complejo, no hay duda, hay cosas peores.

Hoy le dije a alguien que la vida apestaba mientras me carcajeaba de risa, y es que la vida es esa eterna ambivalencia, esa mezcla de sensaciones, las terribles noticias, los amargos sucesos, las hermosas experiencias y las grandes sorpresas, suelen venir juntas. Siempre, entre dos mundos.

jueves, 7 de febrero de 2013

Disperso.

Dispersar mi mente hacía todos los rincones de mi cuarto, navegar por las orillas de mis pensamientos, limpiar poco a poco todo aquello que se usa a diario. Jugar con mi memoria sacudirla y, entre tanto, no pensar en nada en concreto, solo en dejarme llevar.

El orden es necesario, pero el desorden es fundamental para encontrar lo perdido. No hay mejor terapia que ordenar. Las cosas viejas se van, las cosas que no funcionan corren hacia la basura, lo añejado se pule, a lo sucio se le intenta limpiar y si ya no funciona se le deja a un lado y se desecha. Hay que dejar ir para poder seguir.

Entre tantas cosas, entre tanto ruido, entre tanto y tanto tiempo, siempre estaremos ahí, las cosas y las ideas no nos hacen lo que somos, esas nos van dejando conforme el tiempo avanza; la moraleja es saber qué sirve y que te estorba, la gran lección es dispersar.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Un pie y luego el otro sin perder el equilibrio, dos, cuatro, seis pasos. ¿A dónde ir? hay tantos caminos que recorrer que los pies parecen esclavos de las circunstancias.

Quisiera tener la palabra perfecta, la oración adecuada, hoy, solo puedo mantenerme callada. Cierro los puños, levanto la cabeza y veo el atardecer. El ir y venir de mi barca me deja mareada, quiero encontrar un anclaje, un lugar donde descansar mi sueños, sostengo mi mirada, mis párpados se caen.

Y justo en ese lugar donde faltas, justo a mi lado, la incertidumbre me carcome por las noches, se cuelga, se desgarra. Odioso anochecer, maldita penumbra de ideas. Quisera iluminar las aceras, los adoquines, las casas, mi mirada, correr a ti y prepararnos el almuerzo. Quisiera una vida juntos, quisiera mantener el equilibrio para volver a casa.

domingo, 3 de febrero de 2013

Tarde de domingo.

Ruidosa como un cascabel de gato, como botas en piso de madera, como un montón de niñas en un parque.

Mi alma vibra y hace ruido, mis pies se mueven con un "ta-tac", mis besos, mis brazos, mis pensamientos hacen eco sobre las montañas, se desplazan.

Yo, tarde de domingo; luces, globos de colores, gente gritando sin sentido.

Estruendo, motores de motocicleta mis sentidos.

Y como un torbellino son mis ojos que arrasan con aire y fuego lo que tocan, soy huracanes, terremotos y mares embravecidos.

Me despierto y canto y musicalizado bostezo y pereza, agua y piel, cadencia en mis días, música y pan.

En la obscuridad, el aire de mis pulmones mueve las ventanas como amenazando tormenta, soy estallido.



Llévame.

No me digas nada, sólo un día cualquiera, llévame a ver el mar. Toma mi mano fuerte y caminando, muéstrame los paisajes de viento, las veredas de luz, árboles de azulejos que se confunden con el cielo.

No importa la hora, no importa qué este haciendo, yo, cerrare los ojos y sin chistar, te seguiré. Tengo tantas ganas de descansar en la playa, poner mis pies en la arena, mojar mis labios en el mar. Quiero quedarme dormida en tu pecho, que el sol acaricie nuestro sueño, que nos haga volar.

Llévame a ver los veleros, los barcos enormes que a lo lejos pareces legos. Sujeta mi brazo y hazme un castillo en la arena, convénceme que viviremos ahí siempre, hazme sentir en casa y llena mi ilusión con la tuya. Quiero saciarme de brisa y que recorra mis venas.

Por la noche tomaremos vino, y cansados volveremos a casa, lejos del mar, me llevarás contigo.

viernes, 1 de febrero de 2013

Baile.

Bailando con demonios, descansando de las garras del enemigo, haciendo una tregua. Dos, tres, cuatro cervezas. Se puede hasta brindar con la tristeza.

