lunes, 15 de agosto de 2011

Curiosidades.

Era difícil recordar cuantas cartas había escrito, ni cuántas faltarían para que, al fin, se diera por vencido. Aquella tarde, y sin contar con ello, llovió tanto que la calle de pronto se vio sumergida en el agua café que parece emerger de quién sabe dónde, y todo empezó a tener un color verde claro y potente. ¿Cuántas tonalidades de verde se pueden conocer en una vida?.

Los brazos se le entumían un poco y antes de pensar en fumarse otro cigarro, tomó una pluma, como si no existieran medios electrónicos, y, comenzó a escribir, una y otra vez, desechando de vez en cuando las hojas, haciéndolas, con el puño, una esfera casi perfecta, manchada de cosas que no se atrevía a decir, ni siquiera frente al papel. Reflexionaba de vez en cuando mordiendo el bolígrafo y observando la lluvia caer ruidosamente desde el tubo de desagüe que pendía del techo. Diez años después y el mismo remitente encaraba al mismo destinatario. Recordaba los fines de semana tirados en la cama, las noches de lectura, las cenas de apenas un trozo de pan y queso, y las caminatas por los rincones de los parques apagados. Todo, en retrospectiva parecía perfecto. Atrás habían quedado las acciones, lo errores, los pleitos, y las largas noches de insomnio, esperando una palabra suya. Hoy escribía para él, para abarcar en letras lo que con sus labios no era posible decir.

Comenzaba siempre con un; Debes estar preciosa, y terminaba sin decir adiós, sólo con lineas y una carita feliz ":D" Pocas veces la soñaba, era como si conviviera con ella a diario. Entre su ropa, la casa, el trabajo, el coche, las melodías del medio día, la ensalada que tanto le disgustaba, y los dulces que aún le compraba cada semana en el supermercado, por si, por alguna razón iba a visitarlo.

Ninguna tarde era diferente, su cita a las siete en punto religiosamente y sentado en la mesa de la cocina dejaba caer la carga del día, contándole todo. Desde lo más simple que es despertarse por la mañana y encender la radio para confirmar la hora, hasta lo tediosa que se estaba volviendo su maestría a mitad de semestre. Las cuentas que había que pagar, los sobrinos que cada día crecían más y más, y lo triste que estaba el gato del vecino desde que había muerto la la esposa de éste. No ocultaba nada, quizá sólo aquello que era evidente, la extrañaba.

Entonces al terminar, generalmente después de cuarenta minutos, cerraba la carta, la envolvía en un sobre, lamia lentamente el sobre como si lo besara, el sabor del pegamento ya era para él como un manjar, como si de repente hubiera inventado un recuerdo y los labios de aquella mujer se enterraran en su paladar y su lengua, poco seca después de tanto tiempo. Sorbía un poco de ginebra y agua quina, su favorita. Y guardaba en el archivo del mes: agosto, septiembre, enero, todos con diferentes colores, para no olvidar en qué año, mes y carpeta se encontraba cada uno. Cerraba con religiosidad su pequeña caja de secretos y volvía con su familia, dónde su esposa ya cocinaba pollo con crema de todos los miércoles.


4 comentarios:

  1. Este escrito está muy colorido, ¿o será que hoy estoy feliz?, pasas de los verdes del pasto, por lo grices del cielo y una veriedad de colores en las carpetas de la caja, crees que se puedan guardar los colores?

    ...beso de color pitaya

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  2. JAJAJAJ Pitaya!! jajaaj qué es eso?.. Bueno, es que no sabía cómo terminar, estuve a punto de cortarle el brazo..

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  3. ah pues hubiera estado bien! el escrito terminaría sangrientamente colorido! :P pitaya es una fruta, me gusta el nombre y el color pero no conozco su sabor

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  4. Era sencillo saber que en su libro de letras y palabras no existía la frase por vencido ya que jamás había dejado algo inconcluso no era su estilo, no era su forma de ser era un tipo diferente. tenia su propio repertorio de palabras y frases desconocidas guardadas en aquel cajón poco colorido donde guardaba lo que escribía y que describía fragmentos de su vida el color del mismo expresaba lo que se ve en las pinturas de vincent y picazo en su periodo azul, el solo echo de pensarlo(por vencido) le teñia la piel de color rojizo el cual expresaba su molestia, era un tipo raro que no aparentaba lo que parecía al verlo, conocía el significado de la vida y se apuraba porque la muerte le seguía de cerca y no le ganaría la carrera antes de obtener todo aquello que había soñado a su paso dejaba huellas grandes y quienes lo Vivian lo recordaban y lo querían por los dulces y golosinas que llevaba en sus bolsillos, sabia que viviría eternamente en el corazón de sus sobrinos y que jamás lo juzgarían porque para ellos siempre estuvo ay divirtiéndoles y dándoles cada momento de su vida que pudo aprovechando su infancia, se dedico a vivir sin importar cual fuera el precio que el destino le cobrara, siempre tuvo fuerzas y espíritu para pagar la cuenta por mas alta que fuera, valía la pena darse el tiempo para escribirle porque sabia que la encontraría y que las cosas serian difíciles, pareciera que era justo lo que buscaba porque sabia que de superarlo estarían juntos hasta en otras vidas, sortearía su suerte a cambio de esa oportunidad de solo encontrarla sabia que el levantarse vendría por añadidura, y las heridas de sus rodillas sanarían como las de el alma misma, tenia las fuerzas y la confianza de su madre y dios para hacerlo de nuevo y continuar en el camino que varias veces lo observo caerse y le tendió la mano para levantarse, lo material no le importaba sabia de donde venia, y hacia donde iba, durante el camino regó risas, lagrimas, poemas, ilusiones, amor y fuerzas pero siempre partió porque no era lo que buscaba, sabia que no le pertenecía a nadie y el y dios eran dueños propios de su vida varias veces acompañado del licor dijo que platico con el y cambio su camino de forma drástica algo le faltaba y no pararía hasta encontrarlo, sabia que los ciclos inician y se terminan, como la primavera termina en el invierno y que la vida termina con la muerte pero no con aquellas ganas de buscarle, encontrarle y quererle para así cerrar el cajón de la esperanza aquel de los recuerdos tristes de no encontrarla y empezar a vivir y escribir su propia vida juntos en un nuevo cajon su cajon

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