De un tiempo a la fecha, la ciudad luce diferente. Los caminos a casa o los lugares que frecuento saben misteriosamente a ti. Sin haber estado nunca en el mismo sitio, invades todo; La almohada de mi cama, mi mesita de noche, lo libros que comienzo a leer y hasta las películas que no he visto.
Y mi realidad se parte en dos, mi locura se vuelve tuya. Comprendo que la felicidad es la respuesta a todas las preguntas que no hemos sabido contestar. Mientras escucho tu voz por las noches, madrugadas, tardes y dias, te conviertes en tónico, droga, placebo, o ve tu a saber qué otras cosas de las cuales uno se puede volver adicto facilmente.
Y a veces no quiero escribir sólo de ti, ni de lo que me provocas, pero hasta te haz adueñado de mis letras y de mis ansias de escribir. Ahora luzco tus colores, esos que sólo tu sabes emitir; verde, gris, azul, y un poco de amarillo.
De un tiempo a la fecha vives en mi, a pesar de todo, de las diferencias, los usos horarios, y sorprendentemente, me gusta.
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