lunes, 25 de julio de 2011

Dos.

Se miraron a los ojos, y tomados de la mano, tal vez sin reaccionar al mundo, simplemente comenzaron a caminar. Habían ido al cine, la película poco importaba después de tantos besos escondidos entre palomitas y sus brazos encontrados en la butaca.

Llegaron a su sitio, y sin hablar se quedaron recostados en la cama, no hubo necesidad de prender las luces, ni de encender el televisor. Las palabras sobran cuando dos personas se aman. Y si, hicieron el amor, y aprendiendo a leer sus cuerpos, tropezaban con su piel, parecía como si estorbara el cuerpo para estar aún más juntos. El aire hacía remolimos en su cadera, en los labios y en su pelo largo. Él entendía poco de lo que tenía que hacer, sólo lo hacía sin pararse a pensar en nada. Después, cansados, siguieron tomados de la mano, y durmieron toda la noche.

Al despertar, el día acariciaba su rostro, ella tendría que irse, él que quedarse, y no volverían a verse nunca.

3 comentarios:

  1. Creo que era el cine Olimpia :P jajaja, está muy buena Val! felicidades por el primero!

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  2. Si, bueno, me atrevo poco a poco... A ver si escribo otro más adelante. Tks por leer Robe!

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  3. Haahaha cualquier parecido con mi vida real.. chale.. noes ke suelan pasarme estas cosas seguido.. pero son momentos que..
    son bellos al recordar.. no nada mas es compartir cama o besos.. hay veces que se hace el amor de otros modos.. y al día siguiente se tiene que partir.

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