jueves, 28 de enero de 2010

..arfs....

Sigo peinándole los minutos a los días, consiguiendo algunas veces despertar y no recordar que algo me falta. Siguiendo las rutinas que según el día marquen para mí. Intento callar los silencios desesperados que me gritan salir. Destrozo las suplicas de mi necedad y controlo los impulsos de mis letras. Hoy no lo logré y no me lo reprocho, simplemente no sé que sea lo más indicado; quiero hacer las cosas bien, pero no sé que esté bien. Mi conciencia ha callado y mi prudencia se ha dormido. No logro diferenciar lo correcto y me retengo entre suspiros. Pasarían horas abstractas en mi mente desde la última vez que me vi, y me aferro a la imagen de una figura dormida. Critico los aciertos del corazón justo antes de perder la conciencia y traiciono las promesas no dichas. Colecciono trozos de tela que se me van cayendo de los ojos. Y naufrago entre paradigmas y firmezas. Me hundo en la tristeza de mi sonrisa y saboreo las lagrimas de risa. Ignoro hasta cuándo dejarán de botar palabras de mis dedos, ni cuando cesarán mis labios de gritar. No importa si me estaciono en algún lugar inexistente, lo que importa es el delicado pasar de la brisa entre los espacios vacios.

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