miércoles, 21 de septiembre de 2011

Del tiempo..

Yo esperaba con los brazos cruzados al que tiempo avanzara. Lo que hace el tiempo es eso, es recorrer una y otra vez, por el mismo camino las manecillas del reloj.. 5, 12, 4 una y otra vez.

El tiempo oscurece las simbólicas luces, los cuadernos se cierran, las estaciones cambian. Hasta los tranquilos sucesos se desencadenan y todo, pero todo se acaba. Y así espero yo, como el tiempo espera a que se ponga el sol, a que pasen los solsticios, a que no haya más tierra que recorrer hacía sus brazos, más que un "lo quiero". No condeno el tiempo, ni espero que el me haga ningún caso.

Basándome en las horas que pasaron en relación proporcional de todas las cosas que fui dejando, absorbiendo, aprendiendo, y porqué no, desechando. Después de que el humo sea el arte preferido de la ausencia, de la penitencia y el destierro, dejo de una vez por todas la mágica cruz de la incertidumbre que se desplazaba por todo mi intelecto, o por mis tres dedos de frente, tal vez de mi mano derecha, o de los anillos que no significan nada.

Caray, que no parece tan difícil, si con tan poco soy feliz, con una tarde frente a un tablero, un te de fresa, un par de risas compartidas, y el sonido de una voz. El tiempo quizá se ría de mi al ver lo simplista que me he vuelto, al ver que me he quedado sin hacerle caso, y que, quizá tal vez, sólo por momento parece olvidado.

4 comentarios:

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  2. Jajaja y así, amigo mío, es como se cantinflea... Y si, pero yo digo muchas cosas.. Te veo al rato, después de la maestría ;) ..(cambio)

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  3. Del tiempo sólo sé que hay que aprovecharlo y disfrutarlo porque cuando te das cuenta ha pasado volando.

    Saludos!

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