miércoles, 11 de noviembre de 2009

El ego.

Me he dado cuenta, que los grandes problemas del hombre son causados por el ego; y es evidente que dicho ego es alimentado desde pequeños, nuestros padres nos dicen, “debes ser el número uno, tú eres el mejor no te dejes, lucha por lo que quieres sin importar nada” y así puedo dar miles de ejemplos, que muchos pueden ser disfrazados por grandes enseñanzas de autoconfianza o superación personal, no digo que estén mal del todo; solo que de niños no podemos analizarlas como deberíamos y nos vamos con una interpretación textual de lo que nos dicen.

Grandes discusiones a todos los niveles, son dominadas por el ego; donde discuten dos mandatarios de diferentes países y no logran ponerse de acuerdo, ¿adivinen de quien es la culpa?; cuando un matrimonio discute el ego es tan grande, que puede con esa gran fuerza que los unió alguna vez, el amor. Por culpa del ego existen las crisis, pero no solo económicas, si no morales y espirituales, que causan mayor problema y que además son más peligrosas que una simple crisis económica.

Cuando crecemos, estamos en posición de tomar decisiones importantes en la vida, el ego nos acompaña siempre, aunque en muchas circunstancias sabemos con claridad que podemos no tener los resultados esperados, porque otras personas con mayor experiencia nos lo dicen, aun así lo hacemos y aunque tengamos pérdidas morales, económicas, financieras etc. Nos aferramos porque el ego así no los indica, más bien nos ordena, nos domina, nos controla.

Y nos volvemos inconsistentes, porque nos aferramos tanto a “nuestro ego” que somos capaces de poner en nuestra mente barreras para no afectarlo como; “ésta bien no gane, pero gane un chorro de experiencia”, “La tercera es la vencida”, y lo arriesgamos todo por lo que queremos, por lo que nuestro ego hace que nos aferremos.

Tampoco estoy diciendo que no debamos de tener metas ni de querer triunfar en la vida, pero siempre ponderando las cosas, siempre sabiendo perder, sabiendo cuando no es nuestro momento, valorando lo que se tiene; amando y esperando. Existen personas que el ego los confunde, los maneja, y con el deseo, el impulso de ser triunfadores, en la vida, pisotean, arrasan todo lo que se les presente en el camino para lograr lo que quieren, y aquí el ego se disfraza de poder, prestigio y dinero

Cuantos hombres que se dicen ser exitosos, lo son, pero solo en lo que su ego les pedía, dejan de largo todo, se enfocan tanto en su “meta” que se vuelven vacíos vánales, ricos tal vez en dinero, pero pobres en espíritu. Decía Sócrates conócete a ti mismo. Creo que ahí está la solución, si nos conocemos honestamente y tenemos el deseo firme de dejar el ego, empezaremos a ser humildes, el primer paso es aceptar que somos ególatras. En ese momento estamos ya iniciando un verdadero cambio en nuestras vidas que nos dará equilibrio. Para todo debe haber equilibrio, hasta para las metas, para los sueños. Lo difícil es encontrar ese equilibrio y que nuestra meta sea ser y hacer feliz.

1 comentario:

  1. JAJAJA.. perdónenme no sé que paso con el texto, lo escribí en word primero, pero al parecer algo hice mal. equis.. se lee.. jajaja adiós.

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