Todos los caminos llevan a roma, los pensamientos a ti, las conversaciones cotidianas a pensarte y a descaradamente no poner atención a lo que me dicen los demás.
Los pensamientos son esos paraísos fantásticos donde juego con tu presencia, la contemplo, la beso y de vez en cuando le susurro cosas lindas. Y si mis pasos estuvieran a metros de los tuyos irían directamente a tus labios sin pensarlo. No sè qué me haz hecho, cómo vas remendando mi corazón, cómo haces cicatrizar heridas pasadas, qué suerte esta de encontrarte entre la nada.
Y vuelvo, que lo material, lo que se dice, lo exterior, no puede abarcar las sensaciones que muy dentro conservo como relicario de tu recuerdo constante. Lamentablemente no estás para ver mis ojos enamorados, ni mi pelo que se mueve con cada suspiro que te invoca. No puedes ver mis labios mojarse con tu nombre, ni mis manos cerradas por no perder las caricias que te pertenecen.
Que me inspiras y lo sabes, que escribo de ti, para el que está leyendo del otro lado del espejo.
WOW!
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