Lo que pensé que iba conmigo, parece alejarse de mi todo el tiempo; me pregunto ¿Es un rechazo de iguales? no lo creo, es más bien que hay cosas que no nos pertenecen, simplemente no nos tocan. La batalla parece estar destinada a ser ganada por el mundo siempre y por las creaciones y las ideas. de pronto me encuentro sangrando en una habitación llena de zumbidos procedentes del exterior, nada parece en calma, no se respeta a un guerrero vencido, el mundo siempre saca sus finos colmillos y muerde, sigue mordiendo; desgarrando mi lucha perdida en la obscuridad que anuncia el termino de otro día en mi fallida batalla.
Todos los días me siento a contemplar que habito un mundo que me es ajeno. Y me esfuerzo por encontrar maneras por adaptarme a el y encontrar entes afines, pero no lo logro, las sombras empañan lo que se alcanza a ver y pierdo el rastro. y me quedo de nuevo viendo como la tinta de mis pensamientos escurre entre las paredes de mi cuarto.
Y mis letras se crean siempre llenas de sencillez; ni siquiera puedo escribir como erudito Inglés o escritor romántico del neoclasicismo francés. Soy demasiado simple en todo, demasiado regular y a la vez inadaptable, un completo espécimen, una criatura quizá más ordinaria que extraordinaria.
Tal vez termine por rendirme al paso de éste mundo y me manche de el lo suficiente para entenderlo y transitarlo como TODOS. Y mi guerra con el sea más bien una tregua. Mientras tanto me quedaré buscando palabras para esconderme de el y muchas veces, casi siempre de mi.
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