domingo, 10 de julio de 2011

Mi cielo.

Cuando me voy a dormir no lo hago hasta que despiertas, hasta que te escucho, hasta que te siento. Qué si, que te amo, que te quiero. Lo sabes, lo sé, lo sabemos.

No hay noches obscuras, ni mañanas tristes. Tú estas conmigo todo el día, desde tu mundo me saludas, me hablas como esa voz que, de extraña a familiar no tardo ni un minuto. Tan diferentes son nuestras vidas, tan lejos nuestras historias, y aquí estamos, escribiéndonos juntos a cada rato.

Y tú me haces entender todo, entiendo el porque de la vida, el porque de los finales, el porque del pasado. Eres la razón por la que estoy frente a monitor, los fuiste desde el principio. Mi objetivo, sin saberlo, fue llamarte. Atraerte con mis letras, envolverte en mi y que no pudieras soltarte. Lo logré?, te lo pregunto no porque no lo sepa, si no porque me gusta escucharlo.

Eres mi amigo, mi novio, mi amante. No me parece extraño ser tan directa, y hasta podría pronunciar ese nombre con cuatro letras. Pero lo dejo para el cotilleo de otros, para que se lo pregunten. Mientras yo te sonrío de lejos, pero frente a tus ojos. Quiero ser como una imagen permanente en tu vida, como una presencia exquisita.

Qué si, que te quiero, a ti mi amor, mi cielo.

2 comentarios:

  1. Pues de verdad ya ni sé si me gusta más leerte, escucharte o verte. lo que no sale de tu boca lo veo en tus ojos y si queda algo pendiente me lo encuentro dibujado con palabras en el verde muro de tu blog.

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  2. Gracias amigo!! jajaja échame ánimos! jejeje

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