Parece que el polvo se sacude bajo los pies y así arrastran su tristeza por el lienzo cargado de moho. Las cualidades desaparecen, los logaritmos son espejos, tribulaciones nerviosas de las cosas que se dejan bajo la alfombra.
Versos escritos, patadas, sudor, mil granos de colores frente a mis ojos.
Se pudren los minutos en la arena del cenicero. Los coloquiales sucesos, la mala forma de determinar las acciones mientras las lagrimas arden como veneno por las mejillas. Y el negro de mis ojos mancha mis manos y todo el rostro se transforma en silogismos. Nada hay detrás de los dientes, las palmas hambrientas de sol, sujetan unos puños sin lastima lamentablemente, cada vez que respiro.
El cochambre mancha y no es fácil de limpiarlo. Aunque tú no parece que tengas ese problema.
ResponderEliminarBonitas medias ;)
Ya tienes varios días sin publicar nada. ???
ResponderEliminarEl silencio es el mejor argumento del dolor.
ResponderEliminarNada duele tanto como lo que te deja en silencio, callado. Ojalá vuelva pronto.
Saludos a todos los que me leen y a los que no lo hacen.
llevaba medias negras, bufanda a cuadros, minifalda azul.
ResponderEliminarLo malo no es que huyera con mi cartera y con mi ordenador
peor es que se fuera robándome además el corazón