El dolor no es de nadie, ese es un animal que caza con colmillos filosos a su presa. Y como animal duerme, come, goza y corre; el dolor es de la naturaleza. Tiene su propio latido, un cuerpo, pero sobre todo un alma en reserva.

Cantaría en martes las cosas que no he dicho, lloraría para que los mares dejaran de secarse. La agonía es atroz cuando se espera, hay que dejar que suba la marea que ensucie los zapatos y moje nuestros rostros la luna llena.

Los demonios no se van sí el que los lleva, sigue silvando la música que entregan.

jueves, 31 de enero de 2013

Entonces.

Corria despavorida por la vereda junto unos cuantos, delante de ella su pareja señalándole el camino no paraba ni un segundo doblándole el paso. Aquella tarde de verano se había convertido en algo que no entendía. Todas esas personas cuyos rostros no reconocía corrían al igual que la pareja intentando escapar. Lo unico verdaderamente cierto es que no había un lugar seguro en dónde esconderse, salvo esas extrañas ruinas que daban la impresión de ser algo así como un laberinto, pulcras y talladas como el marfil centellaban en aquel turbio paisaje.

Volteó un segundo para descubrir qué dejaba atrás sin hacer caso a los gritos de él, y sorprendida, encontró que el verde del prado había sido sustituido por aquel color sepia que le quemaba las pupilas. Montones de polvo se arremolinaban contra los arboles y las pequeñas casas adoquinadas.

Pero en el horizonte el gran castillo levanto el vuelo, -tendría que estar soñando- pensó ella, aquella imagen le contrajo el pecho y cerrando los puños como para sujetarse de algo encontró que llevaba consigo un extraño artefacto. Levantó el brazo para insperccionarlo mejor y al momento el castillo comenzó a rodar, sorprendida, bajó el brazo y el castillo se movió nuevamente. -Era imposible- se dijo a sí misma, de pronto la voz de él la sorprendió de golpe, el deseo de seguirlo se paralizó, y, olvidando completamente cualquier cosa, decidió volver allá, a su casa, al castillo. No lo vio entrar al laberinto, pero supo que se había ido.

Corrió como nunca en su vida, su pecho saltaba, y su respiración le atornillaba la garganta. Pensó que se desmayaría antes de llegar. Al entrar tomó un poco de aliento y sin pensarlo, subió las escaleras. Todo parecía intacto, como si aquella imagen no hubiera sido más que un acto de ilusión estilo David Copperfiel. Al llegar al despacho, una imagen desconocida y absurda la sorprendió. Un hombre bajo y robusto con pelo castaño claro, y ella juraría que más que desalineado, era sucio. El sujeto buscaba algo, algo que ella poseía, algo que tenía el poder de hacer cosas. Le habló sin miedo -quién eres?- y él contestó - me dicen de muchas maneras. En ese momento, salió corriendo del lugar y fue hacia su cuarto, intentado esconder su tesoro, lo vio entrar. Entonces, entonces, solo me desperté.

miércoles, 30 de enero de 2013

IV

Muchas cosas han cambiado, o más bien, las cosas siguen iguales, es solo que todo se va moviendo, y yo junto con ellas. Es inevitable eso de "evolucionar" si no lo haces te condenas a la esclavitud de "ser tu mismo" y ser el mismo siempre cansa y no es conveniente.

No sé si recordaras mi letra, es más, dudo que haya alguien más allá de mis pestañas que le interese un poco el surtido de garabatos que aparecen en esta pagina. Pero lo que importa es compartir. Si las cosas se quedan estancadas apestan. Si las cosas duran mucho sin que se renueven, mueren. Lo sabemos.

Me pregunto cuántas letras he pasado de largo para encontrarme de nuevo frente a mi misma en este espejo. Tal vez tengan que pasar muchas cosas antes de que vuelva a sentir que estoy preparada para seguir adeltante con "esto" que empezó hace ya varios años y hacer volar la imaginación con nuevas cosas, por lo pronto, me sincero y escribo con lo que soy y de lo que somos. Tal vez tenga que calentar un poco y tener dolores musculares por días para acostumbrarme a la sensación nuevamente.

