viernes, 4 de febrero de 2011

Momento.

Día tras día igual, como si le sacaras copia al tiempo. Viernes, lunes, sábado; lo mismo. Rutina de dolor incompatible con el viento fresco y la falta de sol. Volteo hacía el reloj, las tres de la tarde, bien podrían ser las diez de la noche, no habría diferencia. El silencio causaba eco en mis oídos y los abrazaba. Tener una inspiración por éstos días es difícil, intentas concentrarte , caminas por la imaginación y de pronto te encuentras cayendo al vacío.

Luces, colores, mapas mentales de la incontinencia lagrimosa. Quisiera tener un regimiento de soldados que me defendieran de las malas intenciones y de las pésimas decisiones. Pero no lo tengo, entonces, tengo que agarrar mis armas; mi escudo, una flecha, un par de dardos envenenados (que claro está no se usar). Yo contra mis propios molinos de viento del lugar de la mancha que tampoco quiero acordarme.

Regreso al cuarto blanco, estoy contemplando las enfermedades que me hicieron estar en éste sitio. Pero no vale la pena, el interior es aquella dimensión a los que pocos se atreven a entrar, y otros más no les interesa. Recurro al espejo como recordatorio de lo que soy, después de tantos años y lo único que me queda ésta justamente aquí mismo.

Te haz preguntado qué sigue después de las dudas. Yo si, pero temo que no siga nada, si no más dudas. Al final somos un montón de suposiciones, de hechos, de resignaciones, un par de logros, varios rechazos, y una sola realidad, sólo quedará una cosa al final; el reflejo del espejo.

La indiferencia es como el viento, está por todas partes, entonces, sacamos la realidad por la ventana, desaparecemos a la compañía, es momento de amarme.

3 comentarios:

  1. Siempre es un buen momento para iniciar lo que sea y romper con ese ritmo cotidiano que a todos nos corta la inspiración.

    Bella refelxión, es buen tiempo de amarnos a nosotros mismos.

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  2. Muchas gracias por tu visita y por tu comentario, Valery.
    Un abrazo.

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  3. Parece que nada cambia, te llame al celular y obtuve la misma respuesta de siempre. Si quieres platicar de nuevo, hablemos, si quieres aclarar alguna situacion hazlo,te puedo escuchar, siempre fui bueno en eso,por lo pronto yo tengo una gran prueba y no puedo estar distraido no con mal estado de animo. sabes donde, cuando, y como encontrarme. Felicidades escribes cada vez mejor

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