lunes, 16 de febrero de 2015

Raíces.

Quiero noches de verano, un dormitorio repleto de ti. Olvídate de las fotos, no sé bailar sin ti, y me quedó inmóvil en la cocina si no estás sentado en la mesa viéndome cocinar. Si, ya sé, muchas veces huí de ti, me fui y regresé siempre a tus brazos, de una y otra manera pertenezco a tu sillón los domingos, a tus cosas, esas que me abrieron un nuevo mundo, porque por medio de ti me reconocí a mi misma, tu casa es mi hogar, dónde quiera que estés ahí estarán mis raíces. Si, ya sé, discutimos mucho y nos apasionamos, y nos desgarramos por simplezas vida mía. ¿Quién quisiera a alguien a quien no le guste la música a todo volumen? Quiero noches de verano, aquí en este invierno, te deseo tanto, a ti, a tu rostro y tus canas en la barba.

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