sábado, 5 de diciembre de 2009

Mis palabras.

No puedo describir con palabras lo que siento cuando te veo; aun peor no sé qué decir cuando te recuerdo. Mi corazón parece paralizarse con tu imagen en mi mente o en alguna foto. Quiero estar contigo, caminar contigo, reír contigo. No lo puedo negar, el miedo a veces aparece como ladrón sigiloso robándome todas las esperanzas que había construido en ti; pero posees la magia de restituirme todo y más, con una sola sonrisa.

Me duele saberte tan confuso; eres un laberinto de posibilidades y de emociones indescriptibles. Vivirte es caminar con los ojos vendados todo el tiempo, sin más pistas que la realidad que tus ojos en ocasiones me dejan ver. Son esos tus dos grandes ojos negros y tus profundas cejas que parecen el marco perfecto para mis sueños; que dan a mi vida la luz necesaria para confiarte mi corazón. No sé que pase mañana, quizá me encuentre tirada en algún lugar victima de la irresponsabilidad evidente de quererte.

Y mi estrategia no es otra más que sorprenderte; hacerte feliz, brindarte vida y amor en cada respiro tuyo. No sé si mis acciones den frutos, pero lo que si sé es que verte, platicar contigo, escucharte; me llena de vida y de fuerzas. A fuera diciembre ha tocado nuestras puertas pero dentro, en nuestros corazones Julio sigue causando estragos, llenándonos de calor, abochornando nuestras almas con una humedad intima, cálida y cómoda. Nuestros cuerpos empiezan a adaptarse perfectamente. Y nuestros corazones se vuelven uno solo. Pareciera como si realmente no hubiera un solo espacio de nosotros que no encajara, que no engranara y se moviera armoniosamente.

Me haces inmensamente feliz; dijiste ayer que tú podrías, si fueran otras las circunstancias, ser mejor. Lo poco de ti, lo que sé de ti me hace feliz; no puedo creer que pueda haber algo mejor que eso, y sí es que lo hay sería mi felicidad plena supongo, pero no lo sé. Mientras tanto esperaré lo que sea necesario, y no porque tenga que hacerlo, si no porque quiero hacerlo. Te quiero en mi vida seas o no lo que representas hoy. Te quiero porque me enamoré primero de la persona y después del hombre.

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