sábado, 30 de julio de 2011

Hastío.

Escribo para construir imágenes que aún no llegan. Es como dibujar un plano mental de mis deseos golpeando el teclado y cerrando los ojos mientras imagino. Otras veces, sólo me ayuda a entender, por ejemplo, como las consecuencias son lazos que no se rompen hasta que se pagan por completo las deudas del pasado. Son cordones que penden del cuello y al final, con un nudo, tienen una pequeña nota que dice: "no vale la pena", pero no podemos leerla, hasta que se cae y la recogemos del suelo, y vemos que tanto lidiar con ese peso, fue, casi siempre, innecesario.

Las lunas de abril, los amaneceres de agosto, los listones, las risas, y todo lo que se me pueda ocurrir se ha transformado. De pronto el tiempo se borra de la mente, y lo único completamente nítido son cosas que no han ocurrido. Y veo como el corazón es insensible algunas veces, olvida de tajo sin pretender guardar un poco para la nostalgia. Cuando ha decidido hacerlo, no permite rastros, y fríamente deja que todo el tiempo invertido en crear recuerdos se vaya al carajo.

Quisiera, sólo por ese complejo de coleccionista que tengo, poder recordar algo de ti, pero me cuesta imaginar tu cara, y tus complejos de hombre alto. Quiero recordar las cosas malas, y poderme reír de lo bueno que pasamos, pero no puedo. Un velo de insensibilidad ataca mis entrañas y tu nombre no me sabe a nada. Qué crueldad esto de saberte olvidado.

Entonces, parece que me he inventado una nueva forma de escribir, dónde el retorno no existe, y todo lo escrito se va borrando con el vaho que despide mi cuerpo y se queda en la atmósfera del pasado y de cada minuto que deja de existirte. Parece, porque nada es completamente cierto, que el cantar canciones dónde uno se siente comprometido es la manera más sencilla de describirse, y, aunque hoy sienta que no significas nada, creo que al final siempre estarás en algún recorrido obscuro de los escondidos momentos del pasado.

No quiero ver como las cenizas salen volando y no se detienen ni a molestarme en los ojos. Quiero verte en sueños y poder decirte que me siento mareada por tu ausencia, echarte la culpa de algo. Pero, ahora me doy cuenta lo poco que sembraste, es triste ver como usaste tantos años y dejaste seco la parcela que reserve para ti.

Y lo único que me hace recordarte es el hastío de esos besos, la piel sin ganas y los reproches. Debimos dejarnos antes de explotar aquella tarde de enero. Pero las cosas cómodas deben sacarse desde tajo para no dejar nada que haga regresar a lo mismo. Supongo, que, finalmente ha sido la dosis correcta para matar lo que ya no existía, para terminar con la costumbre, son las "sin ganas", con es fastidio.

1 comentario:

  1. lindo escrito
    un beso nena tienes esa foto muy linda una risa coqueta seductora pero muy linad sin animos de ofernder

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