miércoles, 20 de enero de 2010

Lucky charms.

Es bueno tener suerte, con la suerte puedes; encontrar una moneda en la calle, ganar en la lotería de una feria de pueblo, incluso puede ser que encontrar a un buen amigo sea cuestión de suerte. Siempre pensamos en nuestra suerte o bueno siempre pienso en mi suerte, en lo hermoso de tener la suerte de amanecer, quizá a veces con más suerte.

Pero qué pasa cuando eres la suerte de alguien, hoy me escribieron “No puedo creer todavía el tener tanta suerte y conocerte”, si eso es cierto, las palabras me parecen asombrosamente penetrantes y me transforman en un trébol de cuatro hojas, pero también me comprometen a refrendar su suerte. Porque tener suerte es algo circunstancial; y si efectivamente soy la suerte de alguno, no quisiera quedarme en algo estacional o como un destello en su vida. Quiero ser en cambio una llama encendida incapaz de acabarse, una dulce interminable, un despliegue continuo de accidentes afortunados.

Quiero ser esa urgencia de tu suerte, a la que se puede volver, para sólo sentir “tener suerte”. Lo he sentido, he mirado hacía a un lado y pensando “qué suerte”. Y por eso hablo de la suerte como algo pasajero y esporádico, a mi mi suerte, a veces, se me ha transformado en maldición, en mala suerte. Si voy a ser suerte, quiero ser suerte BIEN, no una suerte fugaz.

Qué suerte tener suerte y ser suerte, pero más suerte que te crean suerte. No creen?....

1 comentario:

  1. Tres tristes tigres... jajaja si eres la suerte de alguien, solo sigue siendo tu misma, y seguirás presente, y si no, pues no era tu misión ser su suerte... que responsabilidad tan fuerte!!!

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