viernes, 12 de marzo de 2010

Y así lo entendí.

Ver estelas humeantes de seres inexistentes, de cadáveres danzantes al son de sangre gelatinosa, de corazones podridos, de selección de poesía enmarcada  en el hielo. Se me desprenden pedazos de alma con cada encuentro que recuerde el pasado ya muerto.

Ayer me encontré flotando en una nube de viento, disfrazada de nada, domesticada de tanto resurgir cada día, de mis contantes reparaciones, de tejerme; entre la paz de un suspiro de películas ajenas, de historias irreconocibles. Te encontré, registrando tu pedazo de existencia en el espacio de tiempo, ese que se despliega en un hilo tatuado de recuerdos; en un lugar que se encontraba dormido, dónde mi reflejo tropezaba con maniquís tan difuntos como mi propio sonido, momias de humanos perfectos y tardíos que jamás llegarán a ser de hueso, tan mediocres, tan semidioses perdidos en una obscuridad creada por otros.

Lo sabes, no quiero ocultártelo, te vi. Pero mi voz no se puso de acuerdo con mi alma, mis ojos se eclipsaron en deseos tibios, al final; qué iba yo a decirte, qué no supieras.  Esos minutos eternos, me hicieron desconocer tu figura, no eras tú él que estaba sembrado en ese mármol blanco, articulando alguna palabra, destrozando el aire con tus manos, mortificando al silencio. Enfoqué mi vista de miope, sintonicé mi frecuencia para encontrar en tus ondas algo reconocible y audible, pero nada, sólo ruidos de asiduidades extrañas, cacofonías extraviadas, versículos de palabras efímeras.

Por eso pasé volando sobre tu dibujo, eras un espejismo de piel, un sepulcro caminando y recordando tu muerte. Traspasé tu reflejo; cómo cortando el aire, fuimos uno mismo en el microsegundo que decidí fragmentar el umbral de tu presencia, y no te sentí. Es que hemos muerto, yo soy tu fantasma ligero, transparente, casi invisible. Tú todo eso y nada. No nos existimos, somos dos hoyos negros que bailan en galaxias lejanas, tratando de devorar mundos, vidas y algunas veces similitudes.

Y así lo entendí, nos hemos muerto.

6 comentarios:

  1. Uffffffff
    Valery, personalfavorite entry.
    Me encantó.
    Lo únice es el: casi invisible del final, preferiria una palabra como: intangible :P
    Besos Valery.

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  2. Un texto muy personal y profundo, con sentimientos de dolor y confusión. El amor, a veces duele mucho.

    Un abrazo muy sereno para ti,
    Nais

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  3. Hola; muchas gracias por leerme. Y sí, quizá uno de los textos más personales, pero a la vez más sinceros.

    Dany, gracias por leerme, es para mi muy importante que te haya gustado.

    Nhahya, el amor duele, pero es parte de sentirnos vivos, igual un gran abrazo.

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  4. Curioso no?..(jajajaj) Estamos tejidos de microsegundos. Gracias por leer mondoli.

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  5. Wow!....

    Microsegundo fue el tiempo que paso para que mi suspiro se convirtiera en exclamación de asombro.

    Lo personal resulta lo más cierto para el resto del mundo.

    Me gusto y sorprendió mucho.

    Gracias.

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