jueves, 10 de febrero de 2011

De la falsa sensación.

Corremos tras las ganas de tener más, nos arrastramos por proporcionarnos "comodidad" tener coches, casa, telefonos, vias de comunicaciones nuevas. Ventas, basura, calles, contaminación, idealismo, contradicción, miopia mental, rescisión.. Todo en una gran licuadora de necesidades, deseos irresistibles, cuerpos con la pasión en los dientes.

Y siempre buscando sentir satisfacción, verse sanado de la mente, del cuerpo o del espíritu. En busca de una paz exterior mientras el mundo interior ruge en revolución. Grandes o pequeñas ciudades, hambre de poder, calmantes de azúcar.

El placebo de los pueblos es el deseo de la "obtención", de la falsa sensación de paz.-

1 comentario:

  1. Es nuestra culpa por dejarnos influenciar por tanta mercadotecnia, mejores teléfonos, mejores autos, mejores ropas, zapatos, etc, etc, al final la decisión a que mundo queremos pertenecer es nuestra, de ahí que encontremos la verdadera paz.

    Saludos, muy buena reflexión.

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