jueves, 17 de septiembre de 2020

Última gota.

Hay sabores y olores que evocan recuerdos. Tenía años sin provar una taza de té de menta, y al prepararlo me encontré directito con tu precencia, ahí estabas, frente mío intentando que durmiera. Fue un recuerdo que no esperaba que no buscaba y que quizá tampoco quería. Pero ni recordaba siquiera que el té de menta me recordaba a ti, estas en esa taza, ese sabor tiene tus palabras, las lindas y las hirientes. En ese pequeño cuenco de agua y sabor te escondiste de mi, y yo no sabía. Intenté dejar de lado la taza y seguir con mi vida, pero al contrario me senté a contemplarte. Dejamos muchas cosas colgadas, las palabras no llegaron a formarse cuando ya habíamos dado vuelta a la página. Quize pedir perdón pero no sé si sea necesario o justo. Yo decidí, tu también y eso no tiene culpables es solo la vida. Me intenté reconciliar contigo entre sorbo y sorbo, te abracé con ese amor que recordaba y te dejé ir en esa última gota.

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