-Conoces las estrellas?
-Sí, digo las veo en la tele, a veces.
-Hablo de esas...
.ah!!!....
Hay algo en las estrellas que me cautiva, es como un abrazo estelar., me hace sentirme inmensamente diminuta(osea, realmente pequeña). Hoy vi las estrellas, hacía mucho que no había podido verlas de esa manera, estaban todas, bueno eso creo, la verdad jamás he tenido un conocimiento pleno de cuántas estrellas hay en el universo, pero estoy segura que estaban casi todas. Ha sido el regalo más hermoso que he recibido en años y lo disfrute, todavía puedo percibir el olor a polvo estelar electromagnético.
Llegando a Monterrey me encontré con la luna, una hermosa luna color amarillo, estaba enorme y hermosa; hoy sentí a la luna tan cerca, lunáticamente cercana. Los encuentros con los astros me dejan mareada, un sentimiento indescriptible me embarga en el centro de mi pecho, no sé si es la luminosidad supernova o simplemente estado de turbulencia mental.
Los cuerpos celestres siguen flotando por las órbitas de mi cabeza y se fusionan con mi materia, quisiera haberme quedado recostada en aquel abrazo hidostático. en ese cumulo de materia, colapsar dentro de una piedra lunar o chocar con un astro agonizante, aunque sigo manteniendo en mi mente la textura del encuentro; me sería fácil escaparme más seguido a ese lugar y mantenerme ahí por horas. Platicar de las estrellas con las estrellas, correr hacía cualquier galaxia, refugiarme en la luna; perder el conocimiento, y dormir... en cualquier parte, en algún hoyo negro.
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