Sabes, algún día entenderé completamente el motivo por el cual estamos aqui mismo, así, haciéndonos caricias poco a poco, tocando el contorno de cada palabra para no fallarnos, así, como la primera vez. Ahora ya sabemos como somos, es solo reconocernos, ahora ya sabemos que se dice y que no, ahora sabemos que no se deben hacer las cosas en momentos de frustración y que para eso existe el silencio. Sabemos que las soledades vienen acompañadas de mucho ruido y de enjambres de abejas que no dejan pensar. Pero tambien estamos conscientes de que todo en esta vida tiene su final por mas maravilloso o por mas escalofriante. A veces para bien, a veces para atormentarnos por un rato.

Soy en resumidas cuentas una consecuencia de lo que he sido, soy lo que he escrito aquí mismo frente a ti, soy todo eso y caminatas con luces frías en medio de una hermosa noche. Soy lo que soy porque así me lo he escrito.

Tercero

Sobre la tumba de lo que piensas existe tambien el sabor de los deseos que se realizan. Hay cadenas montañosas de papeles que vierten figuras de cosas que no he dicho, pero también, hay pasiones que alimentan la razón y los sentidos. Eso es escribir, fotografiar pensamientos y, quizá solo a veces ponerles grandes edificios y colores luminosos para que llame la atención del elegido.

Segundo.

Me gusta mas cuando te veo, cuando entre lineas me abrazas y en el suelo, ese que nos queda lejos, nos vemos cerquita y comprendemos cuánto nos pertenecemos el uno al otro. Las cosas combaten por sí mismas con el tiempo, sin tener que emprender una lucha, sin tener que verter sangre y tinta o desesperanza. Eso, tal vez, sea la paciencia; esa semilla que he intentado cultivar, que he sembrado con amor y que he regado con ahínco y sol y lunas y estrellas.

Todas las lagrimas del pasado son espejos de luz, colores tornasoles que me muestran lo vertiginosa que es la vida, lo opuesto de los mares y lo cadencioso de los rios. Mis penas como almohadas, amortiguan ahora lo que siento, y acomodan en el sitio las ideas. Mapas que cargo conmigo desde que viajo a todas partes con la ilusión de vivir el beso tuyo que pruebo a diario.

No son solo repliegues, ni tampoco es es el sudor que cae después de correr tras lo que uno quiere, es cuando se busca en los bolsillos y encuentras todo eso que te hace vivir. El amor tiene motivos grandes para hacerte huir en sentido contrario, y, muy al contrario de hace varios años, ahora lo leo de apoco, lo saboreo, lo pruebo como menta y chocolate, como helado de una tarde de verano contigo.

Hay muchas razones para quedarse en el mismo lugar, pero también están tus ojos que juegan con los mios, que esconden mis ilusiones, que guardan mis afectos. Quiero volar, quiero navegar entre las olas y ser revolcada por ellas, quiero vivir, y lo estoy haciendo, pero quiero tomarte de la mano al final del día y pensar lo bien que me has hecho.

Primero

Quizá sea porque las páginas en blanco se me caen encima como piedras o porque mis dedos parecen entumecidos y miedosos, mis pensamientos vuelan hacía muchos lados sin detenerse y pisan y doblan y soplan; juegan conmigo, con lo que quiero hacer, con lo que me entusiasma.

Crujo, grito, canto y dentro de mi hay platillos resonantes, melodias que acarician mi espalda y la estremecen. Entre en colchón y yo hay lodo que hunde mi cerebro en paginas inservibles de novelas que no saben a nada. La literatura está escrita para ocasiones, para humanidades bipolares: supongo mi humanidad está hecha para lectura ocasional de mi estado anímico. Nada está escrito, y sin embargo, parece que todo se vomitara en palabras volubles que giran alrededor nuestro como esporas cadenciosas y mañosas.

Y la música suena, y los colores rondan, las imagenes surgen como si las dieran a luz, como preciosas crías de gorriones; la belleza, esa que ha buscando la humanidad desde hace siglos, que se plasma en lienzos, libros, partituras, fotos, la belleza, está en todas partes.

Y mientras sea sensible y táctil, sigilosa y febril, mientras siga viendo ojos de amor rondando por las esquinas de mi universo, la belleza me hará crear, me cantará por las mañanas para despertarme y avisará que ha llegado el día y con un abrazo, abrirá su mundo de par en par, como se abre el amor en primavera, como se parten los mundos cuando se entrega, como se filtra el sol mientras me besas.