jueves, 22 de septiembre de 2016

Mírame.

Las canciones ya no me hacen llorar, mis párpados se caen sin recuerdos ni estorbos. Mis manos quietas contemplan al otoño desde la ventana, tecleo sin tartamudeo y prefiero pagar las cuentas a tiempo. Todo en su lugar. No sé si disfruto a Sabina o me he cansado de su voz. Tengo dos perros y una bicicleta. Dedico más tiempo a trabajar que a soñar, pero dicen que eso es parte de crecer. Me cuesta trabajo ordenar mis ideas, solo un poco para ver si puedo hacer volar a los sentimientos, pequeños pedacito se esparcen por el salón, aspiro y suspiro, eso parece mas sencillo que saber de ti. Verte por el rabillo de la puerta me parece molesto, prefiero guardar silencio y recargar memorias que mueren de tanto usarlas. A veces me hace(s) falta y mi corazón late por debajo de las palabras para esconderse, ya estoy vieja para ocultarme, y mírame.

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