martes, 24 de noviembre de 2015

Nuevo lugar.

Acomodándome a un nuevo lugar, los olores me acompañan y otros se suman a la historia, las tardes silencian mi mente y me consumo por las noches cansada. Ser "adulto"es doloroso, satisfactorio y emocionante. Las responsabilidades no esperan a que salte de la cama, me acompañan desde las sábanas y el día se abochorna de cosas por hacer. Debemos arreglar el patio y sacudir las cortinas, seguir con un guión y el cortometraje que sigue... el trabajo no me deja cabeza para pensar y eso es bueno. Hay pensamientos que es preferible dejar pasar, el tren hace ruido, pero no alcanzo a ver su luz. Es cómodo y por las noches apacible.

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