jueves, 14 de enero de 2010

bahhh palabras! bla, bla...

Me pierdo en un universo de palabras, todas me parecen provenir del mismo lugar, aunque materialmente sea imposible. No es que sospeche constantemente de la gente, desconfió de las palabras, que por dichas se quedan estampadas en el alma. Se me ha complicado el lenguaje humano, no digo que sea un ser alienígena que tenga por segunda "lengua" la terrestre; sólo me refiero a que todo me parece tan predecible. Hoy me puede decir muchas cosas.... quizá reales... pero simplemente no lo creo. las palabras resuenan en mis oídos y chocan contra mis neuronas, retumban y se me presentan falsas. llenas de moho y recelo.

Intenciones para hablar, mascullar o incluso escribir lindas y dulces palabras.... hay muchas, la mayoría cargadas de intenciones no del todo confiables o más bien del todo "bien intencionadas". No quiero ir por el mundo sospechando del sonido de unos labios; simplemente no puedo seguir regalando confianza como si fuera papeles en blanco. La confianza se me agotó, y quizá ya no hay árboles en mi valle para seguir fabricando sus hojas, así que tengo que asegurar y resguardar mi patrimonio de confianza. Estoy en tiempo de escasees, de crisis de tan preciado bien y no me puedo aventurar. No es temor es precaución.

Y las palabras me parecían tan poderosas; incluso empiezo a temer de mis propias letras. Cuál es la capacidad de una palabra?, trasmitiré realmente mi pensar?, La interpretación del que me lea será la correcta?. Pero me detengo y me digo -qué importa- no por hacerte menos lector, si no más bien porque no escribo únicamente por ti, escribo primero por mi, y después si tengo la suerte de que alguien me lea, por los demás. No quiero abundar el tema de suponer el pensamiento del lector, no acabaría. Estoy segura que cada uno que lee estas lineas entenderá algo diferente y no lo puedo controlar, es algo que está - gracias a Dios- fuera de mis manos.

Pero qué pasa cuando hay un propósito, cuando quieres lograr algo real, cuándo por tus palabras dañas, ensucias y pisoteas la confianza de alguien - por pensar en el efecto negativo-; quién pierde mas?. No hay un ganador en el juego de palabras, los dos pierden, los dos quedan mal, el primero por hablar, el segundo por creer.............Pienso yo, pero no son más que palabras que quizá estén llenas de mentiras.




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