miércoles, 2 de febrero de 2011

Lección.

No pretendas jalarle los pelos a un gato, no desgastes tu voz con los ciegos de corazón mutilado. Sécate las lagrimas si ya se ha ido, no recuerdes lo que fue como lo que hubiera sido, y sobre todo deja ir a los muertos, aunque caminen extraños por algún lado, son humo y no dejan ver el camino que tienes enfrente tuyo.

Si han decidido dejarte, y no estas conforme y repelas, deja ir al extraño, que el que te amo ya se ha marchado. Recuerda usar cubiertos, pero usa las manos para probar nuevas cosas, y verás que hay nuevos sabores en rosas plateadas y besos robados. Que te interese la cultura y las artes, pero también tu vecino de alado. No cultives sobre lienzos mojados, mejor refleja tus ojos cerrados bajo una noche clara de invierno e imagina tu mejor escenario.

Lamenta los errores un día, aprende de ellos, pero no los reiteres soñando. Lo que comienza, termina, lo que termina se queda en el bao. Navega si hace falta, si no camina, corre o simplemente lee un libro. No aprendas del que no se equivoca, que de perfección estamos cansados. Voltea a ver al de abajo, apriétale la mano y deja que él te ayude a apreciarlo. Cuando hables, recuerda que más es menos. Pero discute, que el que no pelea, pierde en silencio y termina casi siempre aceptando.

Te lo digo, porque hace poco lo aprendí suplicando, nada es grato cuando estas abajo, pero ha cómo se ve poco a poco, que de pronto, las mareas suben de a poco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario