lunes, 14 de mayo de 2012

Vértigo.

Vértigo, en eso puedo definir mi viaje. Un viaje que comenzó mucho antes de empezar a caminar. Reconocer que soy fuerte e independiente. Recorrer las calles ajenas y las propias. Vértigo de llegar e irme, de fortalecer lazos y dejarlos.

Tengo un mareo intenso, unas ganas de dejar mis maletas en el puerto donde me encoraste e irme a vivir junto al mar. ..¿Pero eso quién lo decide?

Escuchar tu voz a miles de kilómetros y reconocerla igual que a dos milímetros. Saber que soy de ti, tu de mi. La seguridad de sentir causa nauseas intensas en el corazón. Porque el amor no cabe en un solo lugar, está esparcido por continentes y calles. Por tu mano en la mía y lo que amo recorrer nuestras calles juntos y mi deseo de viajar a tu lado.

Y desde las alturas, desde los cielos, desde acá abajo donde me haces falta, donde existes y no; sigo cayendo, pero no de golpe. si no como en caídas pequeñas y profundas.

Y no tengo miedo, solo mareo.

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