sábado, 1 de octubre de 2011

8%

Es posible que mis letras se quedaran sin alma, que se secara para siempre las ideas con las que mojaba mis labios para no gritarlas. He pensando en la posibilidad de que, parte de mi, se quedara dando vueltas en círculos sobre una misma idea y no pueda evolucionar, para llenar tal vez, o aunque sea sólo un poco de frescura ésta parte de mi.

Cuanto pasa cierto tiempo sin querer escribir me preocupo, no soy de las que se quedan en silencio cuando quedan rastros. Ahora, empiezo a notar que algo está cambiando, que las cerraduras se oxidan, que los tiempos cambian, que octubre nos aparece en el camino.

Tan difíciles son las desiciones, como tan absurdas las coincidencias. Quiero dejar de acariciar las pestañas del "hubiera"; perdonarme por haber dejado de amarte, y dejar atrás el atrevimiento tuyo de no saber hacerlo.

No sé si entienda todavía las razones, ni sé si está bien acordarme de ti de vez en cuando. Pero cuando volteo atrás delicadamente, es difícil encontrarte merodeando entre mis muros, más bien, tengo que poner atención y buscarte. Somos lo que hemos escrito en las paredes de otros, somos la historia que se comparte. Yo soy sólo silencio de tu boca, y un par de reproches bien vengados.

Quisiera borrar el cielo con tu sombra rota, que se caigan las hojas, que terminen los días, que veamos que para estas fechas ya nada se tiñe de blanco, ya nada se espera. No quiero aprender a olvidarte, quiero más bien encontrarte en alguna parte, tener en mi mente la apariencia de que realmente exististe, te borraste tan deprisa que pareces que te he inventado.

Dejémonos de fechas, de ochos por ciento, dejemos que todo aquello se turbe y colisione. Dejemos de evocarnos, aunque sea, en el silencio.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  2. Eso del urbanismo puede que sea lo mio... Y si, me parece que somos unos cabrones, y también ha de ser por eso amigo mio..

    Abrazo a ti chico urbanista..

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