viernes, 22 de enero de 2010

Premonición.

Dormí con una opresión en el pecho, con un temor infundado. No quiero ser fatalista, pero hay ocasiones que tengo premoniciones, visiones extrasensoriales, casi siempre de futuras catástrofes (personales). la referencia a mis poderes me hacen recordar alguna conversación por msn con un amigo, realmente a veces creo que, puede que tenga poderes mágicos de algún tipo. Aunque si pienso objetivamente tal vez se trate de mi lógica, el efecto evidente de alguna causa, la respuesta a un movimiento.

No lo había contado pero el lunes recibí un golpe muy fuerte, lo presentí desde el sábado, lo predije tal cual, una verdad abofeteo mis sentidos y me dejo parada en una realidad evidente. Siempre ver la realidad o darte cuenta de "cosas", cuando pasas la mayoría del tiempo escurriéndote por las paredes resbalosas de la ilusión, es muy pesado. La "verdad" es una carga muy pesada, por lo menos para mi. No quiero contar detenidamente lo que paso, no porque me de pena hacerlo público, si no porque creo que no vale la pena. Terminé por pensar que no valió jamás la pena. Pero de todo se aprende, hay que sacar lo positivo de todas las situaciones por mas negativas que parezcan; yo por mi parte, he aprendido a no ser tan confiada, si bien las personas pueden darte una cara hermosa, no todo el tiempo es la única cara. Lo que acabo de vivir me ha hecho descubrir la maldad, la hipocresía, la deshonestidad y el egoísmo en su máxima expresión. De todo aquello que me negaba a visualizar como parte de un ser. El amor puede cegar a las personas, justificar todos los detalles, hace mucho tiempo leí un quote que me gusto muchísimo es de Sir Arthur Conan Doyle, el creador del maravilloso Sherlok Holmes. "Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser verdad". Y así pasa la verdad salta, la realidad termina por atropellarnos y confrontarnos.

Los que me conocen saben que no guardo rencor, esa es una habilidad natural en mi, quizá a veces, la razón por la cual cometo errores repetitivos con las personas. Pero no puedo, el perdón me deslumbra, y el amor me tumba para no dejar rastro alguno de algún sentimiento negativo, mucho menos por alguien que quiero tanto, que aún vibra en algún lugar de mi vapuleado corazón. Me duelen muchas cosas, quizá más las palabras no dichas, mis oídos se quedaron hambrientos de respuestas y mis sentidos insatisfechos, esperaba mas, esperaba "algo". La cobardía le gano la batalla, y quizá también me la gano a mi.

Pero mi pecho siente ese temor, quizá deba calmarme y achacarle esa impresión a la abundante cena de anoche. jeje..

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