martes, 10 de agosto de 2010

Un minuto.

Hoy hace frío, te lo he contado otras veces, no me gusta caminar cuando mi nariz parece desprenderse de mi cara. Pero siempre has tenido la habilidad de sumergirme en suaves y cálidas palabras que me hacen olvidar lo que "no me gusta". Ir de tu mano, caminar (a cualquier sitio) es sinónimo de felicidad. Te lo dije hace treinta años, antes de nuestros hijos, y después de que se han ido. Abrir los ojos y descubrirte, como se descubre uno el pie o la mano al otro lado de mi cuerpo, siempre; me hace estar completo. Cuando a veces escapas por ahí; me quedo como un escritor sin hojas de papel dónde plasmar-me. Somos desde que las palabras se dijeron y los papeles se firmaron (seguramente desde antes), algo más que uno sólo, somos el todo, sin medias partes, siempre enteros sin amarres.

Hoy hace frío, y sabes perfectamente que el café lo tomo muy caliente cuando está esté tiempo, y jamás lo olvidas. Parece que mis deseos fueran los tuyos, porque no necesito expresarlos para que sean cumplidos. Tienes la llave de mi mente, la conoces, te la sabes de memoria, por eso, ya nuestras miradas pueden ver el agua correr por las ventanas y aún así encontrarse entre las gotas que resbalan. Porque no somos, Soy en plural y aveces sin "s". Simplemente unidos.

Hoy hace frío, y por primera vez no huele a café y camino solo por la casa, hace una eternidad de día que te has ido y yo me he pintado de negro por fuera para distinguir mi transparencia, no soy, ni somos, ni estamos. No tengo ni mano, ni pie, ni tú. Tengo frío y se me ha desprendido todo. La luz pesa, como si cargara la pena del sol a cuestas y me congelara el alma. Tú fría, yo frío, estoy porque me ha tocado morirte, y muerto o peor que eso vivo, frío, transparente, sin.

De silencio.

3 comentarios:

  1. Al leerte, sentí frío, mucho, al punto de tener que ir al espejo a verificar que mi nariz aùn estuviera en su lugar.
    De los textos que golpean, mucho.
    Un abrazo.

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  2. La vida en un ciclo en el que, hasta para el amor, la muerte es un renacer. Gracias por tanta sutileza.

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