Y, aunque parezca que las olas me atrapan como prisionero de guerra y el sol sigue calando igual de fuerte a pesar de "esas" nubes grises que mencionan en los cuentos. A pesar de eso y a pesar de todo, mi mapa se encuentra en ti.
Aunque los caminos se me enloden y las carreteras parezcan cenizas disfrazadas de grandes senderos brillantes; aunque la sangre se empeñe en dejarme amarrada a la orilla y aguarde silenciosa el reproche, todo está dicho.
Porque no hay justificación más grande, porque todo empieza y acaba en dónde los deseos se aterrizan y las esperanzas huyen. No hay peor agonía que una espera salpicada de vidrios; de esos que cortan a su paso las alas que te vas tejiendo, que aplazan el vuelo que marchitan los aires con el olor a pasado. Ese putrefacto alarido de las almas que ya no significan nada.
Y, aunque parezca sencillo, y aunque me empeñe en dibujarme día con día e inventarme juegos para olvidar un poco a dónde pertenezco; mis pensamientos me traicionan, la naturaleza sigue su curso y los caminos llegan a ti.
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