Regresar o dejar.

La primera vez que tomé la decisión de irme de mi casa fue muy difícil, fue dejar todo; amigos, familia, vida. Hacerme de una nueva, en una ciudad nueva, con gente nueva, todo me parecía sorprendentemente grande y no sólo la ciudad. 

Batalle mucho en acoplarme; dejar ir cosas, en pensar que vivía, sin saberlo, en dos partes, que quizá no estén tan lejos en kilómetros, pero si a meritan un viaje. Vivir en otro lugar, cambiar de sitio, incluso en mi ciudad natal me da miedo, pero también me da miedo quedarme, perder el tiempo, perder dinero, perderme de la compañía de mi gente o perderme en la compañía de otra. Pero ahora también tengo lazos que me unen a Monterey, siento mía la ciudad en parte, hay mucha gente que me quiere y a quien quiero, qué hacer?, hacía dónde ir?, dónde están mis sueños?... tengo sueños?... 

Ahora no sé si es regresar a mi casa, o dejar mi casa; de dónde soy?... Creo que eso sienten todos los migrantes, yo soy en parte migrante, soy como Merusault de Albert Camus, una exrtangera en monterrey, una extraña en casa; quizá también deje de sentir todo tipo de emoción, deje de aferrarme a sentimientos absurdos, me llene de pasividad. Me vuelva algo absurdo que se desprenda de todo sin dolor, un completo objeto de las circunstancias. Quizá todo deje de significar,  qué un día todo se nada, por lo menos sería más simple tomar decisiones, mucho más cómodo.

A qué me quedaría, a qué me iría?, a cualquier lado, a ningún lado... arfsssssssssss