viernes, 18 de marzo de 2011

Momento de ocio.

Me cuesta creer en la maldad humana, pero de igual manera me parece absurdo creer en la bondad como fin último de la humanidad. Se trata solamente de pensar si es primero el huevo o la gallina. Si nacemos como demonios inhumanos. Si vamos corrigiendo nuestro rumbo (con algo de suerte) o simplemente nacemos "buenos" y nos vamos corrompiendo con el vinagre de maldad sembrada, claro esta, por un ser poderoso, malicioso y juguetón.

Creo que mi opinión viene sobrando, pero es interesante explorar el significado de la bondad-maldad. Las definiciones y conceptos se me pierden en los hechos, en aclarar puntos y desestimar pruebas. Es decir, que todo depende del "cristal con que se mire". Las injusticias existen, eso está claro, el móvil de ellas es el sentimiento de mala intención (me parece que no todo el tiempo). Siempre he pensando en la doble personalidad de las personas, en el diablo y el ángel hablando en cada hombro. En como vamos tomando decisiones, y en las cuales no siempre estamos conscientes de cuales serán las repercusiones y tampoco si serán actos buenos o malos. Para eso sirve la religión, supongo, para crear lineamientos y leyes. Ahora recuerdo un principio general en el derecho romano "El desconocimiento de la ley no te exime de su cumplimiento". En pocas palabras la inocencia no te hace menos culpable, para nada. Al final de cuentas los hechos amparan tus acciones no tus intenciones. Al carajo pues con la libertad y libre albedrío.

Y no quiero meter mis narices en cuestiones de si existe o no el cielo o el infierno, el juicio final, o el purgatorio. Estoy tratando de entender simplemente los claroscuros de la vida. Lo cual me hace volver a la misma premisa, "todo depende del juzgador". Entonces, para una sociedad perfecta, debería ser un fascismo radical, en el cual todos nos sometamos a los mismos lineamientos. En el cual no habría razón para juzgar mal o bien las cosas. Las cosas solamente serían, tal como "el ser" lo haya ordenado. Uff bueno, el punto es que, los errores (resultado de las acciones "malas") son al final de cuentas la gran culpa que debemos cargar, hasta que nos demos cuenta que nada, nada, es lo suficientemente malo mi lo bastante bueno como para preocuparnos.

2 comentarios:

  1. Bueno creo que al final en la ultima frase resumes lo que la vida te enseñando con el paso de los años, que no hay bueno ni malo mas que en términos de absoluta maldad o absoluta bondad, pero no son mas que extremos... el mundo en si es gris, la existencia es gris, y todos somos bueno y malos. Creo que parte del proceso de aprendizaje en esto de vivir es el ir arrastrando nuestras cargas por las cosas malas que hemos hecho, o si no malas, en si, por las que nos sentimos culpables.... y el ejercicio mas difícil a lo largo de la vida probablemente sea el de perdornarse a uno mismo.

    Al final da igual, leyes divinas o humanas, jueces morales o legales, nadie va a juzgarnos nunca con mas dureza que nosotros mismos y aprender a vivir con nuestras imperfecciones y nuestros errores y asi aprender a prevenirlos en la medida de lo posible, creo que es lo que nos define.

    Claro que hay mal en si mismo, y personas malas intrínsecamente, pero creo que hablas y yo hablo del común de los mortales y suponiendo que no vamos matando gente por la calle.

    No se yo si me explico. :p

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  2. Hola mi querido Unai, gracias por comentar. Si, bueno el punto es eso, aprender, y sobre todo, pues tratar de ver la vida de la forma menos pesada que se pueda. Es cierto que hablo desde el punto de vista de la mayoría de los mortales, creo que cuando se trata de "asesinos" y otros demonios, pues estamos hablando de una locura y malicia (que para mi van juntas) diferente.

    Besos!

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