jueves, 14 de julio de 2011

Superficie.

No podría confiar en una persona que no tenga una canción favorita, que no llore, o que no cante cuando va manejando en el coche, que no me sonría cuando le sonrío. No podría estar con alguien que, lee textos y no los siente, que lee tecnicismo y no disfruta de una buena novela romántica.

La superficialidad abunda por éstos días, entre gente que sólo se preocupa por las cosas materiales; dígase, físico, dinero, modas, tecnología y demás menesteres intrascendentes, por lo menos para mi, creo que es difícil encontrar almas en ebullición constante. Seres que se preocupen por observan, sentir, disfrutar, y degustar de las cosas sencillas sin preocuparse del qué dirán o de las circunstancias de la vida. Yo entiendo que es fácil dejarse llevar, pero es idiota, ahora lo entiendo, que alguien no puedo ver las cosas más allá de lo evidente o lo directo.

Uno tiene que leer, ir más allá del mero razonamiento lógico. Es necesario para darle sabor a la vida, y promocionar el alimento del alma. Me sonrío mientras leo ésto, porque entendí muy tarde que era lo que no quería en mi vida. Es simpático cómo por costumbre somos capaces de soportar la ausencia las cosas más importantes de la vida. Pasarlas de largo y conformarse.

Pero tengo suerte, y la vida da segundas oportunidades, ahora que sé lo que no quiero en mi vida, a pesar de no saber qué es lo que realmente quiero y sí eso que quiero ahora mismo, es posible o no. Me quedo tranquila, porque sé que daré la vuelta a la superficialidad y a la razón sin razón. Quiero que me alimenten el corazón y satisfacer a los que necesitan ser, aunque sea un poco, iluminados por el mio. Fin.

2 comentarios:

  1. hola!
    me gusta mucho como escribes, comparto tu opinion sobre la hipocresia, me gustaria que me visitaras algun dia, soy un joven artista que comienza su vida en paris
    muchas gracias
    hasta pronto!

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  2. Gracias por comentar!! Y si, ya te hice una visita a tu blog..

    Saludos!

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