miércoles, 6 de julio de 2011

Madrugadas.

Despertó, y antes de recordar que era martes, miércoles o sábado. Notó que algo faltaba. A su lado el reclamo de una figura ausente. Las piezas se habían movido y las decisiones estaban a punto de ser tomadas. Pero la soledad que estaba en su lugar, vestida de azul y blanco, se reía de ella esa mañana.

Volteó hacía la ventana y el sol apenas empezaba a clarear, las luces de la calle seguían encendidas, tal cual, las de su corazón. Volvió a poner la cabeza en la almohada tratando de recapturar el sueño, pero en su mente sólo existía su nombre, y una imagen pixeleada. Volteándose de un lado a otro recordó sus sueños y las pesadillas que, noche tras noche la perseguían sin falta y sin demora. Tres, cuatro, cinco de la mañana y sólo pensaba en escuchar su voz. Pero algo la detenía, quizá la hora, las diferencias, y claro, un poco de orgullo.

No estaba nada claro, ni las ideas, ni los deseos, y mucho menos las circunstancias. Lo único claro era que estaba enamorada. Y su corazón latía más fuerte cuando lo recordaba, cuando imaginaba sus manos entretejiendo su cuerpo, creándolo de la nada. Parece que las cosas más importantes en la vida primero son creadas por la imaginación para después materializase dónde tengan que hacerlo. En su caso, a millones de años luz y a estorbosos accidentes de la vida.

Hubiera querido meterse en su cama esa madrugada para sobornar a la razón de aquel hombre y meterse en su vida, en sus pensamientos, sueños y esperanzas. Pero el blindaje de la distancia y los errores de calculo la mandaban de vuelta a su cama, sola, y sin él.

Y sí él no seguía ahí, sí no la llamaba, sí no la echaba de menos, si no la amaba. Si todo se había ido por la borda, si todo había sido un espejismo, si ella no era suficiente, o si no encontraba el camino de regreso. Hacía dónde iría ese día, con quién tendría que hablar, a quién le contaría que estaba sufriendo de esa manera, y por ese sujeto?. La intranquilidad la envolvió en suspiros, y sus piernas empezaron a moverse por toda la cama.

Por fin una melodiosa fantasía le respingo el corazón, un mensaje, sólo uno le cambiaba la noche. Y volvió a dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario