jueves, 29 de julio de 2010

Las ideas encarcelan a la mente, la acorralan. Nos volvemos víctimas de nuestro pensamiento y para rematar la vida con su rutina nos duerme y podemos pasar por alto lo bello que existe a nuestro alrededor.

Es fácil perder la capacidad de apreciación. Hundir los dientes demasiado en los objetivos (importantes,claro) y pasar de largo lo que parece accesorio. Un poema, una película, su sonrisa y la forma en que te mira, los dientes de un niño y los pies gorditos de un bebe.

La comodidad ,es también causa de un efecto paralizante, por lo menos en mi. El estándar de confort es un grabe problema cuando de apreciar realmente se trata. Ejemplo; hice un viaje en coche, el aire del auto se descompuso y en medio de un calor abochornante descubrí que disfruto sentir el aire rápido que trae la carretera. Que se puede vivir con todos los sentidos un viaje y que quizá, la comodidad después de todo no es lo mas divertido.

Aquí una imagen mi viaje de casi cuatro horas.

4 comentarios:

  1. Tienes mucha razón, la comodidad, la riqueza, no son sinónimos de felicidad, hay cosas más sencillas que sí.

    Saludos!

    ResponderEliminar
  2. Llevas toda la razón... es facil despistarse y no apreciar lo verdaderamente bonito... Todo lo que nos rodea que haria en realidad que la vida fuese un poco mejor...

    Besinos

    ResponderEliminar
  3. Eso, tenemos que aprender a hacer gozosa cualquier experiencia de vida, hasta el dolor. ¿Imposible? Pues... no.

    ResponderEliminar
  4. Buahhhhhhh...si es que no hay nada mejor que sentir el viento en la cara.

    ResponderEliminar